El destino de la huerfana
Capítulo 81

Capítulo 81:

Voy a hacer lo que mejor hago y dejaré ese asunto para cuando pueda manejar lo mal que me hace sentir. En este instante, necesito concentrarme y encontrar una manera de salir de aquí por mi cuenta.

Cuando Juan llegue, seré casi inútil frente a él y sus hombres. No podré hacer nada, especialmente en su contra, mientras esta maldita estructura me impida transformarme.

Y Sierra, gracias por hacer que mis dones sean inútiles en un momento de mi vida en el que realmente podría utilizarlos, y luego por dejarte fuera de combate para que no pueda acceder a ellos. ¡Qué buen plan!

¡Una vidente que no predijo la posibilidad de no poder devolverle a una chica lo que es suyo si su amado compañero la dejaba en estado de coma! ¿Qué vidente hace eso? ¿Y qué clase de bruja ata a su propio hijo y lo deja sin madre durante diez años si lo previó todo?

Si Colton tuviera la capacidad de ver cosas, y no estuviera atado, tal vez podría haberla encontrado hace mucho tiempo y evitado todo, Nada de esto había sido un plan inteligente. En realidad, era un desastre.

Detuve mis pensamientos erráticos, solo para ver a esa misma mujer venir y revisar las máquinas de Sierra. Interrumpí mi maníaco caminar, alrededor de mi pequeño espacio, mientras ella desaparecía con rapidez sin mirar en mi dirección.

Todo el tiempo que estuvo allí, pude sentir su aprensión, su mirada era esquiva, obviamente estaba incómoda porque había un prisionero allí. La observé atentamente, antes de que saliera corriendo y actuara como si yo no estuviera aquí mirándola.

No es que hiciera algo que valiera la pena observar. Presionó algunos botones, verificó algunos líquidos, movió la cama de Sierra hacia arriba y hacia abajo y reajustó su posición para evitar llagas.

Acomodo sus almohadas y la giró de lado, antes de presionar más botones, cambiar su sábana y dejarla sola nuevamente. Cuidados básicos, nada demasiado emocionante. Supongo que estoy agradecida de que al menos le muestren algo de compasión y la atiendan con frecuencia, girándola y otras cosas.

Sin importar cuanto tiempo pasé parada y fulminando a Sierra como una especie de psicópata espeluznante, nada la despertaba, mucho menos mi fuerza de voluntad. Para ser honesta, no podía imaginar lo que ocho años en coma inducido le habían hecho.

¿Cuál sería su estado mental y el de su cuerpo si la despertáramos? Ahora, estoy empezando a dudar que eso sea posible. Por lo que sabía, las drogas a lo largo de los años habían convertido su mente en papilla.

Su cuerpo había estado inactivo durante tanto tiempo que asumo que una recuperación instantánea no es posible, si es logramos despertarla después de tanto tiempo. En un lugar donde sus poderes habían sido atados, ella era mortal y estaba susceptible a todo el daño que un coma inducido durante ocho años le causaría a un humano.

Sin mencionar el hecho de que había perdido casi una década de su vida, y ¿Qué le sucedería ahora?

La última vez que vio a Colton, este era un niño de nueve años, ahora era un hombre fornido y arrogantemente apuesto… o por lo menos estaba en proceso de serlo. Eso seguramente la confundiría y la desorientaría si se despertaba.

En su mente, esos hace diez años eran como si hubiera sido ayer. El mundo había cambiado tanto, y durante ese tiempo su compañero había destruido nuestra montaña. Nuestro pueblo estaba dividido por clases y méritos, y Santos gobernaba usando el miedo.

Tal vez se suponía que nunca debía despertarla. ¿Quizás dejó otra forma de recuperar mis dones y solo tenía que encontrarla?

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando el carrito del almuerzo salió del ascensor y lo dejaron frente a mi puerta. Poco después de que la mujer se fuera, el guardia, otro imbécil parecido a Santos, se encogió de hombros con una expresión de disgusto y engreimiento, recargó su hombro contra el vidrio y me miró perezosamente.

Cada uno de sus poros exudaba maldad pura. Era el idiota que estaba sentado en el escritorio de arriba, cuando Deacon le informó que me alimentarían a la misma hora que en el resto de las instalaciones.

“Me dijeron que te diera el almuerzo, pero el doctor me detuvo y dijo que no puedes comer nada hasta que haya tomado algún tipo de muestra… así que supongo que lo dejaré aquí y se enfriará. Disfrútalo, aunque no aconsejó que te lo comas más tarde”, él sonrió, claramente feliz con su triste demostración de poder.

Un completo lobo omega, de bajo nivel jerárquico, que busca cualquier tipo de ventaja para no sentirse inferior. Lo miré con el ceño fruncido, con el olor del filete y la sopa flotando a través del cristal y, aunque él cree que tiene algún tipo de poder al dejarlo fuera de mi alcance, ni siquiera lo quiero.

Comí hace un rato, y me confunde que el doctor insistiera en que comiera eso y no esto, no ha pasado el tiempo suficiente como para sentir hambre todavía. No entiendo el repentino impulso de decirme que no coma

Supongo que Deacon le informó a sus subalternos quién y qué, decía Juan que yo era, y ahora todos eran parte del club de fans de Alora, dada la forma en que este imbécil estaba actuando. Casi puedo saborear su aversión, y la forma espeluznante en que me mira como si fuese el plato principal de la cena, me da malas vibras.

Me recuerda a ese imbécil de Damon, el cual solía vigilarme, durante la escuela y trataba de abordarme en un pasillo para meterme mano y besarme a la fuerza. Era un asqueroso pervertido al que le gustaba controlar a las chicas, muy parecido a este idiota.

“Por qué no te lo comes… es obvio que te vendría bien un poco de energía extra. Si la persecución en el bosque fue indicación de algo”. Usé la misma actitud amistosa pasiva agresiva que utilizaba con Deacon, y él sonrió, de oreja a oreja, como si fuera demasiado estúpido como para darse cuenta de que era una provocación.

Es irritantemente engreído, y si no fuera tan estúpido, sería algo lindo, al estilo de Colton. Maldición, realmente necesito dejar de hacer eso. Comparar a todos los latinos atractivos con él, y luego encontrar defectos porque no son él. Lo entiendo.

Todavía me importa, lo extraño constantemente, y cada colombiano se%y de cabello oscuro, con hoyuelos y ojos soñadores hace que lo recuerde, pero Dios… no es el momento. Si él fuera Colton, me dejaría salir en un abrir y cerrar de ojos.

Nunca me lanzaría una mirada tan engreída por algo tan absurdo. Si él estuviera aquí, sabría qué hacer con todo este lío, siempre parece sabio, como si tuviera las respuestas y probablemente, en este instante, estaría pateándole las pelotas a este idiota.

No puedo culpar a Colton por eso, incluso cuando se comportó como un imbécil en nuestra juventud. Aparte de aquella vez que me apartó de su camino por tropezar épicamente delante de él y de su grupo de perros rabiosos, nunca se esforzó por ser un patán con la gente sin ninguna razón.

Siempre fue tan superior sin esfuerzo, parecía distante y tranquilo, como si fuera mejor que nosotros. Todo estaba en las miradas que lanzaba, más que en lo que decía, pero supongo que intimida a la gente, incluso sin quererlo.

Un verdadero camarada que salía con su manada, practicaba deportes y caminaba como Danny de la película Vaselina. Todo el mundo lo admiraba y lo adulaba cuando pasaba.

Supongo que tal vez no era muy sociable con los que estaban fuera de su grupo, porque así es ahora y eso muestran sus recuerdos. A él no le gusta relacionarse con gente fuera de su círculo, y supongo que es porque perdió a muchos en la guerra, y luego a su propia madre.

Él ha levantado un muro, y mantiene a todos los que no son de su manada afuera. Supongo que por eso se esfuerza tanto en hacer que su padre se sienta orgulloso, porque lo quiere, aunque este no sea digno de ser amado, lo cual no es culpa de Colton, sino de Juan.

Su defecto es intentar ser el lobo perfecto de Santos, y llevar sobre sus hombros el peso de que un día será el líder.

Él sigue las reglas, las leyes y la palabra del Alfa sin rechistar, como debe de ser, e incluso antepone todo eso a sus propios deseos. Supongo que un líder tiene que ser así, con una mentalidad de grandeza arraigada, en la que su corazón no siempre puede mandar.

Eso solo consolida aún más el hecho de que un día será el mejor para su pueblo, aunque esa actitud no sea la mejor para nuestra relación.

El engreído guardia se marchó, aburriéndose de mi desinterés por él.

No duró mucho, lo cual reafirmó el hecho de que es un omega, y se encuentra se encuentra en una posición baja en el orden jerárquico.

Está acostumbrado a ser ignorado y descartado, por lo que se marchó en silencio.

Qué bien, porque no tengo tiempo para imbéciles.

Por lo tanto, volví a recorrer la habitación en busca de cualquier tipo de herramienta, o elemento que pudiera servirme para salir.

Estoy tensa, agotada y agitada debido a la situación en la que me encuentro, y por tantas emociones conflictivas en mi mente.

Los armarios están llenos de basura médica, vendajes y nada afilado o útil.

.

.

.