El regreso de la heredera adorada -
Capítulo 662
Capítulo 662:
El odio en los ojos de Jada se intensificó. Miró fijamente a Susan, sintiendo como si su mundo se derrumbara a su alrededor.
Susan dijo entre dientes apretados: «Jada, te juro que tendrás lo que te mereces».
En ese momento, se apagó la luz del quirófano.
Esteban, aún en la camilla, fue empujado hacia afuera. El médico dijo: «Afortunadamente, no era mortal. Debería despertarse pronto».
Susan respiró aliviada, con lágrimas en los ojos mientras miraba a Esteban. Lo siguió a la sala VIP.
A Jada también la llevaron a la sala, todavía arrodillada en el suelo con el rostro pálido.
Elaine y Glenn se quedaron en la sala para acompañar y consolar a Susan. Susan sintió calor en el corazón.
Aunque no tenía madre, Elaine y Glenn la trataban como a su propia hija.
«Elaine, deberías irte a casa a descansar. Como mi padre ya está bien, yo puedo cuidarlo aquí», le dijo Susan a Elaine con dulzura.
Elaine asintió, reconociendo que demasiada gente en la sala perturbaría el descanso del paciente. Pidió a Dane que se quedara con Susan y se marchó con Glenn.
En ese momento, Mara también estaba en el hospital.
Tras recibir un tratamiento de urgencia, había entrado en coma. Sin embargo, sin que nadie lo supiera, hacía tiempo que se había despertado y fingía estar inconsciente.
Mara llevaba una eternidad esperando, pero nadie venía a visitarla. Finalmente, abrió los ojos y miró alrededor de la habitación vacía del hospital. Su corazón hervía de rabia mientras en su mente se arremolinaban maldiciones dirigidas a Esteban.
¿Tenía tanta sangre fría? Incluso en su estado, ¡no se molestaba en ir a verla!
Frustrada, Mara cogió el teléfono con la intención de enviarle un mensaje. Pero la pantalla se llenó de noticias sobre él.
«Esteban tuvo un accidente de coche», leyó, con una retorcida sensación de satisfacción.
Después de toda su crueldad, le vendría bien que estuviera muerto. Si moría, todo -la riqueza, los bienes de la familia- sería suyo. Se permitió un breve momento de complacencia, sintiéndose casi satisfecha.
Pero su expresión de suficiencia se congeló cuando hizo clic en el artículo.
¿La persona que había golpeado a Esteban era Jada?
Las fotos de la escena aparecieron en la pantalla y Mara reconoció al instante a su hija. Le temblaron los dedos al seguir avanzando.
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