Capítulo 647:

«¿Quién es ese hombre? Está teniendo una aventura?». Preguntó incrédula Madisyn, aún procesando el impactante descubrimiento. Esteban era un buen hombre, y Mara tenía suerte de tenerlo. Pero Mara no parecía apreciarlo: tenía una aventura. ¿En qué estaría pensando?

Andrew guió a Madisyn hasta su mesa. Después de ayudarla a sentarse, dijo: «Esteban y su primera esposa estaban profundamente enamorados. Su historia de amor era la comidilla de Ansport».

Madisyn pensó un momento. ¿Cómo podía Esteban tener una hija con otra persona tan poco tiempo después de la muerte de su primera esposa?

«Jada no es hija de Esteban», concluyó Madisyn casi de inmediato.

Andrew la miró con admiración. «Esa era mi sospecha. Pero después de lo que hemos visto hoy, parece probable que sea cierto».

Madisyn envió inmediatamente un mensaje a Susan. «Susan, ¿puedes conseguirme un mechón de pelo de tu padre?».

Susan respondió: «Claro que puedo. Pero, ¿para qué lo necesitas?».

Madisyn no pretendía ocultar su razonamiento a Susan, así que le explicó su teoría.

Susan se quedó estupefacta.

Si Jada realmente no era hija de Esteban, entonces Mara había sido increíblemente audaz al engañar así a Esteban.

Pronto llegaron los camareros con sus pedidos. Madisyn dejó el teléfono y disfrutó de la comida con Andrew.

Mientras estaban sentados uno frente al otro en el restaurante con luz tenue, Madisyn no pudo evitar robar miradas a Andrew. Esta noche parecía guapo y amable, sirviéndole atentamente la comida y las bebidas.

Madisyn sonrió juguetonamente. «Sabes, creo que serías un gran mayordomo».

«Podría serlo. Pero sólo para ti», respondió Andrew con una sonrisa.

Madisyn sonrió, divertida.

Después de cenar, sintiéndose agradablemente llenos, decidieron dar un paseo juntos.

Al salir del restaurante, les envolvió el aire fresco y refrescante de la noche. En ese momento, Andrew recibió una llamada de Zahir.

«¿Cómo ha podido cambiar tanto Wesley en sólo unos años?». La voz exasperada de Zahir crepitó a través del teléfono. «Ha estado armando jaleo en casa, incluso ha amenazado con suicidarse».

Andrew suspiró. «No es intrínsecamente malo. Sólo se ha dejado llevar por el mal camino».

«Sí, ya lo sé. Pero tal y como están las cosas, el abuelo es bastante problemático».

No sólo Clayton, sino también Zahir estaba al límite de su ingenio.

Madisyn, lo bastante cerca como para oírlo todo con claridad, se quedó pensativa un momento. Luego extendió la mano hacia Andrew. Él le tendió el teléfono.

Madisyn lo cogió y dijo: «Tengo una idea. Puedes intentarlo».

«Señorita Johns, por favor, dígame».

«Esto es lo que puedes hacer…»

Madisyn le explicó su plan a Zahir.

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