El arte del sexo
Capítulo 92

Capítulo 92:

– Daviana, si sigues así no me voy a contener.

Ella sigue chupándole la polla succionando con fuerza, era imposible reprimir las ganas de no correrse. Michele se deja llevar por lo que siente y termina por eyacular en la boca de Daviana.

Gime con fuerza cuando vacía su polla en la boca de esa mujer, cada día lo enloquecía más y más. Si no es que ya estaba totalmente loco por ella.

Abre los ojos y baja la mirada, luego toma a Daviana por los hombros para poner de pie su cuerpo, inmediatamente el pelinegro la sujeta de la curva de sus nalgas elevándola del suelo.

Gira su cuerpo con ella encima para recostar su espalda de los azulejos.

– Yo…

– Shh… -Michele la besa con suavidad callando sus palabras.

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Aprieta su cuerpo permitiendo que sus sexos se unan y es cuando la oye gemir con fuerza entre la unión de sus bocas. Daviana lo deseaba tanto como él.

– Te deseo Daviana, no te imaginas cuánto.

La castaña solo consigue asentir, y es cuando él toma su polla con una mano para llevarla hasta el coño de ella hasta entrar muy lentamente en su interior.

– ¡Ahhhh! Michele! – Daviana muerde sus labios con fuerza al sentir toda la polla de él en su interior.

– Daviana -gime contra sus labios mojados.

La ropa que ella llevaba puesta estaba completamente mojada, por suerte no llevaba nada de ropa interior lo que facilito el encuentro. Él entraba y salía de su cuerpo con fiereza, la mantuvo sujeta mientras que ella se aferra a sus hombros.

Sus labios semi abiertos le indicaba que lo disfrutaba, la miraba a la cara viendo esas expresiones de placer que lo volvía loco.

Escucha sus gemidos tan eróticos que enciende su sangre.

Cierra sus ojos para disfrutar de ella, estrecha un poco más su cuerpo. El agua se empoza entre las tetas de Daviana y su pecho, pero ellos no se detuvieron siguieron follando con fuerza hasta que la castaña comenzó a gemir.

– ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! Michele no puedo más…

Daviana se rinde ante el deseo y placer de ese orgasmo, inclina el rostro hacia atrás y su mente se pone en blanco cuando consigue correrse, todo su cuerpo se relaja por completo liberando toda clase de preocupación y angustia de su cuerpo.

Gime con fuerza y delicia aferrándose a l fuerza cuerpo de Michele mientras disfruta del placer que le estaba propinando. El penetraba su cuerpo sin piedad deleitándose de cada sonido que ella. Daviana llego a un punto de sonreír de goce y por tener el placer de follar con Michele.

El CEO termina por correrse dentro de Daviana una vez más, pero esa vez lo hace con más fuerza. Sujeta el pequeño cuerpo de ella marcando sus dedos en su piel, Michele besa su cuello mientras gime contra su piel.

– Daviana, me encantas…

Aquellas palabras aceleraron el corazón de la castaña a un ritmo alarmante, tanto que la hizo abrir los ojos de par en par… ¿Cómo se supone que debía tomar esas palabras?, odiaba la idea de se estaba haciendo muchas ilusiones con Michele.

Entre ellos dos jamás existiría algo más que sexo…

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