Embarazada de una noche con el Alfa -
Capítulo 234
Capítulo 234:
“¡Alguien tráigame agua!”.
Un par de segundos pasaron y Caspian se acercó corriendo para entregarme un vaso.
El anciano comenzó a beber y luego se echó a reír mientras seguía tosiendo.
Nunca entenderé cómo era capaz de mantenerse tan alegre a pesar de estar en una situación tan grave.
«Bueno, ya era hora. Tanya, me gustaría hablar contigo en privado, por favor».
Asentí de inmediato y me coloqué detrás de él para poder alejarlo de los demás.
Lo llevé a la parte más soleada que pude encontrar y tomé una de las sillas que estaban ahí para poder sentarme a su lado.
El lugar estaba muy tranquilo y los árboles fueron los únicos testigos de nuestra conversación.
«Marco es el padre de Claire, ¿cierto?». Volteé a verlo sorprendida.
«Vi la forma en que lo miras, Tanya, la forma en que ambos están en sintonía. Fue por eso que pedí ser testigo de su unión. Sabía que le pedirías que se hiciera pasar por tu novio el día de hoy».
Me sentí como una tonta cuando el señor Barlow reveló la verdad.
Sin embargo, él continuó diciendo: «Espero que algún día puedas reunir el coraje necesario para decirle la verdad. Tú y Claire merecen ser felices. Estoy seguro de que eres lo suficientemente valiente como para algún día reunirte con él una vez más. No pierdas el tiempo con cosas que no importan, tienes que luchar por ser feliz, Tanya. Lucha con todo tu corazón».
Sus palabras me conmovieron enormemente.
«Puede que no me creas, pero para mí tú has sido como un padre».
«Y para mí tú eres como una hija y te deseo solo lo mejor.
Sin embargo, hay algo que debo contarte.
A pesar de que nunca tuve un hijo biológico, sí tuve uno adoptivo».
Pude ver cómo, al revelar esa información, algo dentro de él cambió.
El hombre hizo una pausa, parecía estar debatiéndose entre si debía seguir hablando o no.
Un par de segundos después, finalmente dijo: «Te considero una hija y creo que tienes derecho a saber la verdad antes de que muera.
Soy un híbrido entre un mago y un hombre lobo.
Cuando era joven y estúpido, era una persona terrible.
Era cruel y despiadado con cualquiera que se me opusiera.
Debido a mi condición, ninguna manada me quería y fue por eso que decidí formar una yo mismo, una en donde únicamente hubiera renegados de sangre mixta como yo».
No pude evitar levantar las cejas ante su confesión.
«Un invierno hace muchos años, encontré a un niño que había sido abandonado.
En cuanto lo vi, me sentí identificado con él.
Fue por eso que decidí adoptarlo y enseñarle gran parte de la magia negra que había aprendido a lo largo de mi vida.
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