Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1058
Capítulo 1058:
Como persona inteligente que era, era imposible que ella no lo supiera; lo mismo ocurría con Jared. No obstante, ninguno tenía intención de aclararlo y mucho menos de alejar la atención del público de la noticia. Dada la situación, la única explicación que se le ocurrió a Cole era que la pareja estaba planeando algo. Si no, ¿Por qué lo retrasarían tanto tiempo? Sobre todo, en especial para Jared, cuya amada era la víctima de este escándalo.
Él la amaba y nunca haría la vista gorda ante los comentarios malintencionados que hacían sobre ella; sin embargo, no hacía nada al respecto y definitivamente había algo que estaba mal. Mi madre debió darse cuenta de eso. Por eso me impidió aclarar el malentendido y me hizo preguntarle a Amber para que no le estropeara el plan.
“Otros planes..”. murmuró Amber.
Cole asintió.
“Sí. Si no, ¿Por qué no aclaran este asunto para solucionar el tema?”
Mientras tenía sentimientos encontrados, ella sonrió.
“Sí los hay, pero depende de Jared.
Esto también es una prueba para él”.
Si no hubiera sabido que la autora intelectual era la nieta del Viejo Señor Jones, no lo habría soportado hasta ese momento, en realidad ya habría aclarado el asunto. Quería ver a Jared investigando a la mente maestra y ver cómo iba a tratar el asunto. En definitiva, era el momento crítico del que pendía su relación.
“¿Una prueba para Jared?” preguntó Cole sin entender lo que decia. “¿Por qué lo pones a prueba?
“Todavía no es el momento, pero pronto lo sabrás. Solo tienes que recordar que tengo mis razones” dijo tras pellizcarse el puente de la nariz.
Entonces se mordió la lengua mientras la miraba en silencio y unos segundos después, suspiró.
“Bien. ¿Qué puedo hacer si ya tienes tu plan? Aun así, creo que es mejor solucionarlo cuanto antes. No te mereces todas las críticas que estás recibiendo, pero… hay algo extraño”.
“¿Qué?” preguntó mientras levantaba la cabeza para mirarlo.
Luego, Cole se tocó el mentón y dijo: “Yo. Es un escándalo que nos involucra a los dos, pero nadie se ha dado cuenta que el hombre soy yo. Es extraño”.
Amber bajó la mirada.
“¿Qué tiene de extraño? La sociedad tiene un doble criterio para hombres y mujeres. Las mujeres tienen que soportar más que los hombres por el mismo error”.
“No puedo estar más de acuerdo.
¿Debo aclarar el asunto? No me importa que lo crean, al menos puedo lidiar con las críticas contigo. No puedo dejar que te encargues de eso sola, ¿Verdad?” Cole la miró fijo.
Ella no estaba segura de cómo responder a eso.
“Guau, alguien se ofrece como tributo al ciberacoso; es la primera vez. ¿No es una suerte que nadie reconozca que eres tú? ¿Por qué tienes que exponerte y dejar que te critiquen? No te hará bien a ti ni a Compañía Lyon”.
“Lo sé, pero ambos estamos involucrados en esto. No puedo dejar que lo asumas tú sola” expresó y luego frunció el ceño. Al oírlo, Amber sonrió.
“Cole, entiendo tu intención, de verdad que no hay problema. Es mejor que uno reciba el golpe en lugar de dos, ¿No? No te preocupes. Sé que intentas protegerme. Yo también siento lo mismo, pero no quiero que tengas problemas. Así que no tienes que intervenir en esto, puedo resolverlo por mi cuenta”.
“Pero…”. Tenía la intención de decir algo, pero en ese momento alguien abrió la puerta de un empujón; era Jared, que entró en la oficina con sus esbeltas piernas.
Amber se quedó atónita al verlo, tras lo cual se levantó de su asiento de forma inconsciente.
“¿Por qué estás aquí?
Mientras tanto, Cole se volvió para ver a Jared, que suspiró. A pesar de no decir nada, aquel hombre no le caía para nada bien. Aun así, era la persona que le gustaba a Amber y, por lo tanto, no podía ser quisquilloso como antes por muy enojado que se sintiera. Al menos debia ayudarla y, aunque no pudiera atacarlo, pensó que estaba bien ni siquiera dirigirle la palabra en lo más mínimo. Jared lo miró y luego desvió la mirada para caminar hacia Amber. Estaba desconcertado por la presencia de Cole allí, pero al pensar en el asunto de Internet, supuso el motivo de su visita.
Él siempre estaba listo cuando Jared estaba cerca, como si aquel hombre no supiera responder; sin embargo, eludirlo era el golpe más mortifero comparado con lanzarle críticas. Por eso, Jared solo se limitaba a mirarlo y nunca interactuaba con el, era como si fuera invisible.
“No aceptaste mi videollamada y me preocupé”. Se puso a su lado mientras le respondía con amabilidad.
Así que está preocupado por mi estado de ánimo porque no acepté su llamada. En ese momento sintió satisfacción, pero la preocupación por su futura elección se desvaneció.
Después de todo, eso era el futuro; al menos él se preocupaba por ella en ese momento y ella se alegraba de ello.
“Toma asiento”. Amber le ofreció la silla de su oficina antes de tomar otra para ella.
Él aceptó y se sentó.
“¿Estabas ocupada con algo? ¿Por qué no atendiste mi llamada?” preguntó mientras la miraba.
Tras disimular sus emociones y su mirada abatida, respondió con indiferencia: “Estaba ocupada, por eso no respondi”.
Él frunció los labios como si no supiera si estaba creyendo sus palabras. Luego, dijo: “Sé todo sobre el asunto que apareció en Internet. Siento haber hecho que te encargaras tú sola de él”.
Al oir lo que decía, Amber sintió un pequeño cosquilleo en su interior y sacudió ligeramente la cabeza.
“No es nada, pero hay algo que quiero saber. ¿Crees… lo que has visto?”
Cole se quedó atónito ante sus palabras, “Amber, ¿De qué estás hablando? ¿No era que sabías lo que él creía? Pero tú…”
“No. No me fío de esos artículos” interrumpió Jared y respondió con seriedad. “Los internautas son tontos y se lo creen, pero yo no. Sé que nunca harías algo así. Además, ¿Cómo podrían otros miserables hombres llamar tu atención cuando ya me tienes a mi?”
De forma bastante implícita, sus palabras iban dirigidas a Cole, lo que provocó que el hombre enloqueciera.
De repente, golpeó la mesa, se levantó y señaló a Jared.
“Jared Farrell, ¿A quién le dices miserable? ¿Quieres pelear conmigo?”
Se dobló las mangas, totalmente preparado para una pelea.
No obstante, el hombre levantó la mirada hacia él y le dijo con despreocupación: “¿Crees que tienes alguna posibilidad contra mí?” Esa no era una pregunta condescendiente.
Cole era más bajo y delgado, pero Jared había aprendido de combate; por eso, enfrentarse a unos cuantos a la vez no era un problema para él. Por otro lado, a juzgar por la pequeña figura de Cole, no parecía haber tomado tales lecciones. El hombre se encogió de hombros, apretó los puños y volvió a sentarse derrotado.
“Bien. No soy tu rival. Tú ganas” le respondió. A continuación, giró la cabeza hacia un lado, ya que ni siquiera quería mirarlo.
Mientras tanto, su disputa divertía a Amber, que se reía mientras se tapaba la boca.
“Basta, muchachos.
Tienen más de treinta años y sin embargo se pelean como niños de tres”.
Son tan infantiles y divertidos. Su sonrisa hizo que Jared se calmara e incluso Cole, que estaba muy enojado, se tranquilizó un poco. Amber miró a Cole para disculparse.
“Lo siento, te mentí. No se lo había preguntado a Jared hasta ahora, pero sabía que no lo creería. Por eso le respondi eso”.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar