Embarazada de una noche con el Alfa
Capítulo 147

Capítulo 147:

«¿Pero cómo puede ser esto? Llevo muchos años siguiendo los progresos de Lily y sus competiciones. Nunca ha perdido», exclamó, mientras la mujer a su lado asentía con la cabeza, murmurando en voz baja. «Es increíble, ¿cómo puede perder contra una don nadie como Tanya?»

La sorpresa y la inquietud del público crearon un ambiente incómodo de murmullos y maldiciones silenciosas, pero ninguna de ellas parecía molestarme.

Gané. Con gran júbilo, corrí por el escenario hacia la única persona que importaba. Corrí a los brazos de Marco y le di un fuerte abrazo de alegría.

Cuando hice eso, por fin el público pareció aceptar su derrota y rompió a aplaudir a mi alrededor.

Entre los brazos de Marco, aprecié el momento de gloria mientras por fin me aclamaban. Mientras lo abrazaba, era capaz de ver por encima de su hombro. De alguna manera, mi mirada distinguía a Caspian del resto de la multitud, probablemente por la forma en que me estaba mirando.

Sus ojos color avellana brillaban con una extraña forma de fascinación, con deseo, mientras me sonreía con asombro directamente a mí. Y en ningún momento parecía mirar a otra parte que no fuera a mí, inamovible, como perdido en sus pensamientos mientras… aplaudía inconscientemente.

Su mirada me desconcertaba un poco, pero suponía que era en agradecimiento por haberle ayudado a proteger a su manada y a salvar el árbol. Así que le devolví la sonrisa y le hice un gesto con la mano.

Y no pude evitar reírme cuando se dio cuenta de que lo estaba mirando. Él salió cómicamente de su aturdimiento, ajustando rápidamente la mirada lejana en sus ojos mientras sonreía y me devolvía el saludo, tratando de parecer más reservado en sus acciones de elogio.

Todo estaba saliendo tal como esperaba y resultaba maravilloso.

Eso fue hasta que la voz de Lily sonó en el local: «Un momento, el ganador del concurso de perfumes no puede ser otorgado a un imitador…»

Los ojos de todos se posaron en ella cuando se acercó a la parte delantera del escenario, y de entre la multitud salió un investigador de aspecto profesional que se acercó hasta situarse a su lado.

Sostenía un expediente y llevaba una bolsa que depositó sobre una de las mesas. El contenido dejó al descubierto unos perfumes que puso en el suelo.

«He hecho una investigación detallada de la perfumería de Malik donde Tanya solía trabajar».

Mi cuerpo se estremeció de incertidumbre, de pie junto a Marco, mientras me giraba para mirar a Lily, quien continuaba dirigiéndose a los jueces y al público.

«Estas son muestras de perfume que se venden en la tienda de Malik», dijo mientras se las entregaba a los jueces. «Como pronto se darán cuenta, muchos de estos perfumes huelen exactamente igual que mis creaciones de perfumes ganadoras de concursos anteriores».

El silencio anterior se disipó mientras la multitud murmuraba y susurraba entre sí. Cada uno de los jueces recibió una muestra, la olió y asintió con la cabeza, instándola a continuar.

«No sé cómo Tanya consiguió las recetas de los perfumes, pero está claro que ha estado copiando mi trabajo en secreto. Y por eso, espero que reconsideren concederle la victoria, ya que una imitadora no merece el primer puesto».

Al expresar sus últimos pensamientos, su mirada se desvió hacia mí, con una fría y pulida expresión que nadie más que yo pudo discernir.

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