El destino de Tiana
Capítulo 55

Capítulo 55:

POV: Tiana

Las chicas tuvieron que irse para atender otros asuntos, pero Layla se quedó conmigo, estaba agradecida de que al menos ella no hubiera sido castigada y pudiera estar aquí conmigo en este momento.

Sin embargo, Ryder no estaba siendo razonable, ¿Por cuánto tiempo me dejaría aquí esposada?, no era justo que yo estuviera encadenada a su cama mientras él andaba libremente; ya había aprendido mi lección y el hecho de que me mantuviera aquí solo era un castigo doble.

Traté de hablar con Adrian para que no me volviera a esposar, pero fue imposible; se negaba rotundamente air en contra de la orden del Príncipe Alfa.

“Desearía no tener que volver a la Manada Eclipse”, dijo Layla secamente y yo dejé escapar una suave risa.

“¿Por qué?, ¿no extrañas a tu familia?”, le pregunté.

Ella se encogió de hombros.

“Sí, pero me gusta estar aquí, y no solo porque estás tú, y pronto te convertirás en la reina de las lunas, sino porque en realidad me gusta este lugar..”., dijo riéndose y dándome un empujoncito.

Puse los ojos en blanco y fruncí el ceño

“Por enésima vez, Layla, no voy a convertirme en la reina de las lunas”, dije corrigiendo.

Pero esto solo la hizo reír más.

“Bueno, si Jordan no los hubiera interrumpido, lo más probable es que ahora llevaras la marca del Príncipe Ryder”, agregó guiñando un ojo.

Yo tragué saliva y desvié la mirada.

“Oye, ¿Has visto a Jordan?, ¿Cómo está?”, le pregunté a Layla.

“No lo he visto y a ti tampoco debería importarte”, espetó con el ceño fruncido; al parecer yo era la única persona que estaba preocupada por él.

“No, no es que me importe”, le dije haciendo un signo de comillas en el aire con mi mano libre.

“Simplemente me siento culpable por todo esto, ya sabes, ahora ya no será el Alfa, y después de lo que pasó con Jayce..”., mi voz se apagó ante la mirada de Layla.

“¿No me digas que todavía te sigues culpando por eso, Tee?”, me preguntó con los ojos abiertos de par en par.

“Sabes, Ryder no cree que lo que estuvo allí esa noche fueran canallas, dice que ese debe haber sido el primero de los asesinatos dentro de los territorios de los lobos occidentales”, le dije desviando la mirada.

Layla se quedó pensando durante unos segundos.

“Tiene sentido”, dijo al final

La miré con una ceja enarcada, y ella iba a decir algo, pero justo en ese momento el teléfono junto a la cama comenzó a sonar, lo cual nos sobresaltó a las dos; quien fuera que estuviera llamando, debía saber que Ryder no estaba aquí, así que contesté con reticencia.

“Hola”, dije en voz baja, y por alguna razón mi corazón estaba acelerado.

“Tiana”, el sonido de su voz ronca fue suficiente para que se erizara mi piel.

Layla debió haber captado mi cambio de ánimo repentino porque sus ojos se abrieron de par en par emocionada; ella adoraba al Príncipe, a pesar de que estaba siendo un idiota conmigo, todos lo adoraban.

Entonces tragué saliva y traté de controlar mi respiración.

“Vuelvo enseguida”, me susurró Layla antes de irse.

Aunque quería decirle que se quedara, parecía tener mucha prisa por salir de aquí; incluso diría que le tenía miedo al Príncipe, a pesar de que no estaba físicamente en este lugar.

“Ryder”, traté de sonar fría, esperando que entendiera el mensaje.

“¿Cómo estás?”, me preguntó en tono casual, como si no lo supiera ya.

“Estoy segura de que sabes cómo estoy, Ryder”

“Tus matones ya te deben haber informado todo lo que necesitas saber, que tampoco es mucho, porque estoy encadenada a esta m*Idita cama”, dije con desprecio.

“Cuidado con ese lenguaje, jovencita”, me regañó.

“¿Qué podría ser peor que esto? Privarme de mi libertad de la manera más inhumana mientras tú te ocupas de tus propios asuntos. ¿Crees que soy un animal?”, le dije con un tono histérico.

“¿Animal?” escuché la risa en su voz.

“Mira Tee, solo estoy tratando de protegerte de ti misma”.

“¿Protegerme de mí misma?, ¿Qué significa eso?, ¡tú eres la única persona de la que debo protegerme!”, grité.

La llamada se quedó en silencio, por un segundo pensé que había colgado, y me mordí los labios; en ocasiones desearía poder quedarme callada y tener la mitad de la compostura de Ryder, así quizá no le habría confesado mis sentimientos anoche.

“Todo el mundo sabe que ahora tienes a tu loba, todo el mundo sabe que eres mi pareja, así que si vuelves a huir puede que no resulte tan bien, porque, aunque no te has dado cuenta, ahora tienes más enemigos que antes”.

En realidad, entendí bien lo que quería decir, conocía los peligros con los que los miembros de la realeza tenían que lidiar constantemente, y ahora que era la pareja del Príncipe Alfa, eso me convertía en una presa fácil para sus enemigos.

“No voy a huir, Ryder”, dije.

“¿Cuál es tu plan?, ¿Dejarme encadenada a esta cama hasta que regreses?, como si fuera la peor criminal. Ya has reforzado la seguridad del castillo, no hay forma de que pueda escapar, excepto que, de alguna manera, desarrolle poderes de teletransportación, y si lo hiciera, estas esposas tampoco me detendrían”, dije con tono suplicante

“Voy a dejarte esposada a esa cama todo el tiempo que considere necesario, Tiana”, dijo con firmeza.

“¿Entonces tengo que comunicarme con Adrian cada vez que quiera hacer mis necesidades? Eso es realmente malvado, Ryder”.

Casi podía sentir su ira a través del teléfono, sabía lo mucho que detestaba que le respondiera, pero ya me sentía completamente frustrada.

“Mira, ya aprendí mi lección, no puedo escapar de ti, así que por favor libérame de estas esposas”, le supliqué.

“No estoy seguro de cuánto tiempo vaya a estar fuera, pero ten la seguridad de que contaré los minutos para volver a estar contigo”, dijo con un suspiro.

A pesar de la seriedad de sus palabras, no me quise hacer ilusiones, no después de lo de anoche; creía que compartíamos algo, y que las cosas habían cambiado entre nosotros, pero estaba engañada porque él salió corriendo de la habitación después de que le confesé mi amor, simplemente prefirió ignorar mis palabras.

“¿Cómo es la Manada Eclipse?”, le pregunté, casi no la recordaba.

Creo que pensé que sería mejor borrar esos recuerdos de mi mente; parecía que hubiera pasado una eternidad desde la última vez que estuve en ese lugar en el que me trataban como basura.

“No sé cómo pudiste vivir en este lugar, Tee, y tampoco quiero pensar en eso, todo está mal aquí, pero esta vez voy a resolverlo”, era obvio que estaba enojado.

Al menos me alegraba de que hubiera respondido a mi pregunta, así que traté de averiguar más.

“¿Conociste al Beta Leo?”, le pregunté.

Bueno, él fue una de las pocas personas que me trató con amabilidad, al menos hasta que intentó ligar conmigo, así que me pareció normal preguntarle por él.

“Sí, ¿Por qué?”, respondió Ryder con recelo.

Me encogí de hombros.

“Él fue uno de los pocos que me trató con amabilidad”, intenté sonar desinteresada antes de agregar con un toque de sarcasmo.

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