El regreso de la heredera adorada -
Capítulo 572
Capítulo 572:
«¿Y qué hay de ti?» preguntó Nalani, con los ojos llenos de un toque de esperanza.
A ojos de muchos, Nalani parecía un buen partido. Era atractiva, provenía de una familia decente y tenía un trabajo respetable.
«Voy a descansar a la habitación de al lado», comentó Howard.
Al oír esas palabras, una sombra pasó por los ojos de Nalani. Aunque estaban juntos, no había verdadera intimidad entre ellos. Ni siquiera se habían cogido de la mano.
¿A esto llamaban una relación?
Nalani sintió un vacío adormecedor.
Howard se dio la vuelta y se marchó, entrando en la habitación de invitados de al lado. Miró por la ventana, donde los altos árboles bailaban con la brisa nocturna. De pronto, entre el susurro de las hojas, se materializó una figura sombría. Los ojos de Howard, normalmente apacibles, se endurecieron.
Sus miradas se cruzaron a través del follaje.
Segundos después, Howard abrió la ventana y, al retroceder, una figura saltó al interior.
Bajo la luz de la habitación, el rostro de la muchacha era frío como el hielo e irradiaba un aura escalofriante. Sin embargo, cuando sus ojos se encontraron con los de Howard, hubo un rastro de calidez.
La expresión de Howard se volvió aún más fría.
«¿Esto te divierte?»
Mientras tanto, Nalani se acercó a la puerta, con la intención de hablar con Howard, pero se detuvo al oír su tono gélido, un tono que nunca antes había oído de él.
¿Había alguien más en la habitación?
Nalani se quedó perpleja. Un momento después, respondió una voz de mujer, igualmente fría y carente de emoción. «¿Qué quieres decir?
«¿Traicionarme? ¿Y luego seguirme? ¿Crees que esto es algún tipo de juego?». La voz de Howard se hizo más grave, su tono más glacial.
A Nalani le tembló el pulso.
Era una faceta de Howard que rara vez había visto. No creía que Howard despreciara a Milly, sino más bien porque le importaba.
Cuanto más se preocupaba alguien, más se enfadaba cuando se sentía traicionado.
Howard, en ese momento, era un buen ejemplo. Su ira máxima indicaba que Milly le importaba profundamente. Un profundo dolor se instaló en el corazón de Nalani.
Dentro de la habitación, Milly permanecía en silencio, con la mirada fija en Howard, inflexible y sin palabras. Su silencio no hizo sino avivar aún más la ira de Howard.
Se burló. «La Serpentina te envió para infiltrarte en mi vida, ¿verdad? No pensaste que descubriría tu plan tan rápidamente, ¿verdad?».
Un destello de asombro cruzó los ojos de Milly y su expresión cambió por primera vez.
Howard conocía a los Paleros Serpentinos.
Siempre había creído que Howard era ajeno a tales asuntos.
Howard sintió una punzada en el corazón. Se alzaba sobre Milly, su presencia era formidable.
«¿Te sorprende que haya descubierto la verdad? preguntó Howard.
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