Embarazada de una noche con el Alfa
Capítulo 95

Capítulo 95:

«Pensé que me vendría bien pasar un momento a solas y aspirar un poco de aire fresco», respondí con voz baja. Ya no podía soportar más momentos dramáticos. Solo quería apartarme de todo aquello y encontrar algo de sosiego.

«De verdad me sorprende que todavía estés en el palacio», dijo Ayana, sin la falsa cortesía de Lily. «Al fin y al cabo, a todos les resulta desagradable tu presencia».

Preferí guardar silencio ante su rudo comentario, pues no tenía el menor deseo de pelear con ella.

«Es lamentable que hayas venido esta noche», prosiguió. «Todo el mundo sabe que tu presencia aquí está fuera de lugar. El príncipe Marco ostenta el título de Segundo Príncipe de Mador, mientras que tú no puedes vanagloriarte de nada. Eres solo un caso de caridad, por decir lo menos, y un error horrible», dijo crudamente. «Puede que se complazca en hacer que luzcas tus mejores galas y que se deleite bailando contigo, pero no puedes engañar a nadie; todos saben que eres un ser insignificante».

Sus palabras me hirieron profundamente. Apreté con fuerza mi bolso, tratando de mantener la calma.

«Es una pena que tu matrimonio esté destinado al fracaso», continuó. «La ruptura de Lily y Marco fue escandalosa, pero seguramente acabará por hartarse de ti y abandonarte; será algo patético», añadió.

«No me cabe la menor duda de que te regodearías en nuestra separación», respondí con suavidad, pero mostrándome firme. «Seguramente te sentirías tan feliz como cuando Marco y Lily rompieron. Supongo que es difícil aceptar la idea de que el chico que te gusta prefiera a otra chica.»

Me sorprendí a mí misma por haber hablado con tanta vehemencia. No me había mostrado agresiva, solo lo suficientemente a la defensiva como para que Ayana me mirara boquiabierta.

Aquella noche habían sucedido demasiadas cosas. Tenía el corazón compungido y en carne viva debido a todo lo que me había enterado. Había tratado de evitar una confrontación, pero esta vez las cosas habían ido demasiado lejos y no pensaba quedarme de brazos cruzados mientras ella hacía tales críticas insultantes sobre mi matrimonio. No solo me estaba insultando a mí, sino también a…

«Marco, y el hecho de que lo atacaras me molestaba tanto que no podía permanecer callada.»

«¿Qué te refieres?», repuso con brusquedad, mientras sus ojos, desmesuradamente abiertos, iban de mí hacia Lily.

Hacía comentarios despreciativos sobre mí, dispuesta a destrozarme la cara, pero no me amilané. Al pensar en todas las vicisitudes que Marco había logrado soportar, encontré en mi interior una valentía que hasta ese momento no había creído poseer.

Su padre había traicionado a su madre, es decir, había repudiado a su compañera predestinada; era el mismo acto de traición que Lily había perpetrado al abandonar a Marco para convertirse en la compañera de Eric. Marco había soportado el dolor y la injusticia, pero se sobrepuso a la adversidad y tuvo la amabilidad de casarse conmigo y rescatarme. Así que me dolía en lo más profundo del corazón escuchar que calificaba nuestro matrimonio de patético.

«Siempre te has sentido atraída por Marco, ¿no es cierto? Incluso cuando estaba saliendo con tu amiga, Lily. Supongo que me detestas porque no puedes soportar la idea de que esté casada con el hombre por el que sientes obsesión», repuse.

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