Embarazada de una noche con el Alfa -
Capítulo 168
Capítulo 168:
Punto de vista de Tanya
Me senté en una de las habitaciones, hundiendo mi cabeza entre mis manos, abrumada por la confusión. ¿Era aquello posible? ¿Por qué aquellos buenos momentos se esfumaban de repente?
Mientras estaba allí, sumida en un pozo sin fondo, de repente escuché el taconeo de alguien que entraba en la habitación.
De inmediato me di cuenta de que se trataba de la persona a la que menos me apetecía ver.
Alcé la mirada lentamente y vi a Lily.
Ya podíamos dejarnos de formalidades.
Ambas habíamos jugado nuestras mejores cartas, pero desafortunadamente era Lily quien, a la postre, había salido victoriosa. Por ello, no me sorprendió que fuera al grano.
«Me he dado a la tarea de revisar los libros antiguos, que contienen arcanos, y por fin he conseguido hallar una manera de deshacer la maldición que pesa sobre Marco, para de ese modo lograr salvarle la vida», declaró.
Si bien me proporcionaba un enorme alivio saber que su vida ya no corría peligro, lo cierto era que la solución a su desgracia haría que me resultara difícil conservar mi equilibrio mental.
«El ingrediente esencial de la poción que deshará la maldición es la sangre de su compañera predestinada. De hecho, si se expone constantemente a sangre diferente a la de su compañera, ello exacerbará los efectos del hechizo», explicó a continuación.
Abrí los ojos desmesuradamente al escuchar aquella sorprendente declaración.
Las gotas de mi sangre disueltas en el perfume que Marco usaba para lograr conciliar el sueño debían haber hecho que los efectos de la maldición fueran aún peores, así que yo era la culpable de su tormento.
De no ser por mí, se habría encontrado en perfectas condiciones, pero tristemente estaba luchando por sobrevivir.
Las lágrimas corrían lentas y tristes por mis mejillas, y luego caían sobre mis dedos.
Mi rabia y mi sentimiento de culpabilidad crecían mientras se volvía hacia mí y me lanzaba una mirada que traslucía su noble condición; no me cabía la menor duda de que estaba mirando fijamente a los ojos a la futura soberana del reino de Mador, la verdadera compañera predestinada de Marco.
No podía dejar de mirarla; su actitud suponía un paso más hacia el desastre para nuestro amor.
«Seré generosa y te daré la oportunidad de salvarlo.
Todo lo que debes hacer es no involucrarte más con él, abandonar la capital para siempre, y jamás te atrevas a revelarle el verdadero motivo de tu partida.
Si verdaderamente lo amas, entonces propenderás por su bienestar y buscarás salvaguardar los intereses del Reino», observó.
Siempre había sido consciente de cuán injusta era la vida, pero, ahora que no tenía otra opción que ser un oscuro personaje para él, pensaba que el destino se había ensañado conmigo.
«Si aceptas mi oferta, salvarás su vida, así que es lo más prudente», concluyó.
Absorta, sin poder creer mi aciago destino, apenas si oí el resto de su declaración.
«Será mejor que bebas un poco de agua; ahora cálmate y medita mi propuesta», señaló.
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