Embarazada de una noche con el Alfa
Capítulo 341

Capítulo 341:

Punto de vista de Tanya.

Me encontraba ataviada con el vestido más hermoso que jamás había visto en mi vida. El corpiño, en forma de corazón, estaba cubierto con magníficas pedrerías y cristales que brillaban y resplandecían con cada uno de mis pasos.

El corsé abrazaba mi figura y se conectaba con enormes mangas de ángel que se deslizaban más allá de mis muñecas. La parte inferior se desplegaba a mi alrededor en capas de un fulgurante tono verde esmeralda. Y el velo, que cubría mi cabeza, caía en cascada, formando una larga cola digna de la realeza.

Para una Reina.

No pude evitar mirarme al espejo con incredulidad, percatándome de que mi cabello, recogido en un pequeño moño apretado, con algunos mechones sueltos, enmarcaba mi pequeño y fino rostro.

Consideré, entonces, todos aquellos eventos que me habían conducido a este preciso momento, desconcertándome. La Tanya de dieciocho años nunca habría creído que estaría parada aquí hoy, a punto de contraer nupcias con el Rey de Mador, a punto de ser declarada Reina.

Y así, no pude evitar que mi mente divagara hacia los días anteriores, recordando cómo la muerte de la anterior soberana realmente salvó a Cathy, la única hija que le quedaba a Joseph. Esa pérdida, aunque dolorosa, le permitió despertarse de su letargo, débil, pero viva y mejorando cada día.

Por supuesto, Eric seguía atribulado, sintiendo su culpa cada vez que nos encontrábamos. Se culpaba enormemente por lo sucedido. De hecho, creía que su excesiva sed de poder y avaricia habían sido los detonantes de todo lo acontecido. Inevitablemente, había cambiado mucho debido a ello, luciendo cada vez menos interesado en obtener el trono.

A pesar de su traición (ya que admitió su culpa y ayudó a Marco a derrotar a Dorian), se le concedió clemencia en su sentencia. Fue despojado de su título real y expulsado del Reino de Mador, al menos por unos cinco años. Con toda honestidad, su intromisión en la magia le valió un destino mucho peor que su condena, ya que sus poderes licántropos comenzaron a desvanecerse. Supongo que fue debido a que había utilizado sus poderes a través de medios no naturales, permitiendo que la oscuridad lo envolviera por completo.

Aunque existía una creencia más supersticiosa, se decía que la Diosa de la Luna le había arrebatado su don como castigo por sus acciones. En cualquier caso, no sabíamos hasta qué punto esto le afectaría ni cuánto tiempo duraría. De hecho, habíamos consultado varios libros relacionados con el tema, y encontramos teorías que indicaban que la hechicería seguiría invadiendo su cuerpo y, eventualmente, lo mataría en unos años. O, por el contrario, que todo esto era temporal y que tarde o temprano sus poderes retornarían. Sin embargo, no había forma de saberlo con certeza.

Cabe mencionar también que, después de que Joseph se enterara de que Dorian era su hijo, y de que sus tres hijos se habían ido a la guerra debido a sus actos, parecía haber envejecido una docena de años.

Todo esto, debido a la carga de arrepentimientos y culpas. El veneno que alguna vez había consumido su cuerpo lo había debilitado, y lo que antes era una fortaleza se desmoronaba. El tormento mental lo afectaba aún más, empeorando su condición. Temiendo que no le quedaran muchos años de vida, sintió que ya no estaba capacitado para gobernar. Así que, antes de que eso ocurriera, cedió el trono a Marco.

En cuanto a Lily, una vez más fue enviada a prisión. Y esta vez, sería de por vida. No creía que pudiera escapar nuevamente, sobre todo porque se había vuelto completamente desequilibrada. Según los rumores de las sirvientas, durante el viaje de regreso al calabozo del palacio, se limitaba a gritar repetidamente: «¡Soy la reina, soy la reina!».

No obstante, nada de eso importaba ahora. Me casaba con el amor de mi vida. Todo lo que habíamos trabajado y luchado por conseguir, finalmente regresaba a nosotros.

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