El arte del sexo -
Capítulo 111
Capítulo 111:
– ¿Ocurre algo, Daviana? -ella levanta la mirada de su plato.
– No, todo está bien -sonríe a duras penas.
No era honesta, no era un niño al que podía engañar. Sus años recorridos les sumaba experiencia a sus instintos.
– Te veo cuando termines de comer -dice él poniéndose en pie.
Daviana lo ve alejarse del comedor para luego volver la vista a su plato, ni apetito tenía.
Mantener en secreto que estaba enamorada de Michele cada día era más complicado, intentaba disimular sus sentimientos, pero, es que ya ni sabía cómo hacerlo.
Cuando ambos llegaron a la clínica, Michele pretendía bajarse del coche para acompañarla, pero justo en ese momento lo llamaron.
– Daviana, no puedo quedarme contigo. Pero vendré por ti dentro de una hora.
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– Tampoco tienes porque quedarte conmigo, no te preocupes, voy a estar bien.
– De acuerdo.
Ella se baja y empieza a caminar a la entrada de la clínica hasta que se detiene a mitad de camino para ver el edificio. Luego gira el cuerpo en redondo para ver la camioneta de Michele alejarse.
– ¿Qué diablos?, me ha dejado sola sin muchos problemas, eso no es normal.
Niega y luego entra en el edifico pensando que Michele no le puso muchas objeciones para que fuera a ver a su hermano sola. ¿No le preocupaba Gael? Con los pensamientos revueltos la castaña recorre el corredor para ir a ver a Arthur.
El niño estaba despierto viendo dibujos animados en la televisión y al verla sonríe abiertamente, su color de piel volvía a ser la de antes y sus ojos brillaban como los de un niño normal. Daviana se sentía feliz de que su hermano estuviera mejor.
Sabía que muy pronto le darían de alta y toda esa pesadilla acabaría.
– ¿Señorita Morris? -Daviana gira el rostro hacia la puerta para ver a un doctor de avanzada edad entrar en la recámara -. Imagino que es la hermana de este jovencito tan valiente.
– Sí, soy yo… -se pone en pie para saludar el doctor-. ¿Disculpe quién es usted?
– ¡Ah, sí! soy el doctor Blester, estoy a cargo del caso de su hermano.
– ¿Perdón qué? -frunce el ceño -. ¿Qué paso con el doctor Gael?
– Bueno, no sé muy bien lo que sucedió, pero el doctor cedió el caso de Arthur.
Daviana pestañea varias veces al escuchar aquella noticia, ¿Por qué Gael abandonaría el caso de su hermano? No tenía sentido, por tres años él se encargó de todo y hasta lo opero. Aplana los labios, no sabía que pensar.
Mientras que el nuevo doctor la ponía al tanto de todo con el progreso de Arthur, Daviana no dejaba de pensar el cambio repentino de Gael, encima de eso, si él se retiró ¿Cómo quedaban ellos con la deuda que tenían?
Necesitaba hablar con él, era necesario que le explicara porque dejo el caso de su hermano…
cuando el doctor de Arthur termino por informarla sobre el mejoramiento del pequeño le digo que posiblemente en una o dos semanas le diera de alta.
Era una buena noticia sin duda alguna, y se sentía muy tranquila al saber que pronto tendría que dejar de visitar la clínica y lo mejor de todo es que Michele no seguiría teniendo ese enorme gasto.
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