Capítulo 21:

De todas formas, ambas nos ignoramos y yo seguí mi camino.

Miré mi reloj de pulsera y me di cuenta de que Tanya estaba regresando temprano a casa, lo cual era muy sospechoso.

Ella amaba crear perfumes.

A menudo, se quedaba tanto tiempo en la perfumería que Malik tenía que obligarla a regresar a casa.

«¿Por qué vuelve tan temprano de trabajar?», me pregunté.

Me metí en la casa sigilosamente y observé a mi hermana, que corría hacia adentro como si su vida dependiera de ello.

«Probablemente está presionada y necesita usar el baño», pensé para mis adentros, y me dispuse a irme.

Me detuve de pronto, pensando que en la perfumería tenían uno.

¿Por qué vendría hasta aquí para usarlo? Sospeché que algo estaba pasando y me escondí junto a la puerta.

A los pocos segundos, mi hermana salió con una expresión de pánico en el rostro.

Luego se metió apresuradamente en su recámara y, unos segundos después, salió corriendo de la casa.

Cuando estuve segura de que no volvería, salí de mi escondite y me metí en su habitación para buscar algo que me indicara qué estaba pasando.

«Lo sabía», grité al encontrar una tira de predicción de embarazo recién usada. «¡Va a tener un hijo!», me dije en voz alta.

Un plan se formó rápidamente en mi mente y llamé a Rick, el rico empresario que estaba enamorado de mi hermana.

Era hora de volver a negociar.

Punto de vista de Marco

«Detente, Manuel», gruñí, dirigiéndome a mi lobo.

Había estado quejándose interminablemente de que dejé ir a esa chica sin pedirle su información de contacto.

«¿Para qué necesitamos saber quién es?», pregunté.

«Porque es una buena chica», escuché la voz de Manuel, es decir, la sentí dentro de mi mente.

Él es mi lobo, y mi más fiel compañero.

Desde que se manifestó, hemos sido inseparables y lo compartimos todo.

Aunque se ha vuelto un poco independiente de mí, compartimos casi los mismos sentimientos, emociones y pensamientos.

Es independiente solo en el sentido de que puede regañarme todo lo que quiera.

Lo que ha estado haciendo durante mucho tiempo.

Como Manuel es parte de mí, puedo escuchar sus pensamientos como si me estuviera hablando, aunque no exista una voz. Él puede escuchar…

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