Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1133
Capítulo 1133:
Jared miró hacia abajo con sus ojos oscuros y no pudo resistirse mientras ubicaba la lengua en el paladar.
Era evidente que no esperaba que actuara de manera infantil solo por un helado. Esa vez, se había comportado así en público.
Él siempre había sabido que era reservada y tímida. Normalmente, cuando le daba un beso en público, se sonrojaba de inmediato, así que era casi imposible que se comportara de manera infantil por decisión propia.
Por supuesto, eso no quería decir que nunca mostrara su lado tierno frente a él.
De hecho, lo hacía, pero era en pocas ocasiones. Desde que habían vuelto a estar juntos, no había hecho eso más de tres veces por lo que podía recordar. Cada vez que lo había, no exageraba mucho y él no había tenido oportunidad de disfrutarlo porque no duraba mucho tampoco.
Por ende, estaba sorprendido esa vez; ella estaba actuando de manera seductora y estaba durando mucho tiempo, y todo por un pote de helado.
¿No se da cuenta de que es difícil que un hombre se resista? ¡Está seduciéndome!
Jared tomó con más fuerza el carrito y después relajó el agarre varias veces hasta que pudo reprimir su deseo. La miró con fogosidad y le habló con voz ronca: “Detente. Suelta mi brazo”.
Estaba preocupado de que, si continuaba, no pudiera resistirse. Después de todo, siempre supo que ella era su punto débil y no podía oponer resistencia.
Tan pronto como lo escuchó y observó su expresión, que parecía la de una bestia frente a su presa, sintió un escalofrío en la columna.
Después de todo, no era tonta y sabía las posibles consecuencias de su comportamiento. Además, temía que él no pudiera ser capaz de resistir la tentación y reaccionara en ese momento y lugar. Por eso, cuando le dijo que se detuviera, lo hizo.
Aliviado, el hombre suspiró.
Después, soltó una mano del carrito y tomó a Amber del mentón mientras se acercaba para hablarle con voz ronca: “Pequeña Maple, no puedo creer que intentaras seducirme para que te lo diera, todo por un pote de helado”.
“Y-yo no te seduje”. Amber se rehusaba a admitirlo, pero desvió la mirada en otra dirección.
Él se rió en voz baja. La voz suave y melodiosa hizo que Amber se estremeciera de manera inconsciente y sintió que se le debilitaban las piernas.
Dios, este hombre es tan…..
“¿Estás segura de que no lo hiciste?”
Jared entornó sus grandes ojos almendrados. “Entonces, explícame lo que estabas haciendo”.
“Solo me estaba mostrando afectuosa” respondió Amber y lo miró. En realidad, no estaba mintiendo y solo se estaba mostrando un poco infantil más temprano.
Entonces, el rio en voz baja.
“Esa primera vez que veo a alguien frotar con la nariz el cuerpo de otro para mostrar cariño. ¿No te das cuenta de que no deberías frotarte contra un hombre?
No solo hará que no pueda controlar sus impulsos, sino que pensará que lo estás haciendo a propósito para seducirlo.
Entonces, ¿Seguirás insistiendo en que no era tu intención seducirme? No puedo creer que hagas eso para poder llevar el helado. Pequeña Maple, has empeorado”.
Al ver su mirada burlona, no pudo evitar sonrojarse.
Tan pronto Jared la vio, rio más. “Pero me gusta”.
En ese momento, Amber lo miró enojada.
“Te has beneficiado con esto, así que es evidente que te gusta”.
¡Lo noto! Jared bajó la cabeza y sonrió.
“Si, me beneficié de ceso y lo disfruté mucho, pero ¿No fuiste tu quien comenzó todo por un pote de helado?” Señaló el helado. “Me acabo de acordar de lo lejos que irías por un pote. Vamos, dime. ¿Qué más puedo hacer para que no lo lleves? Si lo supiera, podría…”
“¿Podrías qué?” Amber se apresuró a detenerlo. “¿Guiarme a seducirte por cuenta propia?
Jared sonrió con astucia; sus intenciones eran claras. Entonces, Amber tosió con energía.
“Eres bueno sacando provecho.
Entonces… En cuanto al helado. ¿Me lo comprarás? Ya expresé mi cariño y además te saliste con la tuya. Si continúas negándote, entonces en el futuro, yo…”
No te mostraré mi lado tierno, era lo que quería decir.
Antes de poder terminar, algo apareció frente a sus ojos. Él tomó un pequeño pote de helado de crema de mango.
“El pote grande es demasiado para ti, así que solo tienes permitido este pequeño.
Los dos debemos ceder, ¿Está bien?
Deberías darte cuenta de que lo estoy haciendo por tu propio bienestar”.
Amber miró el helado y después a Jared, que intentaba esbozar una sonrisa. Al final, resopló con arrogancia y se estiró para tomar el helado.
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