El bebe de mi jefe
Capitulo 5

Capitulo 5:

Se le veía derrotado, confuso, sin encontrar un rumbo en este nuevo panorama, que sin duda, había caído de manera inesperada sobre sus hombros. Al verlo así, sentía pena por él, pues sabía que era una buena persona, de lo contrario, ya me hubiera despedido por llegar tarde al trabajo a causa de vivir lejos de esta zona.

“Jefe, ¿Qué hará con este bebé?”, cuestioné intentando ayudarle a pensar.

“Justamente en eso estoy pensando”, respondió con el rostro aún escondido entre sus manos.

“¿Qué diablos hago?”, preguntó al aire, mostrando su evidente desconcierto.

En silencio, esperé que el biberón calentara y luego lo saqué con cuidado.

Dejé caer un par de gotas sobre el dorso de mi mano y al no sentirlo muy caliente, decidí que estaba a buena temperatura para el niño.

Miré al pequeño con ternura y le sonreí, luego le di el biberón y él comenzó a alimentarse de manera rápida, dejando en evidencia que lo único que tenía era hambre. Acaricié su corto cabello con cuidado y me moví de lado a lado, mientras él tenía los ojitos bien abiertos hacia mí, sin dejar de succionar aquel biberón.

Le calculaba unos cinco o seis meses, pues ya era capaz de llevar su mano hasta el biberón, pero sin poder afirmarlo aún.

“Es un bebé hermoso”, dije, llamando la atención de mi jefe, quien nos observó con los ojos abiertos de par en par.

“Y no quiero ser entrometida, pero creo que tiene sus mismos ojos, jefe”

Agregué, haciendo que Athom Patel tragara saliva con dificultad.

Bufó audiblemente y luego se puso de pie para acercarse a mí y ver al niño tomar su biberón.

“¿Qué crees que deba hacer?”, me preguntó, mirándome directamente a los ojos.

“Esto me tomó por sorpresa”.

Diablos, la presión se sentía fuerte sobre mí, pues jamás hubiera pensado que mi jefe estaría pidiéndome ayuda con alguna decisión personal.

Nuestra relación se limitaba a algo netamente profesional, aunque algunas veces me pedía algunos favores como llevar su ropa a la tintorería o enviar flores para su madre, pero esto era algo diferente, mucho más delicado y personal.

“Usted es un hombre muy reconocido a nivel nacional, y creo que también todos saben que es muy adinerado”

Puntualicé con algo de temor a sobrepasar algún límite con mis palabras.

“Pero creo que es necesario que busque a la madre del niño y se asegure de que este hijo es suyo, pues no sería el primer hombre al que intentan engañar con una falsa paternidad para sacar provecho de la situación”.

Los ojos de mi jefe me escrutaron a detalle y luego asintió convencido, lo que me hizo sentir algo más aliviada.

“Estás en lo cierto, Ruby”, dijo con una sonrisa totalmente fingida.

“Tampoco sé quién lo dejó aquí”, murmuró.

Miró al bebé de reojo y noté cómo se resistía a verlo.

“¿Puedo pedirte algo más? Sé que he abusado mucho de ti, pero…”

“Dígame, jefe, estoy para ayudarle después de todo”, sonreí.

Mi jefe suspiró y rascó su cabeza con incomodidad.Principio del formulario

“¿Podrías quedarte con él un momento?”, preguntó desviando la mirada.

“Quiero salir un momento en busca de respuestas”.

Athom Patel era un hombre joven, de treinta y un años, pero justo en ese momento parecía un adolescente perdido pidiéndole autorización a su madre para irse de fiesta con sus compañeros de la escuela, lo que me provocó ternura.

Asentí de inmediato hacia él, porque después de todo, ¿Cómo podría negarme?

Aquel bebé era una ternura, y además, aún estaría dentro de mi horario de trabajo, por lo que no sería gran tarea extra. Por otra parte, sentía que se lo debía por estar constantemente llegando retrasada a la oficina.

“Vaya tranquilo, yo me quedaré aquí con el pequeño mientras me pongo al día con mis pendientes”, afirmé convencida.

“Lo cuidaré muy bien, no se preocupe”

Señalé al pequeño con mi mentón.

El bebé entre mis brazos balbuceó algunas cosas inteligibles, como si estuviera respondiendo también, lo que me hizo sonreír.

Athom negó inmediatamente con la cabeza de manera rápida, para después desaparecer completamente de mi vista.

Luego de haber terminado su biberón y cambiado su sucio pañal, el pequeño Asher dormía plácidamente en aquel canasto de mimbre en el que lo había encontrado mi jefe, al cual solo había agregado un cojin más cómodo para que él estuviera mejor.

Lo observé con una sonrisa mientras me disponía a encender la computadora frente a mí, pues aunque me había ofrecido a cuidar del pequeño, también era mi responsabilidad ponerme al día con mi trabajo como asistente de Athom Patel.

Mi celular vibró anunciando un recordatorio de mi agenda personal, por lo que lo tomé y sonrei al ver que en la pantalla se reflejaba una nota que decia:

[Cena de tercer aniversario con And! Me ilusionaba la cena de hoy con mi querido novio, pues últimamente no habíamos tenido tiempo suficiente para compartir juntos, por lo que estaba segura de que pediría comida a nuestro restaurante favorito y lo sorprendería con un lindo conjunto de lenceria se%y que había comprado para la ocasión]

“Vaya, vaya…”, musitó Josh apareciendo frente a mi cubículo de trabajo y sacándome de mis pensamientos.

“¿Quién es este pequeño?”, preguntó alzándose sobre sus pies para mirar mejor a Asher, quien dormía sin perturbaciones.

“Te aconsejo que mueras por viejo, y no por metiche, Josh”, bromeé, haciéndolo reír.

Mi amigo y compañero de trabajo se encogió de hombros y luego afirmo sus codos sobre mi escritorio para mirarme con diversión.

“¿Es que ahora eres niñera, Ruby?”

Cuestionó alzando una ceja con curiosidad.

Rodé los ojos con fastidio, pues era obvio que Josh estaba uniendo todo para hacerse una idea en la cabeza de lo que estaba ocurriendo.

“Ya veo a qué se refería el jefe ‘con asunto urgente’”, musitó haciendo comillas en el aire con sus dedos

“No puedo contarte el chisme, lo siento”, me encogí de hombros hacia mi amigo, quien no dejaba de querer sacarme información.

Josh era un trabajador del área de desarrollo técnico, donde probaban el funcionamiento de los nuevos proyectos que la empresa lanzaba, hasta encontrar cómo hacerlos funcionar de la mejor manera. Intelligent era una de las mejores empresas de tecnologías, pues se especializaban en la tecnología de realidad virtual, desarrollando videojuegos principalmente.

“Eres una aburrida, Ruby”, bufó Josh rodeando el escritorio para sentarse a mi lado en una silla vacía, mientras inspeccionaba al bebé con curiosidad.

“Mejor cuéntame, ¿Qué tal todo con el idiota que tienes por novio?”

Suspiré al escuchar esa pregunta, porque Josh era el único que sabía lo que ocurría en mi relación con Andi, y sí, era cierto que últimamente me la había pasado quejándome sobre mi noviazgo y el poco interés que veía por parte de mi novio, así que era obvio que Josh se llevaría una mala imagen de Andi.

“Creo que las cosas van mejorando entre nosotros, ya sabes que Andi tiene mucho trabajo siempre…”, dije restándole importancia al asunto.

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