Capítulo 51:

“Te he llamado muchas veces, pero no contestabas, ¿Estás bien?”

“Hola Carolina”, dije sonriendo

“Lo siento he estado muy distraída y… La verdad no quería hablar con nadie”, dije sincera.

“Entiendo… Lo siento por lo que sucedió con Leonardo. Los demás Gabriel, Abigail y yo nos enteramos hasta hoy por la mañana de la noticia”, dijo un poco preocupada

“¿Estás bien? ¿Qué sucedió? Ambos se querían mucho”.

“Si estoy bien”, dije un poco triste.

“Te juro que quiero golpear a Leonardo, no me importa que sea mi jefe. El muy desgraciado ni siquiera ha venido a la empresa, de seguro está con esa p$rra de Strike Enterprises”, dijo enfadada.

“Por favor no hagas nada loco”, dije.

“No lo haré solo por ti”, dijo bufando

“Supongo que tampoco regresaras a la empresa”, dijo un poco triste.

“No”, dije segura.

“No me digas que ya no te volveremos a ver por favor”.

“Por supuesto que no”, dije sonriendo

“Hay que reunirnos, si quieren podríamos reunirnos hoy”.

“Hecho, le diré a los demás. Te quiero mucho Olivia y por favor no dudes en llamarme si necesitas algo”, dijo.

“Gracias Carolina”, dije antes de colgar la llamada.

Regresé a la oficina de Iván, ahora él estaba solo leyendo algunos documentos, toqué la puerta de su oficina antes de entrar y él me sonrió.

“¿Regresaras a tu departamento hoy?”, preguntó Iván y yo me congele por un momento.

Ni siquiera le había dicho a Iván que no tenía un lugar a donde ir y tampoco pensaba regresar al departamento de Leonardo.

“No creo que pueda regresar”, dije en voz baja.

“¿Por qué?”

“El departamento en donde vivía era el de mi novio y no quiero regresar y volver a verlo”, dije suspirando profundamente.

“¿Quieres que envíe a alguien para que saque las cosas de su departamento?”, dijo.

Si enviaba a alguien a traer mis cosas también se daría cuenta de que el departamento es de Leonardo.

“No importa, de todas formas, no tenía muchas cosas”.

“Pero son tus cosas”, dijo Iván viéndome a los ojos.

“Si, pero no las quiero, pueden quedarse allí, no quiero volver a verlo”, dije subiendo el tono de voz.

“¿Tanto daño te hizo ese imbécil?”, dijo Iván frunciendo el ceño.

Empecé a sentir como mis ojos se empezaban a cristalizar, los cerré con fuerza y suspiré.

“Por favor, Iván, no hablemos de él”, dije y él asintió.

“Está bien”, dijo serio.

“¿Podría quedarme contigo hasta que me vaya a Francia?”, dije con un poco de pena.

“Por supuesto eres mi hermana”, dijo sonriéndome

“Puedes quedarte el tiempo que necesites”.

Pasé el resto de la mañana junto con Iván, él me pasó explicando todas las cosas que hacía y las que yo haría como directora general. Cada vez que miraba todo mí alrededor simplemente no podía dejar de admirar a Iván por todo lo que había logrado.

Cuando ya casi era la hora en la que habíamos acordado con Carolina de reunirnos me despedí de Iván y tomé un taxi hacia la dirección que me había enviado ella.

Entre al restaurante y empecé a buscar a mis amigos con la vista, a lo lejos vi a Abigail haciéndome señas con los brazos para que la viera.

“¡Olivia!”, dijo Gabriel levantándose a abrazarme.

“Hola chicos”, dije sonriéndoles a todos.

“No puedo creer que hayas renunciado”, dijo Abigail haciendo un puchero

“Te voy a extrañar”.

“Yo también los extrañaré”.

“¿Por qué renunciaste tan repentinamente?”, preguntó Gabriel.

Me sentía muy mal por haberles ocultado esto durante tanto tiempo, de hecho, jamás le hubiera dicho a Carolina de no haber sido porque ella se dio cuenta antes.

“Fue porque me iré a Francia”, dije y ellos me miraron sorprendidos.

“¿Francia?”, dijeron al unísono todos.

“Sí”, dije sonrojada.

“¿Pero cómo mujer? ¿Acaso tienes algún hombre francés que nos has estado ocultando todo este tiempo?”, dijo Gabriel sonriendo cómplice.

“No quiero salir con hombres por un largo tiempo”, dije rodando los ojos.

“Auch, ¿Alguien te rompió el corazón?”, dijo Abigail.

Suspiré profundamente y después de unos minutos pensando decidí contarles lo que realmente había sucedido entre Leonardo y yo.

“Es un idiota, no puedo creer que te haya hecho eso”, dijo Abigail enfadada.

“De seguro que piensa que solamente porque es rico piensa que puede desechar a todas las personas cuando él quiera”, dijo Gabriel frunciendo el ceño

“Cariño, hiciste bien en irte, tu vales más”, dijo tomándome de las manos

“Te juro que ese hombre se arrepentirá de haberte dejado”.

“Además Selena es una mujer muy superficial, no es nada en comparación contigo, tú eres una chica que irradia felicidad y mucha energía”, dijo Carolina.

“¿Conoces a Selena?”, dijo Abigail.

“¿No la conoces? Pensé que todos en la empresa la conocíamos”, dijo Gabriel.

“Como sea, espero no volverlo a ver”, dije frunciendo mi ceño.

“¿Qué hago si Leonardo me pregunta por ti?”, dijo Carolina.

“Nada”, dije inmediatamente

“Dile que no sabes nada de mi desde el ultimo día que deje de trabajar en la empresa”, ella asintió.

“¿Y si Bradley me pregunta algo sobre ti?”, dijo Carolina.

“Me encantaría mantener contacto con él, pero no quiero que piense que le hablo solo para seguir al tanto de su hermano”, dije seria.

“De acuerdo, entonces no le diré nada tampoco”, dijo Carolina.

“Cambiaré de número, les llamaré cuando haya cambiado de numero”, dije y ellos asintieron.

“Espero con todo mi corazón de que tengas mucho éxito en tu nuevo trabajo como músico y que toques en grandes teatros y que un día Leonardo te vea y se dé cuenta de la gran chica que dejo ir”, dijo Gabriel.

Después de haberme reunido con Gabriel, Abigail y Carolina regrese a la oficina con Iván, él me empezó a contar de que había algunas empresas interesadas en sus diseños y que pronto vendería algunos y podría llevar a la empresa a qué tuviera más ingresos y así empezar a trabajar en el nuevo diseño de un auto.

La empresa jamás se había especializado en hacer autos, solamente habían hecho motores e interiores, si se lograba cerrar ese trato del que Iván me habla la empresa tendría los ingresos suficientes para empezar a fabricar autos.

Por la noche regresamos al departamento de Iván. Su departamento es bastante grande, tiene una hermosa vista hacia el puente de Brooklyn, por las mañanas lo primero que te despierta es la luz del sol entrando por la ventana que está frente a la cama de la habitación.

Iván ha sido muy bueno conmigo, ni siquiera me ha forzado en que le diga quién es mi ex y porque lo deje, realmente agradecía mucho de que tampoco me hiciera muchas preguntas al respecto.

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