El destino de Tiana
Capítulo 3

Capítulo 3:

POV: Tiana

“Gracias, Beta Leo” le dije sonriendo, me gusta que siempre sea tan amable conmigo.

“De nada. Sabes, puedo dejar que hoy descanses y no tengas que hacer todas las tareas”, me dice mientras pasa sus dedos por mi mandíbula, no me gusta el tono de su voz, así que retrocedo un paso.

“No es necesario, no tengo nada planeado para hoy, así que no me importa”, respondo.

“Mira, solo estamos nosotros dos aquí, y ya que eres mayor de edad, quizá podríamos hacernos felices el uno al otro”, añade con la ceja enarcada.

“¿Qué quieres decir?”, pregunto confundida.

“Ya no eres una niña, y sabes que eres hermosa, puedo hacer que todo el dolor desaparezca, nadie te seguirá tratando así, si tan solo..”.

Su voz se fue apagando y me doy cuenta de que Bella está detrás de mí nunca me había gustado tenerla cerca, pero ahora mismo me alegraba verla.

Pasé las siguientes horas limpiando la casa del Beta Leo y su familia, con Bella frunciéndome el ceño y haciendo mi trabajo más difícil, creo que quizá escuchó lo que su padre estaba diciendo, pero no me sorprendería que difundiera el rumor de que me atrapó tratando de seducir a su padre.

¡Ese asqueroso idiota!

Siempre sospeché que no tramaba nada bueno con toda esa lujuria con la que me miraba, pero quise darle el beneficio de la duda y demostró lo idiota que es. ¡M*Idito p$dófilo!, tengo la misma edad de su hija. ¿Acaso no tiene vergüenza?, ¡Honestamente pensé que era un buen hombre!, pero solo fue amable porque quería meterme en su cama. ¡Ugh!

Me apresuré con lo que tenía que hacer allí y me fui, ignorando el ceño fruncido de Bella mientras lo hacía.

“No quiero volver a hacer nada para ellos, tengo que quejarme con la Señorita Anna y pedirle que asigne esa casa a alguien más. De todos modos, sé que no me va a escuchar, pero soy la maldita hija de un Gamma”.

¿Cómo es que todos lo han olvidado?, se supone que debería ocupar el puesto de mi padre, pero tan pronto como se fue pusieron un nuevo Gamma y su hijo tomará mi lugar. He pensado en dejar esta manada muchas veces. Pero no es tan fácil, no puedo irme sin el permiso del Alfa, a no ser que me quiera convertir en una canalla.

Incluso aunque obtenga el permiso del Alfa, tendría que unirme a otra manada en menos de un mes, o de lo contrario, también terminaría como una canalla, y no conozco ninguna manada que esté dispuesta a aceptarme tan fácilmente.

Los hombres lobo protegemos nuestras manadas de los intrusos, querrán saber por qué dejé mi otra manada, y seguramente mi Alfa no tendría nada bueno que decir de mí, no después de que llevé a su hijo a la muerte, su luna, que alguna vez fue como una figura materna para mí, no soporta ver mi rostro. Lo cual es algo muy doloroso.

Ahora que Jayce no existe, Jordan tomará el lugar del Alfa, tuvo suerte de irse ese día, porque hubiera sido todo un desastre, considerando que el Alfa no tenía más hijos y ya no habría ningún heredero de sangre para el título.

Jordan no me ha hablado desde entonces, excepto en Rostrocas algunas ocasiones en las que había invitados en nuestra manada y se organizaban eventos en los que yo siempre era una de las criadas, solo así me hablaba para darme órdenes e insultarme.

Cuando creció, se convirtió en el mismo desgraciado arrogante y orgulloso que es su padre, pero no lo culpo, yo también me odiaría si estuviera en su lugar.

De todos modos, casi nunca nos cruzamos, su familia se asegura de que me mantenga alejada de ellos, porque soy un mal augurio. Crecí aquí, pero nunca he considerado la Manada Eclipse como mi hogar, y si tuviera un deseo de cumpleaños, sería dejar este lugar para siempre.

Hablando de deseos, había un pastel esperando por mí en mi habitación. Así que lo único que tenía que hacer era encender las velas y pedir un deseo, no creo en eso, y tal vez estoy un poco mayor para esas cosas, pero no pierdo nada con intentarlo.

Le pido a Layla que nos veamos en mi habitación a través del enlace mental, tengo los próximos treinta minutos para mí, quizá podamos comer pastel y tomar algo.

Sin embargo, mi enlace mental no es tan fuerte y apenas puedo ir lejos porque todavía no tengo a mi lobo, pero de todos modos lo intento y pronto ella aparece en mi pequeña habitación.

Me senté en la única silla que había y encendí las velas con Layla sonriendo detrás de mí: la miré con una cálida sonrisa, luego cerré los ojos y pedí un deseo.

Lo único que quería, una oportunidad para dejar esta manada para siempre.

Soplé la vela y luego corté el pastel. Layla lloraba mientras comíamos, no estoy segura de por qué, pero ella llora por casi todo; también es hija única, sus padres son Delta en mi manada, y casi no tiene ningún otro amigo porque eligió ser mi amiga.

Layla cumplió dieciocho años hace unos meses y no ha encontrado a su pareja todavía, esperábamos que fuera Logan, pero fue una decepción cuando descubrió que no era él.

Odio que ella tenga que lidiar con la actitud de ese chico, y no sé si debería contarle sobre sus acercamientos, creo que le rompería el corazón y no quiero hacerle eso. Si se separan, no quiero que sea por mí culpa, se lo contaría mucho después. Cuando no estén juntos, pero todavía no.

Los treinta minutos pasan muy rápido y ya es hora de volver a mi trabajo, no quiero que la Señorita Anna envíe a alguien a buscarme o, peor aún, venga ella misma; esa mujer no pierde ninguna oportunidad para molestarme.

Al final del día, me sentía cansada y solo quería meterme en mi cama y dormir, pero de repente comienzo a sentir movimientos dentro de mí.

Esta vez estoy segura de que por fin es mi lobo.

Me siento llena de alegría, solo quiero transformarme por primera vez y conocer a mi lobo, pero siento que el movimiento es tan débil que no creo que pueda hacerlo todavía, espero a que se conecte conmigo pero nada pasa, solo es un movimiento incómodo dentro de mí.

Salgo para tomar un poco de aire fresco, de repente sentí mi habitación demasiado pequeña para mí, era casi como si me estuviera asfixiando, entonces comencé a sentir un par de ojos sobre mí.

Me doy la vuelta y no veo a nadie, pero estoy segura de que hay alguien observando. Aunque debería estar asustada, no siento nada de miedo, en cambio, me siento emocionada.

En ese momento, sentí el olor más embriagador y dulce de todos, nunca antes había percibido algo así.

Cierro los ojos e inhalo el aroma, aspiro y lo contengo durante mucho tiempo dentro de mí. Luego miro a mí alrededor, pero no hay nadie.

Todavía siento los movimientos dentro de mí.

Nunca había estado tan emocionada en mucho tiempo, él está cerca, puedo sentirlo. Puedo olerlo. Entonces, empiezo a seguir el olor, pero parece que cuanto más lo sigo, más se aleja, está jugando conmigo, pero me emociona.

Escucho el chasquido de una ramita a mi derecha, y cuando me vuelvo. Escucho el susurro de las hojas, de allí proviene el olor.

Corro en esa dirección, decidida a encontrar la fuente de ese dulce aroma, y aunque es bastante tarde en la noche. No tengo miedo, porque estoy familiarizada con este lugar: sigo caminando, persiguiendo el olor para ver hasta dónde me llevará, es como si estuviera en un trance.

Nunca había sentido a mi loba tanto como ahora, antes pensé que era solo mi imaginación, pero ya estoy segura de que está conmigo, y también sé que mi pareja está cerca, ¡Estoy muy emocionada!

Después de unos minutos, me percato de que me he alejado demasiado de la manada. Me había adentrado en el bosque. Pero no me importaba. Mi pareja estaba aquí, entonces me di cuenta del lugar en el que estaba, ¿Por qué me traería aquí?

Continué siguiendo el olor hasta que pude sentirlo muy de cerca. Y me digo a mí misma que no debo tener miedo, es mi pareja, él no me haría daño. Finalmente, puedo ver su cuerpo alto, está allí. En el lugar exacto donde Jayce fue asesinado

¿Por qué me trajo aquí?

He evitado este lugar desde esa noche, solo vengo una vez al año. En la fecha en que todo sucedió. Cuando los rayos de la luna se reflejaron en su cuerpo, tragué saliva, y escuché con claridad la voz de mi loba.

“Pareja”. Miré al hombre frente a mí y de repente me llené de miedo.

Tenía la mirada más mezquina que había visto en alguien. Nunca me imaginé que él sería mi pareja y que me miraría con un odio tan profundo. Entonces dio unos pasos hacia mí.

“¿Jordan?”, pregunté con voz temblorosa.

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