El destino de Tiana
Capítulo 44

Capítulo 44:

POV: Tiana

Visitamos disfrazadas a tres manadas vecinas. Nos colamos en dos de ellas, mientras que la tercera nos permitió el acceso porque uno de los guardias estaba impresionado por mi belleza, según sus palabras

Layla le había dicho a Luke que visitara a un pariente cercano y que tal vez no regresaríamos en varias horas.

Al principio, él no estaba muy contento con dejarnos ir, pero terminó cediendo. Dudaba que hubiera creído nuestra mentira, pero necesitaba alejarme de la manada Lucero.

Necesitaba mantenerme ocupada, además de esconderme en esa casa y revolcarme en mis pensamientos sobre Ryder. Incluso durante esta aventura, el nublaba mi mente

Mi teléfono aún estaba apagado, así que no había recibido noticias de Elsie desde que llegué la noche pasada. Esperaba que estuviera bien y también la extrañaba Estaba rezando para que Ryder no se enterara que había sido ella quien me ayudó a escapar.

Me alegraba que Layla también pudiera divertirse

Habíamos conocido a algunas personas. De hecho, la hija del Alfa en una manada vecina, la manada Lobos Rojos, había cumplido años ese día, así que Dexter nos invitó a pasar la noche.

Dexter era uno de los chicos que habíamos conocido. En cuanto entramos, él supo que no éramos miembros de la manada, y como era uno de sus guerreros, empezó a cuestionarnos.

No obstante, Layla se apresuró a inventar una mentira y dijo que quería dejar su manada para entrar a la de los Lobos Rojos porque admiraba su fuerte ejército y su propia manada la trataba como basura. También dijo que quería conocer al Alfa

Su voz sonaba tan triste que, si yo no la conociera, le habría creído sin pensarlo dos veces.

Dexter sintió simpatía por ella, así que nos invitó al cumpleaños de la hija del Alfa y dijo Layla que era su cita.

Creo que quería aprovecharse de la situación de mi amiga, la cual ni siquiera era verdad, ya que un amigo suyo mencionó accidentalmente en una conversación el tema pareja.

No pensaba que hubiera una manada tan abierta como los Lobos Rojos, y eso era malo. Layla no debería hacerle eso a Luke, sobre todo cuando él nos estaba dando alojamiento y su relación aún estaba empezando.

Pero ella también quería divertirse y, aunque no lo admitiera, tal vez no estaba tan enamorada de Luke como lo creía. Sé que le gustaba mucho el idiota de Logan, pero no veía mucha conexión con Luke

Era consciente de que Layla no tenía esperanzas en encontrar a su pareja. Solo estábamos saliendo por diversión, pero quería que mi amiga estuviera bien.

Parecía estar feliz escabulléndose en otras manadas y conociendo a gente nueva, pues era muy extrovertida.

Era casi de noche cuando decidimos regresar a la casa de Luke, por lo que intenté convencerla de que no necesitábamos volver más tarde para el cumpleaños de la hija del Alfa, pero ella no quiso escucharme.

Quería que le diésemos la misma excusa a Luke, pero yo sabía que él no nos creería. No quería que rompieran, pues me sentiría muy responsable

Manejamos de regreso riéndonos a carcajadas y discutiendo sobre nuestra aventura, pero no me sentía bien. Sí, me había divertido, pero me sentía miserable. Había estado lejos de Ryder durante dieciocho horas. No dejaba de contar el tiempo y sentía como si estuviera perdiendo gradualmente la cabeza

Me gustaba pensar que había sido feliz durante las últimas horas. Realmente lo había intentado, pero no me sentía cómoda. Me reía por fuera, pero por dentro estaba destrozada Quería volver a casa de Luke, acurrucarme en la cama y tal vez llorar

Cuando llegamos, Luke nos estaba esperando en su pórtico. Tenía una expresión ligeramente seria.

“Hola, cariño”.

Layla envolvió los brazos alrededor de su cuello, pero él no le devolvió el abrazo.

“Hola, Luke”, saludé alegremente.

Él articuló algo incoherente y se volvió hacia su novia.

“¿Qué pasó? ¿Hice algo malo?”, preguntó ella.

“He estado muy preocupado por ustedes”, se quejó Luke con enojo.

“Pero apagaste tu teléfono. ¿Por qué lo hiciste? ¿Sabes cómo me sentiría sí algo te pasara”

“Mi batería se agotó”, susurró Layla. Pero él aún no sonreía.

Me despedí para darles espacio. Había estado segura de que Luke se enojaría. Cualquier hombre lo haría; y Layla quería hacerme feliz, pero yo no deseaba ser la causa de su ruptura.

A Luke le gustaba mi amiga y se suponía que ella pasaría más tiempo a su lado porque no se veían con mucha frecuencia.

Subí las escaleras hacia mi habitación y resistí el impulso de encender mi teléfono. Era probable que Ryder pudiera rastrearme de inmediato. Como príncipe Alfa, no había límites para lo que era capaz de hacer.

Mi loba ya está hibernando, y eso me hacía sentir débil y triste. Solo una persona tenía la capacidad de hacerme sentir mejor y me moría por verlo.

Deseaba respirar su aroma y envolver mis brazos alrededor de su cintura, pero me negaba a hacerlo.

Aguantaría… dos días más ¿Cómo me las arreglaría para vivir sin él?

Me acurruqué en la cama y me obligué a dormir, pero el sueño no llegaba. Mis ojos estaban hinchados y un poco rojos por la falta de sueño.

Debía verme terrible.

Layla entró a la habitación más pronto de lo que había esperado.

“Llegaste muy rápido”, comenté.

“Luke tuvo que salir de guardia. Creo que ahora sí podemos ir a la fiesta de esta noche. Él no lo sabrá”. Dice.

Lancé un g$mido.

“No, no iremos. Luke sí lo sabrá”

“¿Crees que podremos irnos sin que nadie lo alerte? Por favor, quedémonos aquí. Entiendo que te guste la aventura, pero no le des la contra a Luke o no me lo perdonaré si ustedes discuten, así que te recomiendo que te calmes”.

“Pude ver su mirada, Layla, y de verdad se preocupa por ti. Estoy segura de que pronto encontrarás a tu pareja, pero decidiste estar con Luke, así que debes respetarlo”. Dije

Mi amiga suspiró y se desplomo en la cama. Parecía estar insatisfecha con mi respuesta. Heme ahí, dando consejos sobre relaciones cuando ni siquiera sabía cómo manejar las mías.

Layla busco en sus bolsillos, sacó su teléfono y lo encendió.

“Está bien, Tee”, contesto distraídamente.

“Supongo que hasta mañana solo seremos tú y yo. Desearía que Luke se hubiera quedado conmigo, pero es muy responsable con su manada, por cielos”.

Estaba revisando su teléfono cuando, de repente, este comenzó a sonar. Me preocupé al verla fruncir el ceño

“Hola”, respondió.

Sus ojos se abrieron como platos antes de colocar el teléfono en el altavoz. Me sobresalté cuando reconocí la voz en el otro extremo

“¿Dónde estás?” preguntó él groseramente. Su tono sonaba irritante, Puse una mano sobre mi rostro y cerré los ojos.

“No muy lejos de la manada. ¿Pasó algo?, preguntó Layla.

“Pasó de todo”, espetó Jordan.

“No me mientas, sé que estás con mi pareja. Los quiero a ambas aquí esta noche”.

¿Su pareja? Debía estar bromeando. ¿Ahora era su pareja? Me humilló durante años, ¿y no sabía que era su pareja?

“No sé de qué estás hablando, Alfa”, respondió Layla con una voz tranquila.

Sin embargo, se veía aterrorizada

“No sabes en lo que te estas metiendo, Layla. El príncipe Alfa cree que tengo a Tiana, así que en este momento hay un enorme séquito buscándola en la Manada Eclipse. La quiero aquí antes de que el la encuentre, porque lo hará, y a juzgar por cómo suena, pedirá tu cabeza y la de cualquier otra persona que esté involucrada.

“Por lo tanto, será mejor que me digas donde estáis para que pueda ahorrarte la furia del príncipe”, sentenció Jordan mientras respiraba con dificultad.

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