Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 112 - Solo conocidos

Capítulo 112: Solo conocidos

Al ver que estaba un poco enfadado, Amber bajó los párpados y sonrió ligeramente: «Lo siento, Señor Farrell, éste es mi verdadero carácter. Generalmente adopto esta actitud con la gente que está del lado opuesto al mío».

¿Opuesto?

Jared apretó los puños en secreto.

Resultaba que ella seguía considerándolo un enemigo.

Sólo que no sabía si lo consideraba un enemigo por Makenna, o por él mismo.

«No te echaré de la lista de candidatos para el proyecto. Como he dicho, no habrá tratos turbios en esta competencia». Jared se frotó las cejas y respondió.

Amber se alborotó el cabello: «Bueno, entonces me siento aliviada, ¿Por qué me esperaba?».

«Para llevarte al hospital a visitar a tu abuela». Contestó él.

Amber se quedó atónita por un momento, ¿Sólo para esto?

«Lo siento, Señor Farrell, no iré con usted. Iré sola». Se negó en silencio.

Jared frunció el ceño, justo cuando iba a decir algo, la puerta del ascensor detrás de ella se abrió con un tintineo y salió un carrito.

El carrito estaba apilado con cajas de cartón, bloqueando la vista de las personas que empujaban los carros.

Asimismo, la persona que empujaba el carrito no podía ver la parte delantera, por lo que se abalanzó hacia Amber.

«¡Cuidado!» Las pupilas de Jared se encogieron y girto.

Amber estaba desconcertada, sin saber qué había pasado.

No fue hasta el siguiente segundo cuando algo la golpeó fuertemente en la espalda y lanzó su cuerpo hacia delante.

Delante de ella resultó estar Jared.

«¡Quítate de en medio!» Le gritó con una mirada asustada.

Sin embargo, Jared pareció no escuchar, por lo que no esquivó.

Si no fuera porque la expresión de su rostro era la misma de siempre, Amber habría pensado que estaba asustado y que era estúpido, así que no se movió.

«Bueno…» Amber se precipitó a sus brazos.

Jared la abrazó con fuerza.

Paso que ella se abalanzó con un poco de fuerza, así que él también retrocedió tras el choque.

Retrocedió unos pasos y no se detuvo hasta que su espalda chocó con la pared.

Amber respiró aliviada y se alejo rápidamente de sus brazos: «¿Estás bien?».

Jared sacudió ligeramente la cabeza y dijo con su voz ronca: «Estoy bien».

«¿Por qué tienes la voz así?» Amber frunció el ceño: «¿Estás herido?».

Su manzana de Adán se deslizó ligeramente, y no contestó, sus ojos se desviaron de forma antinatural hacia otros lugares, en lugar de mirarla, calmó en secreto su corazón que latía rápidamente.

Mientras la miraba, sólo podía pensar en la suavidad de su pecho, en la sensación de que le golpeaba el pecho.

Al ver que Jared no hablaba, Amber pensó que estaba herido, su corazón se contrajo y sus ojos siguieron mirando detrás de él: «¿Te has golpeado en el lugar donde te golpeó la pelota de baloncesto la última vez?»

«No, ya estoy bien». Los latidos de su corazón volvieron a la normalidad, y entonces dirigió su vista atrás. Al ver el nerviosismo que brillaba en los ojos de ella, sus ojos se iluminaron ligeramente, y su voz fue un poco suave.

¿Está preocupada por él?

Parecía que ella no era tan indiferente hacia él como decía.

Por alguna razón, Jared se sintió inexplicablemente feliz al pensar en esto.

Lo miró un rato y se aseguró de que no estaba herido. «Eso está bien», suspiró.

De todos modos, termino contra la pared para amortiguarla.

No podría dejar que él se hiciera daño.

En ese instante, un hombre con un oberol amarillo se acercó y se inclinó hacia los dos una y otra vez para disculparse: «Lo siento mucho, no quería hacerles daño. No vi a nadie delante de mí, ¿Están heridos?».

Los dos estaban vestidos muy bien, parecían gente rica. Si se hacían daño, su sueldo no podría cubrirlo.

Ella agitó la mano. «No pasa nada. No estamos heridos. Puedes irte».

El personal estaba un poco sorprendido: «¿No me culpa?»

«Dijiste que no lo habías hecho a propósito, y yo estaba de pie en la puerta del ascensor, bloqueando tu camino, así que ¿Cómo podría culparte? Continúa».

«Sí, sí, gracias, señorita, gracias, señor». Agradecido, el personal se inclinó de nuevo hacia ellos y apartó el carrito.

Ella dijo: «No le culpo y lo deje ir. ¿Por qué dio las gracias?».

Al escuchar su tono agrio, los finos labios de Jared se curvaron ligeramente, pensando que era un poco simpática.

«Claro». Pensando repentinamente en algo, Amber lo miró.

La curva de su boca desapareció inmediatamente: «¿Qué pasa?»

«Me ayudaste a bloquear el balón de baloncesto la última vez en el estadio. Me salvaste dos veces en total». dijo Amber con sus dos dedos en alto.

Jared levantó las cejas: «¿Entonces qué?».

«Entonces te perdono por tu indiferencia hacia mí durante los últimos seis años, y no seré hostil contigo. A partir de ahora, seremos conocidos». Ella le miró. «¿Qué te parece?»

Jared entornó los ojos. «¿Sólo conocidos?»

«Bueno, ¿No estás satisfecho?» Inclinó la cabeza.

Estaba un poco deprimido.

Sólo un conocido. Ni siquiera podía contarse como un amigo, y él no quería serlo por alguna razón.

Pero sabía muy bien que este tipo de relación era la más adecuada para ella.

Pensando en esto, Jared bajó la mirada y respondió en voz baja: «De acuerdo».

«Entonces, Señor Farrell, yo me iré primero e iré al hospital a visitar a la abuela». Amber sonrió ligeramente y se dio la vuelta para marcharse.

Devolvió dos favores sin pagar nada.

Se sentía tan bien y tan relajada.

Mirando su alegre espalda, Jared frunció sus finos labios.

¿Estaba tan contenta de ser una conocida suya?

«Señor Farrell». La aparición de Ben termino con la baja presión que le rodeaba.

Sus ojos brillaron, reprimió la agitación del fondo de su corazón y se dio la vuelta: «¿Qué pasa?».

«Acabo de recibir una llamada en la que se me informa de que ha ocurrido algo en la empresa filial del País A, y es necesario que vuelva al Grupo Farrel para una reunión en la que se tratará el asunto con urgencia», respondió Ben.

Jared frunció el ceño. «Ya veo».

Parecía que sólo podría visitar a su abuela en el hospital después de la reunión.

Amber condujo hasta el hospital, se dirigió directamente al Departamento de Hospitalización Avanzada y pronto llegó a la puerta de la sala de la Anciana Señora Farrell.

Amber sostuvo la flor y los suplementos en su mano izquierda, levantó la mano derecha y llamó a la puerta.

La puerta se abrió, la Señora Murphy quiso preguntar quién era, pero al ver que la persona que estaba al otro lado de la puerta era Amber, se detuvo bruscamente, y entonces apareció en su rostro una sonrisa de sorpresa: «¡Joven maestra!»

«Querida Señora Murphy». Amber saludó a la Señora Murphy con una sonrisa, y luego la corrigió: «Ya no soy su joven maestra».

«En mi mente, usted seguirá siendo la joven maestra de la casa». La Señora Murphy la miró con cariño.

Amber se sintió muy conmovida y quiso llorar: «Muchas gracias. Pero el Señor Farrell y yo estamos divorciados. Sería una falta de respeto para la Señorita Gardner si me llama así, así que, por favor, llámeme por mi nombre».

La Señora Murphy suspiró: «De acuerdo, entonces la llamaré Amber».

«Bien». Amber asintió, luego entregó la flor, «Señora Murphy, ¿Está despierta la abuela?»

«Estoy despierta». La Señora Murphy tomó las flores y escuchó la voz de la Señora Georgia detrás de ella, «Señora Murphy, ¿Quién es?»

«Es Amber». La Señora Murphy giró la cabeza y respondió.

La Señora Georgia se apresuró a decir: «Déjala entrar rápidamente».

«¡Está bien!» respondió la Señora Murphy e invitó a Amber a entrar.

Amber miró a la Señora Georgia en la cama del hospital, con los ojos llenos de amor: «Abuela».

«Amber, querida». La Señora Georgia le sonrió amablemente y se alegró mucho de su llegada.

Amber dejó los suplementos y se acercó, se sentó al lado de la cama del hospital y le tomó la mano, «Abuela, ¿Te sientes mejor?»

«Ya estoy mejor». la Señora Georgia sonrió y asintió, y luego preguntó: «Por cierto, ¿Cómo supiste que estaba en el hospital?».

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