Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1139

Capítulo 1139:

“Como sea. Cenemos porque tengo hambre”.

“Entonces, después de cenar continuaremos con esto”. Jared tomó su rostro con las dos manos y la observó; estaba preocupado de que fuera a cambiar de parecer.

Amber levantó la cabeza con una mirada de resignación.

“Sí, sí, seguro”.

Admitió que la había vencido esa vez porque fue quien dijo eso. Si lo negaba y no estaba de acuerdo con él, le insistiría hasta el cansancio ya que era muy obstinada.

Por eso, prefirió seguirle la corriente. Después de todo, ya no era tan tímida ni se resistía tanto como antes. En ese momento podía acceder a su pedido con placer.

Además, él era muy hábil; aunque ella siempre terminaba con la espalda adolorida, era innegable que disfrutaba mucho de la experiencia. Esa era la razón por la que hasta ese momento se sentía tentada en secreto cuando le pedía intimidad.

¡Ay! Qué vergonzoso. Debo dejar de pensar es esto.

En ese punto, se sonrojó mucho. Jared, que sujetaba su rostro, pudo sentir el calor en sus manos. La soltó y notó que estaba roja, así que no pudo evitar mirarla perplejo por unos segundos.

“¿En qué piensas? ¿Por qué te sonrojaste?”

¡Cómo si te lo fuera a decir! No permitiré que seas tan descarado.

Bajo la cabeza y se giró con rapidez mientras arrastraba una silla y la colocaba frente a ella para sentarse,

“No importa. Comamos. ¿Por qué sigues perdiendo el tiempo?”

Aunque Amber intentó ocultar su timidez y se rehusó a decirle lo que pensaba, él sabía que se había ruborizado porque pensó de pronto en algo íntimo; sin embargo, desconocía qué. Cuando se dio cuenta de eso, caminó y se sentó frente a ella.

Amber escuchó que reía y pensó que debía saber lo que le había sucedido. Con incomodidad, se apresuró a tomar los cubiertos e intentó ocultar sus emociones comiendo mucho.

La sonrisa de Jared se hizo más evidente cuando vio su reacción. Estaba por decir algo cuando su teléfono comenzó a sonar.

Frunciendo el ceño, se veía molesto en ese momento. Al final, bajó los cubiertos y tomó el celular. Tan pronto como vio el nombre en el identificador de llamadas, entrecerró los ojos y el ambiente alrededor se quedó paralizado.

Cuando Amber lo vio, olvidó su timidez o incomodidad, bajó los cubiertos y le dijo preocupada: “¿Quién llama? ¿Sucedió algo malo?”

¿Por qué tiene esa expresión siniestra sino?

Jared movió la cabeza.

“No es nada importante, sino que es la persona que llama”.

Mientras hablaba, le pasó el teléfono a Amber para que viera quien era.

Tan pronto como leyó el número en la pantalla, se dio cuenta de que era el Señor Jones, así que entendió por qué había reaccionado de esa forma. La persona en el teléfono era el abuelo de Norah.

“Tu mentor te debe estar llamando hoy debido a la situación en internet. Atiende la llamada. Quiero saber que tiene para decir con respecto a eso”. Amber se apoyó en la silla y lo miro.

El la miró frunciendo el ceño y pareció dudar si compartir la conversación con Amber.

Después de todo, no estaba seguro si el Viejo Señor Jones repetiría lo que dijo la última vez en su oficina. Si Amber escuchaba esos comentarios…

“Atiende el teléfono”. Le recordó Amber cuando notó que no reaccionaba.

“Si no atiendes ahora, entonces cortará la llamada. ¿Piensas devolverle la llamada? Si lo haces, asumirá que no estás molesto por el incidente”.

Eso era verdad; si lo ignoraba y se rehusaba a tener contacto con ellos, eso significaba que estaba molesto; sin embargo, si decidía contactarlos, entonces sería una indicación de que había una tregua. Por eso, el Viejo Señor Jones se comportaría de manera más presuntuosa.

“Entonces no atenderé la llamada”.

Jared tomó el teléfono y rechazó la llamada del Viejo Señor Jones.

“Hay algunas cosas que no necesitas escuchar porque te molestaría”.

“Entonces, ¿Estás diciendo que el Señor Jones ha estado hablando mal de mí?”

Amber arqueó el ceño.

Mientras, Jared colocó el teléfono a un lado.

“El Viejo Señor Jones consiente a Norah en demasía. Este incidente fue un sabotaje intencional de su parte, pero, aunque el Viejo Señor Jones sepa que fue su culpa, no se lo reprochará. Solo te culpará a ti por exponer el comportamiento de su nieta, así que esa llamada debe ser con el propósito de mancillar tu nombre y arruinar la buena impresión que tengo de ti”.

“Parece que lo conoces bien”. Amber sonrió.

Jared bajó la mirada.

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