Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1203

Capítulo 1203:

“Te entiendo” respondió Jared.

“Aunque fueran sinceros al ofrecer sus disculpas, no los habría perdonado por eso. Si hubieran sido educados, habría cambiado de opinión sobre ellos; si demostraran que estaban arrepentidos de lo que habían hecho y no me echaran la culpa de sus errores en el futuro, no me molestarían.

Sin embargo, ni siquiera fueron capaces de mostrar un poco de respeto y aun así esperaban que los perdonara y hablara bien de ellos. ¡Era ridículo!” Amber se frotó la sien mientras hablaba.

“Fui demasiado tolerante con ellos en el pasado y nunca los he vigilado, lo que fomentó su comportamiento arrogante. Creen que pueden hacer lo que quieran solo por usar mi nombre. Como tal, soy responsable de esto“ respondió.

Después de todo, fue él quien puso a la Familia Jones bajo su protección; por lo tanto, era responsable de cómo ellos se comportarían en el futuro. Además, Jared tendría que darles una lección por los errores que habían cometido. Sin embargo, no estaba familiarizado con el carácter de cada uno y supuso que eran personas razonables y que no actuarían de manera tan descortés.

Debido a eso, rara vez los cuestionaba o restringía con la creencia de que no causarían problemas, hasta el punto de que su acuerdo le dio a la Familia Jones la osadía de causar inconvenientes.

Asimismo, creían que no tenían que pagar el precio de ofender a Amber, la mujer que Jared amaba; por eso él sintió lástima por ella.

Cuando la joven oyó eso, suspiró y dijo: “Está bien. Sé que no importa lo que te diga, seguirás pensando que es culpa tuya. Dado que es así, no me involucraré en los asuntos que surjan después. Tú te encargarás de la Familia Jones y espero que no me defraudes”.

Pensó que dejarían de ir a verla desde que se negó a ayudarlos. Además, no soportaba hablar con esas personas insensatas y había decidido dejar que Jared se encargara de ello, ya que era la persona más adecuada para hacerlo.

No obstante, el hombre sabía que Amber lo hacia para que él tuviera la oportunidad de compensarla, lo que le dio ternura; estaba decidido a hacerlo, así que respondió con confianza: “De acuerdo, no te defraudare”.

“¡Grandioso! ¿Has comido?” le preguntó tras reírse.

“Todavía no. Mi reunión con uno de los inversores extranjeros acaba de terminar, así que no he tenido tiempo de comer”. Se pellizcó el entrecejo.

“Ya pasó la hora para almorzar”. Amber frunció el ceño y se mostró descontenta—.

“Esto no puede ser, ve y pídele a Ben que te prepare algo de comer para que al menos puedas sentirte satisfecho; no debes pasar hambre”. Él se rio por lo bajo al oír lo preocupada que estaba.

“¿De qué te ríes?”

Terminemos la llamada para que le digas a tu asistente que te compre comida. Podemos seguir hablando cuando lleguemos a casa esta noche.

“Claro” asintió y contestó sonriendo antes de mirar a Ben: “¿Oíste lo que dijo Amber?” pregunto.

“Si, Presidente Farrell. Me encargaré” contestó.

Tras eso, inmediatamente sacó su teléfono y envió un mensaje de texto. Ben admitió que lo había pasado por alto, ya que había planeado prepararle el almuerzo después de terminar con su trabajo como lo hacía siempre; nunca esperó que Amber los controlara esa vez.

Dada la situación, decidió que, más allá de si su jefe estaba ocupado, prepararía el almuerzo por adelantado para complacer a la joven. Jared sin duda se alegraría si ella estaba contenta e incluso podría aumentarle el bono a él por ello. Al pensar en esa posibilidad, a Ben se le iluminaron los ojos.

Jared, que no sabía en qué estaba pensando su asistente, finalizó la llamada con Amber.

Cuando estaba a punto de hablar después de colgar el teléfono, alguien tocó la puerta. Al oírlo, Ben miró hacia la entrada y respondió: “Yo me encargo, Presidente Farrell”.

Jared le indicó que abriera haciéndole señas con la mano. El asistente entonces guardó con cuidado su teléfono antes de acercarse a abrir.

Un hombre bien vestido con traje estaba de pie afuera.

“Señor Ben, ¿Se encuentra el Presidente Farrell?” preguntó con amabilidad.

“¿De qué se trata?” le dijo.

El asistente no anduvo con rodeos; de inmediato abrió la carpeta que tenía entre los brazos y sacó una tarjeta de invitación dorada y morada. Luego, se la entregó a Ben y le dijo: “Esta es una invitación para el Presidente Farrell de parte de la Familia Jones”.

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