Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1072

Capítulo 1072:

A fin de cuentas, no sabían que el Señor Brown había aceptado un soborno para crear falsos rumores sobre Amber.

Creian que no quería perderse esa noticia de última hora, pero resultaba que lo hizo porque se lo habían ordenado; su motivo era más horrible que publicar sobre escándalos populares. Estaban seguros de que Jared iba a vengarse de la compañía de una manera mucho más despiadada. Se rumoreaba que alguien influyente se preparaba para comprar Medios Ardilla y realizaría despidos antes de contratar nuevos empleados,

Internamente, ya se había confirmado que esa persona había arreglado que alguien se contactara con Medios Ardilla. Quizas era cierto que cambiaría el propietario de la compañía y que despediría a alguien.

Lo que más les preocupaba en ese momento era que sus nombres se encontraran en la lista de empleados que iban a ser despedidos.

Aquellas personas que estuvieron involucradas en la creación del rumor, ya fuera quienes lo publicaron, escribieron los artículos o editaron las fotos eran quienes más miedo tenían; detestaban al Señor Brown por haberlos arrastrado con él. Incluso si el hombre de Jared ya se lo había llevado a la estación de policía, no era suficiente para aliviar el odio que le tenían.

Sabían que no había nada que pudieran hacer en esa situación, lo único que esperaban era que enviaran al Señor Brown a prisión y que no los despidieran.

Amber no sabía que los empleados de Medios Ardilla estaban aterrados, dado que estaba siguiendo la situación en Internet. Sonrió al ver que los internautas atacaban a Comunicaciones Jones y a Medios Ardilla a la vez.

Ella no creía que estuviera mal regodearse de la desgracia de otras personas, después de todo, ella era la víctima a quien habían acosado en Internet y esas dos compañías eran las principales responsables. Solo expuso lo que habían hecho; era ojo por ojo. Dado que se atrevieron a calumniarla sin preocuparse por sus sentimientos ni por si se s%icidaba por no poder tolerar las críticas de los internautas, eso era prueba suficiente para demostrar que no tenían consciencia.

Una buena compañía consciente no crearía un falso rumor como ese solo para alcanzar sus objetivos egoístas.

Ambas compañías recibían su karma por sus propias acciones irresponsables. Además, deberían estar preparados para enfrentar la ira de los internautas algún día, dado que les gustaba utilizar medios tan sucios para lidiar con otras personas.

Mientras pensaba, vio que un internauta comentó sorprendido: ¡Entren a las últimas noticias del Presidente Farrell! Publicó un comunicado.

¿En serio? Voy ahora mismo.

¡Yo también!

Enseguida, la concurrida sección de comentarios de Amber, la cual recibía unos cientos de comentarios nuevos cada vez que actualizaba la página, se volvió más silenciosa. Solo había una decena de comentarios cuando volvió a actualizar la página, lo cual significaba que la mayoría de ellos fueron a las últimas noticias de Jared.

Antes, algunos ya se habían ido para esperar la publicación de Cole, por lo que ella creía que quienes se habían quedado eran sus fieles seguidores. No esperaba que la mayoría se fuera en cuanto Jared publicó su comunicado y solo quedaran unas pocas personas.

Por consiguiente, solo la minoría que se quedó eran sus fieles admiradores, mientras que los demás eran admiradores de Jared, ya que la mayoría abandonaron sus últimas noticias en cuanto él publicó su comunicado, A Amber le pareció bastante entretenida la situación y lo miró de manera inconsciente.

“¿Qué sucede?” le preguntó él al ver su mirada indefensa.

“Nada. Es solo que estoy celosa de usted, Presidente Farrell. Tiene tantos admiradores” dijo ella con el mentón elevado y mirándolo a los ojos.

No obstante, sintió que era justo que tuviera muchos admiradores, a fin de cuentas, era encantador, parecía un supermodelo, era tan adinerado que las personas comunes no podrían ni imaginarse la cantidad de dinero que tenía y emanaba un aura de realeza.

Sin embargo, Jared se sintió confundido por lo que dijo Amber.

“¿Admiradores? ¿Qué admiradores?”

Ella se sorprendió.

“¿No lo sabes?”

Tenían muchas personas que los apoyaban a ambos, así como también a muchos admiradores individuales en Internet. En resumen, ninguno de los dos era una celebridad, pero el número de admiradores que tenían se podía comparar con el de una.

Incluso Amber, que no se mantenía al tanto de la industria del entretenimiento, lo sabía, por lo que no podía creer que él no supiera nada al respecto.

“No”. Jared negó con la cabeza.

Ella se quedó callada, dado que sabía que le decía la verdad; no sabía que tenian admiradores en Internet.

Bueno, está bien si no lo sabe. Dado que a Jared le interesaban mucho menos que a ella las noticias del espectáculo, no tenia sentido, incluso si lo supiera. De todos modos, no podría interactuar con sus admiradores a diario como lo hacían esas celebridades y ella no podía imaginárselo haciéndolo.

“Está bien si no sabes. No es importante de todos modos”. Amber agitó la mano y continuó: “Pero en cuanto publicaste tu comunicado, muchos internautas fueron a tus últimas noticias”.

Él sacudió levemente el teléfono.

“Lo vi”.

“Déjame ver”.

Jared estaba a punto de entregarle el teléfono, pero ella le apartó la mano.

“No es necesario, usaré el mío. Continúa con lo que estés haciendo” dijo señalando su teléfono.

Al ver que no quería usar el suyo, él murmuró en un tono algo molesto. Era evidente que estaba decepcionado de que ella lo rechazara. Al verlo, Amber negó con la cabeza mientras sonreía, pero no tenía intenciones de persuadirlo en lo absoluto.

Sabía que solo fingía que estaba molesto y que quería hacerla cambiar de opinión con esa mirada de lástima. Estaba bastante segura porque habían sucedido situaciones similares antes. Después de que la hubiera engañado unas cuantas veces, ella había aprendido la lección.

Amber fingió que no se había dado cuenta de lo que hacía y continuó mirando el teléfono.

Cuando Jared la vio concentrada supo que su plan había quedado expuesto y que había fallado, por lo que su mirada se tornó macabra por un instante. Por supuesto que ella se dio cuenta de lo que sucedía a sus espaldas y tuvo que fruncir los labios para reprimir la risa, pero igual lo ignoró.

Al ver que su nuevo plan también había fallado, él solo suspiró y volvió a mirar su teléfono. Sin embargo, eso no evitó que emanara un aura que hacía que los demás supieran que estaba molesto.

Cole puso los ojos en blanco ante la escena. ¡Qué calculador! ¡Te lo mereces!

El comunicado de Jared era simple.

Parecido al de Amber, eran solo palabras y no mostraba ninguna evidencia, ya que nadie dudaría de su palabra ni se atreverían a hacerlo. Al principio, Amber se quedó atónita cuando leyó lo que escribió y se rio a carcajadas.

El comunicado decía: Soy Jared Farrell y comprendo la situación sobre el rumor en Internet; es ridículo y absurdo. Creo que cualquier persona con cerebro no lo creería. Además, mi mujer no es ciega y confío en que no me engañaría con un hombre que no se puede comparar conmigo en ningún aspecto. Por lo tanto, no dejaré que nadie que haya estado involucrado en la creación de este rumor se libre con facilidad y tomaré medidas legales contra ellos. Gracias. Sus serias palabras fueron suficientes para demostrarles a todos su determinación para hacer que la otra parte pague por lo que hizo.

Sin embargo, eso no era importante para los internautas; lo más importante era que estaban impactados y conmovidos por su comunicado.

¡Dios mio! Me encanta la frase: «mi mujer no es ciega y confío en que no me engañaría con un hombre que no se puede comparar conmigo en ningún aspecto” Si otra persona dijera eso, me burlaría de él por ser arrogante y le diría que debería mirarse en el espejo.

Pero como se trata del Presidente Farrell, no me pareció arrogante. En lo único que puedo pensar es que es un hombre seguro.

¡Yo también! Pensaría que cualquier otro hombre que dijera esto está loco, pero como se trata del Presidente Farrell, solo hace que me sienta conmovida. Seguro es la clase de hombre que los autores escriben en los libros. Esas mismas palabras no se sentirían igual si las dijera otra persona; sus palabras fueron tan fuertes y dominantes. Me encanta y debo decir otra vez que siento envidia de la Señorita Reed.

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