El destino de Tiana
Capítulo 49

Capítulo 49:

POV: Tiana

Unos seis hombres estaban arrodillados frente a una pequeña multitud. Todos parecían ser miembros de la manada Lucero. Los seis eran los líderes y tenían las manos esposadas en la espalda.

Cuatro tenían moretones en el rostro y el cuerpo, Luke era uno de ellos: y a la izquierda, Layla estaba siendo sujetada por dos hombres fornidos. Intentaba liberar sus brazos de su apretado agarre, pero siempre fallaba.

“¡Suéltenla, imbéciles!” exclamé a todo pulmón

Mientras agitaba los brazos. Quería correr hacia ella, pero este poderoso hombre no me soltaba.

“¿Qué estás haciendo? ¡Suéltame, maldito imbécil!”, espeté golpeando mis puños contra su duro pecho.

Se escucharon varios jadeos de pánico entre la multitud.

No me importaba que éI me matara, no pensaba retroceder y ver permitir que trataran a Layla de esa manera. Lo único que había hecho era ayudarme. Yo la había arrastrado a esto, así que era mi culpa.

Los duros rasgos del príncipe se endurecieron aún más, y me agarró con mayor fuerza. No podía deshacerme del hormigueo en mi piel ni de los pequeños escalofríos que recorrían la columna cada vez que lo tocaba.

Sin embargo, esperaba que nadie se diera cuenta, en especial él. Pero la pequeña curva en sus labios era prueba suficiente para saber que ya se había dado cuenta.

“Es una traición hablarle a tu futuro Rey Alfa de esa manera”, advirtió.

“Bueno, entonces bájame” replique.

“¿O qué vas a hacer? ¿Matarme a mí y a mis amigos?”.

Ryder apretó la mandíbula.

“¿Tus amigos?”, espetó mirando a la pequeña multitud frente a nosotros.

“Éstos chuchos te alejaron de mí”. Su respiración se estaba volviendo entrecortada.

“No tengo la intención de perdonarles la vida”.

Entré en pánico. Mi mandíbula se abrió y me volvió para mirarlo una vez más con lágrimas en los ojos.

“¡Monstruo!”, exclamé retorciéndome en sus brazos.

Sin embargo, así como antes, fue una pérdida de tiempo.

“¡Mátame a mí! ¡Nada de esto es culpa de ellos!”.

Ignoraba cómo había tenido el coraje de responderle cuando nadie más se atrevía a mirarlo a los ojos.

Todas sus cabezas estaban inclinadas ante su autoridad, incluyendo las de Layla y los guerreros que lo seguían desde el palacio real. ¿Qué había hecho con los heridos? Oh, Dios.

“Cállate, Tiana”, advirtió.

“Solo bájame, por favor, suplique.

Necesitaba estar con Layla. No podía dejar que le pasara nada malo a nadie, sobre todo a mi amiga.

“Te dejaré, pero solo después de haberte marcado”, respondió él con una sonrisa irónica.

Mis manos se movieron involuntariamente hacia mi cuello, donde debería estar su marca. El pánico empezó a invadirme.

“¿Qué…?”, tartamudee.

“Por favor, no lo hagas”

Apenas podía reconocer mi voz, pero eso era normal cada vez que me encontraba en su presencia.

Su sonrisa se ensanchó mientras observaba mi rostro.

No era como si lo hubiera olvidado. Pero aquello era un recordatorio de lo guapo y perfecto que era, En lugar de abofetearlo como hubiera querido, pude

Sentir que mis hormonas femeninas me traicionaban.

Susan me había hecho creer que él nunca me marcaria. Pero ahora veía sus colmillos comenzando a alargarse. Eran tan largos y afilados que me estremecí.

Me marcaria frente a todas esas personas cuando yo no estaba lista, y no había nada que pudiera hacer al respecto.

Una vez más, entré en pánico.

No estaba segura si tenía las fuerzas suficientes para aceptar la marca del futuro Rey licántropo. Mi loba aún no está lista y no sabía exactamente cuáles serían los efectos, pero definitivamente no estaría bien.

“Por favor, no”, supliqué con mayor ferocidad.

No pudo evitar que las lágrimas cayeran de mis ojos.

Esto era sumamente importante.

Todo el reino de los licántropos sabría que el Rey había marcado a su pareja. Nuestra especie estaría alerta mientras durara el proceso de apareamiento, lo que quería decir que muchas cosas cambiarían para mí. Pero no quería que eso pasara ahora, ya que no era buen momento.

Ryder solo lo estaba haciendo porque no quería que nadie se acercara cuando empezó a acercar sus colmillos. Me dijo que no me escapara de nuevo. Estaba convencida.

Cerré los ojos, me olfateó el cuello y lloré con más fuerza, pero él no se detuvo.

Podía sentir la furia de su bestia, por lo que sería doloroso. Tal vez lo más doloroso que había experimentado en mi vida. Estaba aterrada.

Muchas noches había imaginado llevar la marca del único hombre que amaba. Había pasado esos dos días pensando en él y en cómo todo habría sido diferentes si no fuera tan orgulloso.

Durante estos dos días que estuvimos separados, pude conocer la profundidad de mis sentimientos por él, Ahora sabía con certeza que lo amaba, desde el primer minuto en que puse mis ojos en él. Sin embargo, era tan terca que no pensaba escucharlo.

No me importaba Adeline ni lo que hubiera pasado entre ellos, No debería meter mi nariz en esos asuntos. Lo que había dicho Susan no tenía  importancia.

Ryder comenzó a lamer la zona de mi piel que había estado olfateando, como si fuera una dr%ga para su alma. Ansiaba tener su marca, pero no estaba lista.

Además, quería que el proceso de apareamiento se hiciera en condiciones más privadas y placenteras.

“¿Ryder”, murmuré suavemente.

Él gruñó, pero no dejó de lamerme el cuello. Comencé a sentir todo tipo de sensaciones.

“Por favor… susurré.

“¡Basta!” Un fuerte grito estalló en nuestras espaldas, sacándome de mi trance.

Ryder rugió antes de darse la vuelta. ¿Quién se había atrevido a evitar que el príncipe Alfa marcara a su propia pareja?

Su gruñido atravesó el aire hasta que las hojas de los arboles crujieron. Ryder me dejó caer bruscamente y se volvió para ver de quién se trataba.

De inmediato, se transformó en lobo.

Su cambio fue tan rápido que ni siquiera lo esperé. Su brillante pelaje negro apareció a la vista. Un murmulló de sorpresa escapo de mis labios antes de mirar hacia el recién llegado.

A juzgar por toda esa furia que Ryder exudaba, era casi segura que mataría a quienquiera que se hubiera atrevido a interrumpirlo.

Me quede perpleja cuando vio quién era. Cerré los ojos y volví a abrirlos. El parecía estar temblando al lado de una pequeña botella.

Ryder carga contra él con todas sus fuerzas.

¿Qué m!erda estaba haciendo?

La última vez que vi a Jordan fue el día en que me expulsaron de la Manada Eclipse, todavía recuerdo la expresión de su rostro, casi como si no quisiera que me fuera, pero sé que no era así.

Él fue una de las principales razones por las que quise dejar la manada; tenía una vida dura, pero su rechazo fue lo que me hizo dar el paso audaz de ir a hablar con el Alfa Simeon.

Al verlo así, supe que en realidad nunca había sentido nada por él, nunca me había sentido atraída por Jordan en todos estos años hasta que descubrí que era mi pareja, pero él solo fue mi camino para alejarme de la Manada Eclipse y conocer a mi Príncipe.

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