Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1026

Capítulo 1026:

“Sí, estoy segura” Amber asintió sería para indicarle que en verdad había aprendido lo suficiente y que ya no lo necesitaba.

Al verla tan segura, el hombre sacudió la cabeza mientras reía a carcajadas.

“Muy bien toda tuya. Muéstrame lo que has aprendido”.

Quería ver si en verdad no lo necesitaba.

“No te preocupes no te defraudaré” sonrió su volteó y comenzó a tallar el resto de la calabaza.

Al ver que ya no le prestaba atención, Jared le dio unas suaves palmadas en la cabeza, se alejó y se apoyó en la pared con los brazos cruzados.

Amber se giró y lo miró con el ceño fruncido.

“¿Qué estás haciendo?”

“Nada. Sólo le estoy dando una lección a una desagradecida” respondió al mismo tiempo que se encogió de hombros.

“¿Por qué me llamas así?” Lo fulminó con la mirada.

“Tengo razón”. El hombre extendió los brazos “Acabo de terminar de enseñarte y me haces a un lado porque ya no te sirvo. Si eso no es ser desagradecida, entonces ¿Qué lo es? No sólo eso, sino que tampoco eres consciente”.

“Tú…” Amber no supo qué responderle al darse cuenta de que tenía razón.

Era cierto que, en cuanto creyó que había aprendido lo suficiente, lo apartó, lo que fue muy ingrato de su parte.

De repente, se sintió tan avergonzada que se sonrojó. Al verla, Jared no tuvo valor para continuar su sermoneándola, se acercó a ella y le acarició el cabello. Volvió a despeinarla luego de que ella se lo acomodara.

“Está bien, sólo estaba bromeando. No te lo tomes personal”.

Ella la apartó la mano de la cabeza, estaba malhumorada.

“Vete. No quiero hablar contigo”.

“¿De verdad?”

El hombre entre cerró los ojos mientras Amber los ponía en blanco.

“Sino quieres cenar más tarde, no me molestes más, ¿Acaso no tienes hambre?”

“Un poco”.

“Entonces hasta un lado y espera a que termine de tallarla para que podamos comer” Amber le hizo un gesto para que se apartara con una actitud grosera.

“Está bien” Se río en voz baja “No volveré a interrumpirte, continúa”.

Al verla tan impaciente, Jared se retiró y se alejó. Después de ver cómo el hombre le obedecía, Amber movió la muñeca y continuó tallando la calabaza con la cabeza agachada.

Sin embargo, pensó que sería sencillo porque acababa de aprender cómo hacerlo, pero por alguna razón, no resulta tan fácil como esperaba.

Al principio, con Jared guiándola, sus movimientos eran muy suaves y hábiles, pero ¿Por qué de repente se tornó tan difícil?

Cada vez que cortaba un trozo de calabaza, sentía una obstrucción que la detenía y no podía hacerlo con tanta facilidad como cuando Jared le ayudo.

Con él, cortaba la calabaza sin problemas, pero era notorio que tenía que hacer un mayor esfuerzo al no tener su ayuda. En menos de dos minutos comenzó a dolerle el brazo, en el mismo dolor que sintió cuando estaba tallando antes de que Jared llegara.

“¿Qué ocurre?”

Amber se detuvo de repente mientras miraba el cuchillo detalle que tenía en la mano, así como la orquídea de calabaza que estaba casi terminada, estaba consternada.

Cuando se inclina hacia atrás, el hombre vio que se había quedado inmóvil y le brillaron los ojos.

“¿Qué ocurre? ¿Terminaste de tallar?” Dijo con una sonrisa de satisfacción.

Amber abrió la boca pero no consiguió hablar hasta luego de unos segundos.

“No”.

“Entonces, ¿Por qué te detienes?” Sonreía de oreja a oreja.

Amber apretó el cuchillo y se quedó callada.

¿Por qué se detuvo? Por supuesto, porque estaba muy cansada. Al ver que estaba en silencio y se miraba el brazo, Jared se acercó sonriendo y le quité el cuchillo de tallar y la orquídea de calabaza.

“Bien, déjamelo a mí, te duelen los brazos ¿Verdad?”.

Amber lo miró sorprendida.

“¿Por qué…? Sabías que esto iba a suceder, ¿Verdad? Por eso me preguntaste si estaba segura.

Jared no le respondió y bajó la cabeza. Cuando comenzó a tallar le contestó.

“Eres una novata que nunca ha tallado antes. Aunque haya sorprendido un poco y lo básico, aún no eres consciente de la cantidad de fuerza o las habilidades que necesitas para tallar un objeto. Por eso estaba seguro de que en poco tiempo comenzarían a doler de los brazos, cuando comencé a aprender a tallar me ocurría lo mismo.

“Entiendo” Amber hizo una mueca porque no estaba contenta y observó la mano del hombre.

Mientras lo veía tallar con suavidad el trozo de calabaza volvió a preguntarle.

“Podía tallarla con facilidad apenas comencé, pero ¿Por qué no pude continuar así?”

“La respuesta es bastante sencilla, porque yo te ayudaba al principio y te guiaba la mano. Era yo quien hacía fuerza para detallar la calabaza por eso estabas tan relajada y no fue tan fácil que continuaras cuando dejé ayudarte”.

En ese momento, Amber se quedó en silencio se sentía una tonta.

Comprendió por qué cuando estaba con Jared logro taller con tanta facilidad y sin ningún problema; se debía a que él ejercía fuerza a sus espaldas.

En otras palabras, él había hecho todo el trabajo durante su tiempo, mientras que Amber creía que había aprendido, en realidad el estaba intentando complacerla.

Sin embargo, lo dio por sentado y pensaba que en verdad había aprendido a hacerlo ella sola, por eso fue tan egocéntrica y complaciente al respecto.

Amber se cubrió el rostro “Te estabas burlando de mí, ¿Verdad?”

“No” respondió sonriente.

“No te creo” murmuró.

Jared sobre los restos de calabaza que tenía en la mano y le contestó.

“Muy bien terminé ¿Qué me parece?”

A Amber le brillaron los ojos al ver el trabajo finalizado “Es preciosa”.

Tomo la calabaza sonriente y la observó en detalle. Jared estaba lavando el cuchillo de talla para guardarlo. Al escucharlas, no pudo evitar sonreír de oreja a oreja.

“Me alegra de que te guste, si tienes tiempo en otro momento. ¿Te gustaría aprender a tallar? Puedo enseñarte”.

“Está bien” Amber colocó la orquídea a un lado del plato y asintió feliz, “Algún día yo lograré tallarlo y no volveré a hacer el ridículo delante de ti”.

“Entonces está decidido vamos a comer” Jared le quito el plato.

Amber salió de la cocina tras él, cuando llegaron a la mesa de la sala de estar, dejó el plato, luego acercó una silla y dio unas palmadas al respaldo. Al verlo, se acercó y se sentó, sabía que él había sacado la silla para ella.

Luego, el hombre se dirigió al asiento de enfrente y se sentó. Sacó una servilleta y se limpió las manos, luego miró los platos espléndidos que había en la mesa.

De repente, le pregunto lo que quería saber desde el momento en que entró en el departamento.

“¿Qué estamos celebrando?”

“¿A qué te refieres?” Amber le sirvió un poco de jugo a Jared y se lo entregó.

Después de tomar el vaso, lo colocó a un lado y señaló el festín que había sobre la mesa.

“Por lo general comemos la mitad de lo que hay aquí ¿Cuál es la ocasión especial de este día?”

Solo en este momento, Amber comprendió lo que quería decir. Le estaba preguntando que celebraban porque ella había preparado mucha comida.

“Nada” dijo sonriente, “Sólo pensé que estabas ocupado, últimamente mes has acompañado y no has ido al Grupo Farrell con frecuencia, lo que provoco que estuvieras tan atareado que no pudieras responder mi llamada. Me sentí un poco culpable, así que decidí cocinar unos cuantos platos más para compensarte. Vamos, prueba un poco dime que tal están”.

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