Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1107

Capítulo 1107:

“¡lmposible!” gritó la Señorita Jones sin poder creerlo y sacudiendo la cabeza con fuerza.

¿El abuelo no es tan importante como Amber? No, no puede ser verdad.

No sorprendió el Señor Brown que la Señorita Jones no fuera capaz de aceptar eso. Después de todo, la muchacha siempre habría pensado que su abuelo era muy importante para Jared; por eso, se atrevía actuar con petulancia y poder, diciendo que incluso si hiciera enojar a Jared, lo podría proteger al Señor Brown de la venganza.

¿Qué clase de confianza sin fundamentos tiene? Bueno, lo más ridículo es que en verdad creía las tonterías de esta mujer.

“Si no me crees, no puedo hacer nada” dijo con tono de burla.

“Pero es verdad que tu abuelo no es tan importante como Amber. Además, solo eres la nieta del anciano, así que ¿Piensas que Jared te dejará ir por lo que hiciste? ¿Crees que tu abuelo podrá salvarte?”

La Señorita Jones quedó pasmada y no pudo pronunciar palabra. Si el abuelo no es indispensable para Jared, esté no me dejará salirme con la mía, y el abuelo no podrá salvarme.

Sintió que se le caía el mundo encima, comenzó a respirar con dificultad y, en su interior, sintió miedo, pero insistió con terquedad: “¡No es posible! No puede ser verdad, Jared no le haría nada a mi familia. ¡No lo haría!”

Al escuchar que seguía engañándose a sí misma, el Señor Brown comenzó a perder la paciencia.

“Veremos si lo hace o no. Sabrás la respuesta muy pronto. Para ese entonces, sin embargo, tu familia ya no existirá y tú tendrás la culpa de todo. Si la Familia Jones desaparece al final, ¿Tu abuelo y tu padre seguirán consintiéndote como ahora? No lo creo”.

La Señorita Jones fue incapaz de seguir controlándose.

Se paró de la cama de inmediato, sujetó el teléfono y lo agarró con fuerza. Después, le gritó con una mirada feroz: “¡Tonterías, Señor Brown! Está hablando disparates”.

El Señor Brown rió con indiferencia.

“Ya que insistes con que estoy hablando tonterías, piensa lo que quieras. Tu inclinación para creer en cuentos de hadas y no darte cuenta de la realidad es tu problema.

Sin embargo, me prometiste que, si Jared y su gente se enteraban y querían vérselas contigo, serías capaz de salvarme. Entonces, Señorita Jones, ahora es el momento de cumplir tu promesa. No me importa cómo lo hagas mientras me saques de la estación de policia, ya que estoy detenido.

¿Escuchaste eso? Te lo repito, si no lo haces, entonces no me culpes por revelar todo lo que has hecho.

¡Verás si es verdad!”

El semblante de la Señorita Jones se desfiguró otra vez.

“¿Cómo se atreve…”

Justo cuando estaba por decir algo, vio el menú principal en la pantalla de su teléfono.

El Señor Brown le había cortado. La Señorita Jones estaba tan furiosa que quería lanzar el celular lejos.

En el próximo instante, recordó algo y reprimió su deseo de hacerlo. Su rostro se desfiguró mientras murmuraba entre dientes.

“¿Cómo se atreve a amenazarme, Señor Brown? Bueno, ¡Espere y verá!”

Crecí siendo consentida y adulada. Ya que el Señor Brown es el primero que se atreve a amenazarme, nunca se lo perdonaré.

¿Dijo que estaba detenido en la estación de policía y quería que lo liberara? ¡Ja! ¡Como si fuera a hacerlo! No solo no lo sacaré de ahí, sino que le haré pasar el resto de su vida en prisión. ¡Veremos que dice!

Sin embargo, podía encargarse de ese asuntó después, En ese momento, la prioridad principal era comprobar si lo que le dijo era verdad. ¿En verdad la habían descubierto? ¿Su abuelo no era tan importante para Jared? ¿Jared en verdad iba a atacar a la Familia Jones?

Quería descifrar esos interrogantes enseguida.

Mientras no supiera la verdad, no se tranquilizaría.

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