Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1088

Capítulo 1088:

Jared la persuadió por segunda vez; entonces, Amber pensó que lo decepcionaría si seguía dudando.

Además, tenía un punto. Algunas oportunidades solo se presentaban una vez; quizá no tuviera otra chance. Por ende, debía aprovecharla. Sumado a eso, Jared había sustraído esa mercadería de Connor. Incluso si el experimento fallaba y Goldstone no lograba modificar las partes de la maquinaria, no provocaría ninguna pérdida para la compañía. Después de todo, no esperaba sacar un centavo de la materia prima. Creía que los ejecutivos de mayor rango de la compañía no le objetarian eso. Al pensar en eso, se decidió y asintió: “Muy bien, lo intentaré entonces. Gracias”.

“No es nada. Sé que siempre quisiste tener éxito lo antes posible, así que espero que no te estreses. Ahora que tienes una oportunidad, espero que lo hagas sin dudarlo. Siempre te apoyaré, lo sabes”. Jared la incentivó mirándola a los ojos.

Amber se sonrojó un poco.

“Ben sigue en el teléfono. ¿No te preocupa que se ría de nosotros después de escucharnos?

A Ben le dio escalofríos del otro lado de la línea; por eso, respondió con prisa: “Señorita Reed, no debería bromear con eso. ¿Por qué me reiría de ustedes? Además, no tengo las agallas para hacerlo”.

“¿Escuchaste eso? Dice que no se atrevería”. Jared señaló el teléfono. “Entonces, ¿Por qué te preocupas por él? Solo di lo que quieras”.

“Si, así es”. Ben asintió.

Amber se cubrió la boca mientras reía.

“Bueno, basta. Solo haz que envíen la mercadería a la Compañía Goldstone.

Haré que Sheyla haga los preparativos para que alguien espere abajo y la guarde en el depósito. Después, hablaremos de ellos en la reunión de accionistas de mañana.

Jared bajó la mirada para ver la pantalla del teléfono.

“¿Escuchaste eso?” preguntó a Ben.

Ben se acomodó los anteojos y dijo con seriedad.

“No se preocupe, Presidente Farrell.

Escuché bien. Así que no debería preguntarme eso.

“Como ya la escuchaste, haz lo que dice” dijo con impasividad.

Ahora desaparece, pensó. Ben estaba deseoso de terminar la llamada. En el instante en que Jared dijo eso, se despidió con rapidez: “Adiós, Presidente Farrell”.

Después no perdió el tiempo y cortó.

Era la primera vez que a Jared le cortaba un subordinado, Así que se sorprendió por un instante. Después, su apuesto rostro se ensombreció cuando se dio cuenta de lo que había sucedido.

“¡Cómo se atreve a cortarme la llamada sin mi permiso!” Agarró el teléfono con fuerza y miró a Amber sin poder creerlo.

Su expresión confusa divirtió a Amber, que se limitó a darle una palmada en el hombro.

“Muy bien, no te enojes. ¿No le dijiste que lo hiciera de una vez? Entonces, no tuvo nada de malo que cortara.

Deberías sentirte agradecido de que es tan amable y obediente y de que es un subordinado que hace lo que le pides de inmediato”.

Jared resopló.

“No creas que no sé que estas inventando excusas por él porque no quieres que me tome a pecho su forma de actuar”.

Amber le sacó la lengua sin decir palabra. Jared relajó el agarre de su teléfono.

“No importa. Lo perdonaré por su mal comportamiento por tu bien. Haré que te lo agradezca en persona algún día”.

“Bien. Estaré esperando entonces” dijo Amber, sonriendo, pero no se tomó en serio las palabras del hombre. Solo había dicho eso de manera casual, así que no esperaba que Ben le agradeciera en persona por ello.

En cambio, sacó su teléfono y dijo: “Déjame llamar a Sheyla para enviar a alguien a que reciba la mercadería”.

“Adelante”. Jared asintió.

Amber le sonrió antes de marcar el número de Sheyla. Mientras hablaba por teléfono, Jared se giró y permaneció mirándola fijo. Incluso si quisiera, ella no podía ignorarlo. No podía evitarlo en realidad; el hombre la observaba como un lobo a su presa.

Eso era, ella era una presa, así que,

¿Cómo podía ignorar esa mirada? Amber le instruyó a Sheyla qué hacer mientras suprimía las ansias de golpear a Jared y la necesidad de mirarlo enojada. Cuando terminó, guardó el teléfono y suspiró hondo. Después, se giró y lo miró con desdén y los ojos grandes.

Quería poner una expresión feroz para darle una lección y hacerle saber que se sentía incómoda cuando actuaba de esa manera.

Pensó que se veía feroz en ese momento, pero su comportamiento no disuadió a Jared. En cambio, pensó que se veía adorable. Al final, fue incapaz de controlarse, por lo que la tomó de la cintura y la empujó con fuerza a sus brazos antes de besarla.

Amber estaba sorprendida, así que abrió los ojos más grandes, pero su expresión feroz fue reemplazada por el asombro.

Parece que me tomó y besó a la fuerza de nuevo; ¡Eso es exactamente lo que pasó! La sensación suave de sus labios la sacó del trance en el que estaba.

Molesta, comenzó a golpearle la espalda para que la soltara.

¿Pero por qué lo haría? Jared no la había besado lo suficiente como para dejarla ir. En ese momento, había tomado la oportunidad para aprovecharse, así que no la soltaría hasta estar satisfecho. Al pensar en eso, le apretó la cintura con más fuerza.

Al principio, Amber tenía energía para luchar y le golpeó la espalda; pero cuando la apretó con más fuerza y la presionó contra su cuerpo, fue incapaz de seguir luchando como hubiera querido. ¡P%rvertido! Lo miró furiosa, pero, al final, se dio por vencida y se relajó, respondiendo a su beso. Los ojos de Jared reflejaron su petulancia cuando sintió que se había rendido ante él. De manera gradual, bajó la guardia y relajó el agarre de Amber.

Como era de esperar, Amber notó el sutil cambio y su mirada reflejó perspicacia. ¡Es el momento!

Entornó los ojos mientras sujetaba sus hombros y lo empujó hacia atrás. En el momento en que Jared fue empujado, se sorprendió por completo. Parpadeó, mirándola incrédulo mientras la observaba con detenimiento. ¡Me acaba de alejar!

No podía creerlo. Sin embargo, y aunque no pudiera creerlo, no tenía sentido pensarlo más. Había sucedido eso; Amber realmente lo había empujado. Por eso, bajó la mirada para ocultar la sorpresa mientras mantenía la compostura y volvía a ser el mismo de siempre, pero sin dejar de mirarla.

Amber se sintió culpable ante su mirada, así que dejó de arreglarse el cabello.

Parpadeó y le preguntó: “¿Por qué me miras así?”

“Jugaste sucio” murmuró Jared.

“¿Cómo jugué sucio?” A Amber le tembló el labio.

“Respondiste a mi beso a propósito solo para que bajara la guardia; y después, aprovechaste la oportunidad y me alejaste” dijo Jared mientras la miraba con aún más amargura. “No sabía que tuvieras un lado tan calculador”.

Asi es. Siempre que la bese de repente en el pasado, ella luchó.

Solo cuando dormimos juntos de noche, ponía un poco de resistencia antes de responder a mi avance. En otros momentos, en especial afuera, luchó sin responderme, Recién no me di cuenta, y la deje salirse con la suya.

“¡Nunca pensé que fueras tan astuta!”

Amber lo miró de forma engreída antes de decirle con astucia: “Incluso un tonto puede hacerse más inteligente después de haber sido atacado de sorpresa tantas veces, así que no puedes culparme por eso. Es tu culpa por besarme de pronto otra vez”.

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