Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1149

Capítulo 1149:

“¡Debería!” la Señora Murphy aplaudió de acuerdo.

Después, miró a la Señora Murphy y le preguntó: “Entonces, Anciana Señora Farrell, ¿Qué planea hacer? ¿Quiere verlo?

“Ya que está aquí, no me haría mal verlo” la Anciana Señora Farrell se destapó. “Además, no viviré mucho tiempo. Si planea usarme como una herramienta y no me encuentro con él hoy para vengarme, entonces no tendré otra oportunidad”.

“Anciana Señora Farrell, ¿De qué habla?”

La Señora Murphy la ayudó a levantarse de la cama y le dijo molesta: “¿Qué quiere decir con que no vivirá mucho tiempo? Es seguro que seguirá aquí cuando el Joven Maestro Jared y la Señorita Reed se casen; podrá jugar con sus bisnietos también.

Incluso quizá vea al Joven Maestro Logan casarse también. Por cierto, el debería venir pronto. Su equipo llegó a las finales”.

La Anciana Señora Farrell rió feliz.

“Ese pequeño sabandija de Logan se ha ido hace varios meses ya. Lo extraño mucho”.

“En ese caso, debería llamarlo mañana por la mañana y decirle que venga de inmediato una vez que regrese. ¿Qué le parece?” la Señora Murphy ayudó a la Anciana Señora Farrell a ponerse una campera.

La Anciana Señora Farrell no le prestó atención a la Señora Murphy.

“Eso no es necesario. Si le pides a Logan que venga de inmediato una vez que regrese y Shonna se entera, se pondrá celosa y me culpará por no permitirle verlo. No quiero que me culpen por eso.

De todas formas, es seguro que Logan me visitará una vez que esté de vuelta, así que no hay necesidad de hacer nada”.

“Muy bien” la Señora Murphy asintió; sin embargo, no pudo evitar quejarse.

“He estado pensando, Shonna lleva tantos años en la familia, pero no ha mejorado.

En el pasado, contratamos a varias profesoras para que le enseñaran etiqueta y habilidades con la esperanza de hacer desaparecer su naturaleza grosera; no obstante, las profesoras no pudieron ayudarla y además padecieron el proceso. Eso en verdad fue algo increíble”.

“Olvídalo. Hay muchos asuntos del pasado, así que no los menciones. Por fortuna, Shonna le tiene terror a Jared, así que no tenemos que preocuparnos de que cree problemas una vez que yo muera. Además, Amber ha cambiado mucho también. Shonna quizá sufra en sus manos” dijo la Anciana Señora Farrell mientras se terminaba de vestir.

“Tiene razón” la Señora Murphy sonrió.

“Vamos. Veamos al Viejo Señor Jones ahora”.

La Anciana Señora Farrell tomó el bastón que la Señora Murphy le dio.

La Señora Murphy la sujetó y guio hacia la entrada, tomándola del codo. Se volvió a abrir la puerta en donde el guardia de seguridad permanecía de pie. Tan pronto vio a las mujeres, se apresuró a agacharse.

“Anciana Señora Farrell”.

“Guíalos a la sala de estar. Los veré ahí” la Anciana Señora Farrell asintió.

“Muy bien”. El guardia de seguridad asintió y siguió las instrucciones mientras se giraba para irse.

La Señora Murphy ayudó a la Anciana Señora Farrell a salir de la habitación y se dirigieron a la sala de estar. En el camino, la Señora Murphy se dio cuenta de pronto de algo y le preguntó a la Anciana Señora Farrell mientras la observaba: “Anciana Señora Farrell, ¿Deberíamos avisarle al Joven Maestro Jared que la Familia Jones está aquí? Él no debe estar al tanto”.

“No, no le informes. Si lo sabe, se preocupará y vendrá apresurado a esta hora. Es peligroso conducir de noche, así que no lo molestemos. Además, ¿Piensas que el Viejo Señor Jones se atrevería a hacerme algo?”

“Estoy segura de que no tiene las agallas” la Señora Murphy sacudió la cabeza sin dudarlo.

“Todo estará bien”.

Mientras, en las puertas de la Residencia Farrell el clima invernal de Olkmore se podía sentir más que en otro lado, en especial de noche. Además, el viento era helado.

El Viejo Señor Jones y Germán estaban de pie temblando esa noche fría mientras se estremecían, tentados de meter la cabeza en sus abrigos.

“Padre, ¿Por qué no esperamos en el auto? La calefacción está encendida y es más cómodo ahí” preguntó Germán perplejo mientras miraba al auto estacionado del otro lado de la carreta.

Al mismo tiempo, no podía contener los celos que lo estaban invadiendo. Tenía celos de su propio chofer. el Viejo Señor Jones y Germán eran sus jefes, sin embargo, estaban de pie allí padeciendo del frio viento y congelándose, mientras este permanecía adentro del auto y disfrutaba de la calefacción y la comodidad de los asientos.

Además, el chofer debía pensar que Germán y el Viejo Señor Jones eran idiotas que decidieron estar parados afuera en una noche invernal a pesar de tener calefacción.

El Viejo Señor Jones miró en dirección al auto y se restregó las manos.

“Sé exactamente lo que piensas, pero, esta vez, estamos aquí para pedir un favor, así que debemos mostrar nuestra sinceridad. No hace mal sufrir un poco el frio”.

“Entiendo. Estas intentando hacer que sientan pena por nosotros, ¿No?” Germán se acercó al Viejo Señor Jones.

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