Embarazada de una noche con el Alfa -
Capítulo 46
Capítulo 46:
Al parecer, Eric estaba encantado de verme, pero yo no compartía su entusiasmo, así que simplemente esbocé una sonrisa forzada.
Me dolía profundamente ver a Lily y Marco juntos, de modo que la alegría que sentí al ser presentada ante todos como su esposa se desvaneció rápidamente.
Intercambiamos cortesías y luego dos acomodadoras me condujeron a otra estancia, donde me entregaron aquellos pendientes tan especiales, mientras Marco se encargaba de pagarlos.
«Aquí tiene, señora», me dijo una de ellas con una sonrisa luminosa mientras me entregaba una pequeña caja. «Los pendientes Marie Gorriete.»
«Gracias», respondí, y luego tomé la cajita.
A continuación, las acomodadoras salieron de la estancia para que pudiera tener un poco de privacidad.
Abrí la caja acolchada lentamente y vi que contenía un par de aretes cuidadosamente dispuestos.
Los pendientes Marie Gorriete lucían aún más hermosos de cerca que cuando los había visto desde lejos, exhibidos en el estrado.
Las raras piedras de las cuales estaban hechos habían sido trabajadas con esmero, dando como resultado un diseño fascinante.
Aquellos aretes eran tan extraordinarios como mi atavío.
Los saqué lentamente de la caja para examinarlos detalladamente y entonces advertí que dentro de la cajita había una pequeña nota escrita a mano.
Iba dirigida a Lily, y la firma de Marco estaba estampada en ella.
«Para mi gran amor», leí.
Entonces me di cuenta de que aquellos aretes no solo eran una reliquia familiar, sino además una prueba fehaciente del vínculo amoroso existente entre Lily y Marco, lo que les daba a estos últimos un inapreciable valor sentimental.
Ya había perdido interés en contemplar de cerca los aretes, pues si lo hacía, mi dolor sería seguramente insoportable.
Cuando, hacía tan solo unos momentos, Marco me había presentado ante todos como su esposa, había pensado que realmente sentía amor por mí y que lo que lo movía a desposarme conmigo era su deseo…
de pasar el resto de su vida conmigo; estaba convencida de que era especial para él.
Pensaba que mi suerte había cambiado, que por fin había encontrado mi alma gemela.
Pero mis ilusiones se habían derrumbado; en realidad Io único que sentía por mí era lástima al verme en un estado deplorable: solo se casaría conmigo por lástima, Se resistía a apartarse de mi porque llevaba en mi vientre al hijo que habia engendrado.
Tal vez al casarse conmigo solo se comportaba vengativamente con Lily.
De manera que mi suerte no había cambiado en absoluto; mi vida seguía siendo tan miserable como siempre.
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