El destino de Tiana -
Capítulo 14
Capítulo 14:
POV: Tiana
El Príncipe dijo que regresaría en quince minutos y no quiero que me vea así, pero me lo quitaré cuando se vaya.
Exactamente quince minutos después, llaman a la puerta, y aunque al principio tengo miedo, luego pienso que no debe ser el Príncipe, porque él no tocaría para entrar a su propia habitación.
Abro la puerta y veo a una niña sonriente con una bandeja. Y aunque ya he comido mucho y no tengo hambre, le recibo la bandeja de todos modos y le doy las gracias.
Ella no dice ni una palabra, sino que solo se inclina con cortesía y se va, lo cual me parece un poco extraño, nunca me habían tratado así.
Había comido unas tres cucharadas cuando la puerta se abrió de golpe y entró el Príncipe Ryder.
Aunque traté de actuar como si no lo hubiera oído entrar, mis manos tiemblan cuando vuelvo a tomar la cuchara, mi corazón se acelera y siento las rodillas débiles; por fortuna, estaba sentada o si no, habría vuelto a hacer el ridículo.
Él tampoco dice nada, simplemente comienza a desabotonar su camisa mientras se dirige hacia el baño, y cuando escucho el agua correr, sé que está tomando una ducha.
Ya he perdido el apetito por completo, así que cubro la bandeja y la dejo allí, al tiempo que me miro las uñas.
¿Cuánto tiempo planea tenerme aquí?, espero que no sea por mucho, porque me muero por un poco de compañía humana, y tampoco me gusta estar demasiado cerca de el: creo que voy a perder la cabeza si me quedo aquí por mucho tiempo.
Sale de la ducha solo con su ropa interior puesta. y al observar su cuerpo esculpido y perfectamente tonificado, me quedo boquiabierta: tiene un tatuaje de un lobo salvaje en el pectoral izquierdo y vellos claros que van desde el pecho y bajan por todo su abdomen, que está bien definido y perfectamente esculpido.
Esos músculos rígidos me tientan, quiero tocarlos para saber cómo se sienten.
No puedo apartar los ojos de él y tampoco puedo mantener mi boca cerrada, mis mejillas se sonrojan al instante, revelando mis pensamientos íntimos.
Quisiera poder congelar el tiempo y simplemente quedarme aquí admirando su cuerpo: si quiere seducirme.
No se tiene que seguir esforzando.
Tragué saliva mientras continuaba mirándolo, mi corazón está a punto de salirse de mi pecho y mi mente no deja de pensar en todas las cosas que esas manos podrían hacerme, o cómo se sentiría su cuerpo pegado al mío.
Todavía me es difícil de creer que mi pareja es el futuro Rey de los hombres lobo: estoy sentada en su habitación y él está de pie frente a mí, medio desnudo ¡El todopoderoso Príncipe Ryder!, es como si estuvieren un sueño del cual no quisiera despertar.
Entonces se aclara la garganta y levanto la cabeza para encontrar su rostro, hay una sonrisa arrogante dibujada en sus labios, parece como si pudiera leer mis pensamientos.
Vuelvo a tragar saliva al admirar lo guapo que es, tiene unos ojos verdes hermosos y sus hoyuelos son tan profundos que siento que podría atravesarlos con el dedo. Recuerdo que la Princesa Elsie solo tiene un hoyuelo en su mejilla derecha, pero el Príncipe los tiene en ambas, lo cual es muy llamativo y me hace babear aún más.
¡Ay cielos, estoy en un gran lío!
“¿Vas a seguir mirándome o te vas a acostar?”, me tiene con las manos en la cintura.
“¿Qué? mi voz suena como un susurro.
Incluso para mí, y su sonrisa se hace más grande, y una vez más me corta la respiración: no pensé que pudiera sonreír de esa manera, realmente debo verme estúpida para hacerlo sonreír tanto.
Entonces sacude la cabeza.
Luego camina hacia el teléfono junto a la cama y marca un número, mis ojos lo siguen en todo momento, pero no alcanzo a escuchar lo que dice, porque mi mente no deja de divagar mientras admiro su cuerpo: menos mal me puse un sostén, porque mis p$zones me habrían delatado con lo duros que se han puesto.
Cuando él se gira para mirarme, desvío la mirada rápidamente, pero creo que ha alcanzado a verme, por lo que mis mejillas se ponen rojas de nuevo: él no dice ni una palabra, sino que camina hacia el armario y luego llaman a la puerta.
No puedo evitar fruncir el ceño, siento que nos han interrumpido. Así que ni me molesto en ver quién es: él sale con una bata, abre la puerta y la misma niña entra y se lleva la bandeja, le agradezco y ella hace una reverencia a ambos antes de irse, creo que podría acostumbrarme a esto.
Tan pronto como ella sale y cierra la puerta, él se quita la bata, luego se sube a la cama y dice con tono seco:
“Cuando termines de hacer mal rostro, puedes venir a la cama”, al instante, me pongo de pie de un salto.
“¿Vas a dormir aquí?”, he entrado en pánico.
Él me mira con una expresión de diversión y dice tajantemente
“Esta es mi habitación”.
Como si yo no lo supiera: mi corazón martillea en mi pecho y siento como si fuera a explotar, y él solo se queda acostado con las manos detrás de su cabeza sobre la almohada, como si esto fuera muy normal. Como me tuvo encerrada aquí todo el día, supuse que también me iba a dejar aquí en la noche, ¡pero no esperaba que quisiera que me acostara con él en la misma cama!
“¿Entonces dónde voy a dormir yo?” le pregunto con un tono de voz un poco histérico.
“Aquí”, dice mientras golpea el espacio vacío de lacada a su lado, sé que disfruta de mi incomodidad.
“¡No me voy a acostar en la misma cama contigo!”, me quejo.
Entonces él se sienta erguido y con el ceño fruncido: veo sus duros rasgos y siento que su autoridad llena toda la habitación.
Para él es muy conveniente recordarme que es el Príncipe Alfa en este tipo de situaciones, eso puede serle útil para conseguir a la mujer que quiera, pero yo soy diferente. y ya estoy harta de su arrogancia.
“No hagas esto más difícil”. Dice arrastrando las palabras
“Ya estoy cansado y quiero dormir, no tengo tiempo para tus niñerías”.
Siento vergüenza, pero no dejo que se note, sino que también frunzo el ceño y le digo con autoridad:
“Entonces déjame salir, ¿Por qué me tienes aquí? ¡No soy tu prisionera!”.
Él frunce el ceño aún más, provocando que se me erice la piel, pero gracias a la Diosa de la Luna las luces están apagadas y no puede verme.
“Eres mi pareja”, gruñe con un tono muy posesivo.
No muestro ninguna señal de que por dentro estoy temblando, y por el contrario, me mantengo firme: lo miro y puedo sentir que se está enojando más, el ambiente está demasiado tenso y sé que estoy en terreno peligroso, pero no puedo parar,
“¿Entonces porque soy tu pareja debo quedarme aquí encerrada como una prisionera?”, exclamo.
“¡Basta, Tiana!”, dice enojado y yo me congelo
Su tono de voz es muy autoritario, quiero arrodillarme y rogar por su misericordia: no sé cómo es que todavía soy capaz de mantenerme de pie.
Siento que las lágrimas comienzan a acumularse en mis ojos y no creo que pueda contenerlas por mucho tiempo.
Esto es demasiado para mí, él es demasiado para mí, y tengo miedo de lo que pueda pasar si sigo bajo su control por el resto de mi vida.
Aunque muchas personas se sentirían afortunadas si descubrieran que su pareja es el Príncipe Alfa, yo siento que es más como un castigo.
Después de intentar contener mis lágrimas con todas mis fuerzas, al final fluyen libres sobre mis mejillas: la habitación está oscura y la luz en la mesita de noche es la única fuente de iluminación.
Cuando ve que estoy llorando, se acerca a mi lado antes de que pueda darme cuenta; toda la tensión en el aire se ha ido, ha disminuido su aura de Alfa y me está sosteniendo contra su pecho mientras me da unas palmaditas.
No esperaba que fuera tan amable, no pensé que mis lágrimas le conmoverían tanto, pero así fue.
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