Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1169
Capítulo 1169:
¿Eso siquiera se puede comer? Estoy segura de que no deben tener buen sabor.
Aun así, cualquier persona en su sano juicio, excepto él, se mantendría lejos de esas sustancias seguramente. Amber tuvo que entregárselas a Elias.
“¿Siempre has comido así?” No pudo evitar preguntarle.
“Sí”. Elias no lo negó. “Llevo comiendo así desde que empecé a estudiar medicina”.
“Eso son más de diez años; eres en verdad increíble”.
“Todo el mundo es peculiar a su manera“ dijo luego de reírse. “Usar sustancias químicas en lugar de condimentos es habitual para mi”.
“¿Acaso esta es la enfermedad llamada pica?” Amber hizo una mueca.
“Puedes decirlo así” respondió Elias mientras se acomodaba los anteojos.
“¿Pero no es perjudicial para tu salud que comas asi?”
Amber estaba preocupada por la salud de él. Elias la ayudaba a menudo, así que era lógico que se preocupara por su bienestar.
“No” respondió mientras subía al ascensor. “Soy doctor, así que sé si estas sustancias le harán daño o no a mi cuerpo.
Además, esto se utiliza para tratar enfermedades; no serán perjudiciales para la salud y harán que la comida tenga un sabor extraño. Imagínate que es la primera comida que prepara alguien que no ha cocinado en toda su vida; un plato no letal y con un sabor horrible.
Aunque se sintió aliviada tras escuchar su explicación, Amber no pudo evitar reírse también.
“Bueno, entonces no son perjudiciales, pero parece que no puedo invitarte a comer entonces. ¿Qué vas a pedirme? Lo haré siempre que esté dentro de mis posibilidades”.
“¿De verdad quieres agradecerme?” contestó Elias.
“Por supuesto” asintió. “Nunca te he agradecido por ayudarme tantas veces, así que me sentiré fatal si no te recompenso como se debe, Solo déjame hacerlo, por favor”.
Sostuvo el teléfono contra el hombro mientras juntaba las manos como si le estuviera suplicando; aunque Elias no podía verla, podía imaginársela.
“De acuerdo” respondió mientras el borde de sus anteojos brillaba por la luz.
“No pediré mucho. Me enteré de que abrió un nuevo museo en el país, pero no es un museo común y corriente. Las exposiciones son todas de especímenes humanos de la posguerra”.
“¡¿Qué?! ¡¿Especímenes humanos?!”
Amber estaba estupefacta. “¿Por qué hay un museo así?”
“¿Por qué no? Casi todos los países tienen uno. Es para que la gente entienda la crueldad de la guerra, pero casi ninguno se divulga ni se abre al público. Así que solo un pequeño grupo ha oído hablar de ellos”.
“Entiendo” asintió en cuanto comprendió. “¿Me lo dices porque quieres ir, pero no tienes entrada y quieres que te consiga una?
“Así es”.
A Elias no le sorprendió que ella entendiera de inmediato; al fin y al cabo, era muy inteligente.
¡Cling! El ascensor llegó.
“He visitado bastantes museos similares“ explicó mientras caminaba hacia su auto en el estacionamiento.
“Como sabes, soy doctor y siempre me ha interesado mucho el cuerpo humano. Visitar estos museos me permite ver cuerpos con formas que no son las habituales y puedo idear una cirugía basada en las heridas que presentan al morir. Así, si alguna vez me encuentro con pacientes similares, mi cirugía será un éxito y no arruinará mi reputación por falta de experiencia”.
Un par de gotas de sudor cayeron por la sien de Amber mientras permanecía perpleja. En verdad era asombroso escuchar eso de él, pero para una persona común y corriente, parecía psicótico.
“No estarás pensando en visitar todos los museos como éste, ¿Verdad?” preguntó mientras se frotaba la sien.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar