El destino de la huerfana -
Capítulo 12
Capítulo 12:
Nunca antes había sucedido algo así en la historia de la impresión. Incluso el chamán advirtió sobre una terrible premonición si enojábamos a los destinos y negábamos algo tan fuerte como ello. Pero a Juan no le importaba. A él solo le importa lo que él quiere y lo que la familia Santo necesita.
Yo solo soy una molestia para él, indigna de las atenciones de su hijo o de su semilla.
Huir sería inútil, porque mi alma ahora está vinculada a Colton en todo sentido, lo que significa que no tengo permitido salir de Radstone en absoluto.
Al irme podría poner en peligro la vida de su futuro alfa, en caso algo terrible me ocurriera. Si yo muero afuera, en el gran mundo, entonces él también.
El Destino hace que tu pareja se vuelva inseparable de ti por una razón que va más allá de la lujuria y la procreación… el deseo de nunca separarse tiene mucho que ver con la supervivencia.
El Alfa está destinado a proteger a su mujer a toda costa; y ella, a ser su sombra de por vida. Siempre a su lado, para cuidar su espalda y convertirse en una unidad invencible. Se vuelven uno. Si cae uno, caen ambos.
Luego de que Carmen me gritara hasta que mis oídos sangraran, literalmente, y dolieran, Juan me acorraló en un rincón amenazando con destrozarme y Colton casi le arranca la cabeza por ello. Después, algunos miembros de la manada Santo, demasiado agresivos debo decir, me llevaron bajo arresto domiciliario.
Y ahora estoy confinada a una vida dentro de estas paredes, sin contacto con la persona que el destino decidió que sería la otra mitad de mi alma por toda la eternidad. ¡Todo esto es simplemente una porquería!
Feliz décimo octavo cumpleaños de mi%rda, Alora. Todo está yendo genial hasta ahora.
Tenemos prohibido vincularnos, hablar o vernos, y dudo que eso cambie alguna vez. El vínculo dura toda la vida y la distancia no hará mucho al respecto. No es algo que puedas romper.
Puedes elegir negarlo o ignorarlo, si eres Capaz, pero Colton tiene que ser el que me rechace o yo seguiré siendo, y todavía lo soy, su pareja. Él dijo las palabras, verbalizó la elección y empezó a marcarme. Juan no puede tomar esa decisión por él. Él tiene que decirme las palabras, tengo que oírlas de él antes de que rompa la unión que empezamos.
No es que haga mucho en términos de nuestro enlace, pero por su manada, por el código, él no puede tenerme como su pareja y luego volver con Carmen sin hacer esto primero. Una pareja no es algo que puedas intercambiar libremente.
Sin embargo, todo ha sido una agonía. El chamán tenía razón cuando dijo que negar el vínculo solo empeoraría las cosas.
Juro que he estado soñando, casi al borde la obsesión, con él desde que nos separaron; y no puedo comer ni dormir de lo mucho que añoro a la pareja que nunca tendré porque su padre se sigue interponiendo entre nosotros. Esto a pesar de que Colton había dejado en claro que él también me quería.
Todo es tan loco, hace poco él era una persona que yo no conocía, y ahora sé todo sobre él. Puedo sentirlo, verlo en mi mente e incluso escuchar esa se%y voz latina sutilmente acentuada cada vez que quiero. Él ya está enquistado en mí.
Está en mi cabeza, creando agujeros oscuros e irreparables en mi corazón.
Todo mi ser se siente vacío y perdido sin mi otra mitad. Su beso me ha arruinado de muchas maneras… vuelvo a reproducir esos momentos hasta que grito de dolor tratando expulsar su sabor.
Nunca supe que este tipo de sufrimiento pudiera existir y maldigo al destino por hacerme esto. No puedo comprender por qué me infligirían este tipo de enfermedad incurable. Es como una especie de locura que no puedo curar, no importa cuán fuerte crea que soy.
Estoy desesperada por contactarme y vincularme con él para apaciguar estas ansias que tengo, aunque sea por solo un segundo. Sin embargo, no he sabido nada de él.
Asumo que debe de estar de acuerdo con su padre, que por el futuro de la manada no deberíamos tener contacto, tomando en cuenta que ha cerrado el enlace principal y no puedo comunicarme con él en absoluto.
Sueño con él, huelo su aroma en el viento cuando sopla desde el sur y eso me vuelve loca. No tengo idea de cómo recomponerme si ni siquiera sé ni lo que somos. Cautiva, sigo siendo su compañera, pero se me niega todo lo que eso conlleva.
El único aspecto positivo de mi transformación, y de convertirme por fin en mi verdadero yo, es la diferencia física, que me sorprendió cuando por fin llegué a casa para deshacerme de la suciedad y la sangre que cubrían cada centímetro de mí.
Al verme en el espejo del cuarto de baño, me quedé inmóvil con incredulidad mientras digería la imagen que vela en él. La mujer que estaba frente a mí en el espejo, la que alguna vez fue una niña, es casi como una extraña para mí. Pero no lo es.
Todavía es Alora en cierto modo, aún me reconozco como yo, pero mi rostro está más marcado, con labios más carnosos, y su piel más clara. Mis rasgos han mejorado de alguna manera sin cambiar demasiado, pero no puedo explicar el porqué.
Mi cabello es más grueso, con más volumen y más claro. Atrás quedó ese castaño rojizo; ahora es de color caramelo con toques de miel con unas ondas preciosas.
Mis ojos son más verdes, casi deslumbrantes, y mi cuerpo está tonificado en lugares que no creía que podía perfeccionar. He mejorado y ahora estoy a la altura de aquellas que ya se han convertido y que andan por este reino. Ya no soy sencilla; soy deseable, pero ello trae problemas.
Los machos en celo me rodean cada vez que me aventuro a bajar a la cocina o al patio para tomar aire.
Muchos todavía viven en el orfanato, incluso después de convertirse, y no tienen ganas de irse.
Puede que me haya impreso en una pareja, pero no tengo ninguna marca para solidificar esa unión, por lo tanto al no tenerla estoy disponible a sus ojos, y necesito cuidar mi espalda. No todos están sujetos a las reglas de la manada en esta nueva era.
En general, los machos tratan a las hembras con respeto después de que se convierten, pero no a todas.
Las hormonas, la falta de pareja y, a veces, los niveles de testosterona contribuyen a que los machos rebeldes tengan poca consideración por el castigo cuando la necesidad de tener relaciones se%uales los impulsa.
Somos animales primitivos, y el se%o es parte de nuestras necesidades básicas una vez que nos convertimos por primera vez. Sé que ya estoy sufriendo para que esos antojos se cumplan. Mi cuerpo anhela que mi pareja se una a mí.
Lo molesto de esto es que nadie más servirá y tengo cero interés en cualquier tipo de alivio instantáneo con cualquier otro hombre, o en alguna forma de auto placer, aunque supiera cómo hacerlo.
No está en mi lista de prioridades. Me he dado cuenta, ahora más que nunca, de que ya no estoy segura en esta casa cuando estoy rodeada de machos sin pareja.
La falta de una manada real significa falta de protección y también de cualquier tipo de consecuencias para un macho que toma lo que quiere. Vivimos en un mundo cruel, y a nadie le importa los rechazados. Especialmente si uno de ellos ataca y vi%la a otro. No tenemos respaldo.
No importa si todos y cada uno de ellos me vieron imprimirme en Colton; es de conocimiento público que Juan niega el vínculo y que me ha enviado a vivir aquí para alejarme de su hijo.
Saben que no deben matarme o mutilarme, pero si se meten conmigo, haciendo cosas indescriptibles… su hijo se recuperaría rápido del dolor y no sufriría las cicatrices emocionales que yo llevaría. No estoy a salvo.
Dejo mi ritual diario de caminar y me desplomo en mi cama, consciente de que Vanka ha entrado, ha cogido algunas pertenencias y se ha ido de nuevo.
Ella también está manteniendo su distancia desde la transformación. Parece que mi vergüenza pública me ha puesto en una especie de lista de marginados sociales, incluso entre mis propios compañeros.
Ninguno de ellos me ha mirado ni me ha hablado en días. Nadie quiere conocer o ser asociado con la chica que tuvo la audacia de vincularse con alguien que está muy por encima de su posición.
En especial si del propio Príncipe Santo se trata.
Como si de alguna manera yo hubiera orquestado todo esto, y no hubiera sido el destino. Parece que cometí algún tipo de pecado atroz que me marca como lo más bajo de lo bajo, incluso en esta casa de porquería.
Lo único que evita que me maten es el hecho de que Colton morirá si alguien me toca.
Estoy segura de que si alguien me acorralara y atacara le afectaría, pero eso no parece importarles a los depredadores que rondan en esta casa.
La mayoría odia a la familia Santo y a cualquiera de los alfas porque saben que nunca serán ellos, ni estarán a su altura.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar