Embarazada de una noche con el Alfa
Capítulo 148

Capítulo 148:

Por dentro sabía que ella estaba sonriendo ante lo bien planeado que estaba todo.

Como reacción, me alejé de Marco para declarar mi inocencia.

«Pero… pero nunca robé sus creaciones. Son todos mis perfumes originales».

El investigador de Lily abrió su expediente y le entregó páginas y páginas de imágenes y notas, que mostró al público y a los jueces.

Las imágenes en particular me mostraban trabajando allí, y las notas mostraban mi contrato de empleada.

«Aquí hay pruebas reales identificables de que ella estuvo en la tienda de Malik y trabajó en estos perfumes ella misma. Ella estaba copiando mi trabajo».

Desde detrás de mí, oí voces.

Algunos no me creían en absoluto, mientras que otros estaban demasiado conmocionados para hacer comentarios.

Mis lágrimas amenazaban con derramarse, ya que nadie parecía creerme.

Todas las pruebas caían a favor de ella, y yo no tenía nada que mostrar para demostrar que no era culpable.

Fue entonces cuando, de repente, me di cuenta de que todos los problemas que había tenido en la competición, todos los percances y «accidentes», debían haber sido intentos de ella por sabotear mis creaciones e impedir que ganara.

Me sobrecogía recordar el olor familiar que sentí aquel día en el expositor de perfumes de la empresa.

No podía estar del todo segura, pero si lo que mi instinto me decía era cierto…

Entonces pudo haber estado copiando mi trabajo en secreto todo el tiempo. ¡¿Pero cómo?!

El penoso asunto acabó atrayendo la atención de la familia real, que entonces se vio involucrada en el juicio de este incidente.

La multitudinaria asamblea tuvo lugar en el palacio, en una gran sala que reproducía la de un juzgado, ya que la familia real solía encargarse de llevar a cabo grandes juicios sobre asuntos que involucraban al reino.

Debió de haber sido algo exponencial, ya que había tanta gente en el recinto.

Me sentía sola en una cabina, muy nerviosa y asustada.

Lily se sentó justo enfrente de mí, en el otro extremo de la sala, manteniendo la calma y la serenidad.

Los miembros menores de la realeza estaban sentados en largas filas de bancos de madera que nos rodeaban en arco.

Y en la parte superior de la sala había una larga mesa de madera, con una silla para cada miembro de la familia real reinante: el Rey, la Reina, el Príncipe Eric y, por supuesto, el Príncipe Marco.

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