El amor predestinado del príncipe licántropo maldito
Capítulo 955

Capítulo 955:

POV de Crystal:

Flora entonces hablaba efusivamente de su boda con emoción. «Oh, Sylvia, deberías haber estado allí. Ese día hacía mucho viento. El idiota de mi marido decidió celebrar la ceremonia al aire libre. El viento casi me hace volar».

Warren levantó la barbilla indignado y protestó: «Comprobé el tiempo de antemano y decía que haría sol. ¿Cómo podía saber que el pronóstico era erróneo?».

Flora resopló y le ignoró, Warren. Me apretó la mano y me contó todo sobre el día de su boda, pero pronto se puso un poco triste. «Lo único que lamento es que no estuvieras allí».

Sonreí a Flora y le di unas palmaditas en la mano que sostenía la mía. «Aunque no pude ir, estoy segura de que la Diosa de la Luna debió de llevar allí mi bendición. Ese día, recé en el altar durante mucho tiempo, con la esperanza de que Warren y tú os amarais para siempre y vivierais una vida feliz juntos».

Al oír esto, Flora se animó de nuevo. Sacó su teléfono y me enseñó con entusiasmo las fotos del día de su boda. Estaba preciosa. Flora aún estaba embarazada y su vientre redondo lucía especialmente bien con el vestido de novia blanco. Se la veía muy tierna, acurrucada junto a Warren en la foto. Realmente hacían una pareja perfecta.

«¿Has hecho algo fuera del trabajo en los últimos años? ¿Has conocido a algún chico guapo en la frontera?» Flora frunció las cejas con picardía.

Me reí despreocupadamente. «¡Venga ya! Ahora soy madre de dos hijos. Y he dedicado el resto de mi tiempo a la manada. Ser madre y Alfa ocupa todo mi tiempo».

«¡Dios mío! ¡¿Tienes dos hijos?!» Flora se tapó la boca en estado de shock.

Warren también estaba desconcertado. «¿Gemelos?»

Asentí con la cabeza. «Sí, gemelos. El niño se llama Arron y la niña Beryl».

«¿Tienes fotos? Quiero verlas». Flora estaba tan emocionada que prácticamente me arrebató el teléfono en cuanto saqué algunas fotos.

«Tengo muchas fotos de ellos en mi teléfono. Desplázate hacia abajo».

En los últimos cinco años, sólo he hecho fotos de mis dos hijos mientras crecían y rara vez me he hecho fotos a mí misma. Sin darme cuenta, había almacenado miles de sus fotos.

Flora se inclinó hacia Warren y le enseñó las fotos. Exclamaba de vez en cuando. Lo que repetía era que Arron se parecía mucho a Rufus.

De tal palo, tal astilla.

Era inevitable que Arron creciera y se pareciera exactamente a Rufus. Era algo que temía. Pero, ¿quién sabe? Quizás el destino sería bueno con mi hijo.

«¿Están Arron y Beryl aquí contigo? ¡Dios mío! Quiero conocerlos». Flora tiró de mi brazo con entusiasmo.

Me rasqué torpemente la nuca. «Bueno, ahora no puedes ver a Arron. Parece un mini-Rufus, así que le cubrí la cara con vendas. En cuanto a Beryl… Ha perdido la memoria. Ahora se queda con Rufus y se niega a separarse de él».

Flora enarcó las cejas, sorprendida. «¿Qué ha pasado? Cuéntamelo todo».

Así que le conté toda la historia, lo que hizo que Flora se emocionara aún más.

«¡Dios mío! ¡Increíble! Aunque Beryl perdió la memoria, se las arregló para acabar con su padre. Quizá todo forme parte del plan de la Diosa de la Luna».

No sabía si reír o llorar. «Es frustrante, ¿sabes? Beryl no me recuerda en absoluto y sólo se aferra a Rufus».

La sonrisa de Flora desapareció. Me miró seriamente y dijo: «¿Es realmente imposible que tú y Rufus volváis a estar juntos?».

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