Embarazada de una noche con el Alfa
Capítulo 38

Capítulo 38:

Eso me hizo seguir su mirada.

«¡Esto es imposible!», exclamé.

Allí estaba Tanya, vestida con el legendario Tesoro de la Tienda, esperando junto a la puerta principal.

Ella se veía tan hermosa que Brandon no podía dejar de mirarla.

Una ira intensa, alimentada por los celos, ardió dentro de mí.

Así que me dirigí lentamente hacia ella.

«¡Ey, tú! ¡Miserable!», gruñí, jalándola del brazo. «¿Cómo le hiciste para robar ese atuendo y colarte aquí sin ser detectada? ¿Qué haces aquí? ¿Viniste a seducir a Brandon?»

«No», tartamudeó ella, muy sorprendida al verme. «Estoy aquí con…»

«¿Con quién? ¿Con el tonto que te salvó de Rick?», pregunté con tono burlón. «¿Pretendes hacerme creer que los invitaron? Puede que tu amante sea un comerciante rico de la capital, pero no es un Alfa y definitivamente no pertenece a la realeza.»

«Pero…»

«¿Cómo te atreviste a colarte en este evento real para robarte a mi novio?», continué con una sonrisa desafiante.

«No vine a eso, yo…»

«Muéstrame tu invitación», exigí, riéndome de ella, confiada de que no tendría una. «Si realmente estuvieras invitada, la tendrías contigo.»

«Yo…

Yo no tengo una.»

«Lo sabía», me reí con desdén. «No importa lo que hagas, siempre serás una esclava, la hija de una madre sustituta que nunca llegará a nada.»

«Brandon, querido», llamé a mi novio.

«Entremos mientras esta miserable se pudre en el frío.»

Envolví mis brazos alrededor de mi novio para mostrarle que ahora él era mío y que no había nada que pudiera hacer al respecto.

Estaba a punto de entregarle mi invitación al empleado de la puerta, cuando de repente él habló con alguien por el auricular que tenía en la oreja.

Rápidamente se disculpó conmigo y se volvió hacia Tanya.

Entonces, me sentí satisfecha al pensar que la habían descubierto y echado a la calle.

Sin embargo, para mi sorpresa, comenzó a adularla, como si ella fuera una dignataria muy importante, mientras a mí me ignoraba por completo.

Nunca había sentido una humillación como esa.

Mientras ese hombre guiaba a Tanya hacia el interior del evento, nos dejó a Brandon y a mí en el frío.

En ese momento, prometí que ella pagaría un alto precio por esa afrenta.

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