El amor predestinado del príncipe licántropo maldito
Capítulo 360

Capítulo 360:

El punto de vista de Sylvia

Afortunadamente, teníamos la cobertura de la noche y nadie nos vio con claridad.

Me apresuré a llevar a Rufus a un lugar tranquilo.

No había nadie en los alrededores. La luz de la calle de la zona parpadeaba y era tenue. Mis ojos se movieron como locos y, cuando vi que no había moros en la costa, di un suspiro de alivio.

Cuando me di la vuelta, vi que Rufus me sonreía como un niño travieso.

Después de mirarnos durante unos segundos, ambos estallamos en una carcajada incontrolable.

¡Era tan ridículo! Probablemente era la primera vez en su vida que Rufus había sentido tanto pánico.

«Dudo que pueda enseñarte lo que me regaló mi madre», dije cuando se me pasó la risa.

Rufus asintió y me cogió la mano. «No pasa nada. Puedes enseñármelo en otro momento. No hace falta precipitarse. Por cierto, a partir de mañana no tienes que ir al colegio».

Le miré con incredulidad. «¿Eh? ¿Tan de repente?».

Rufus asintió. «Sí. No sólo tienes un rango militar formal, sino que además has ganado el primer puesto en el concurso de selección y eres el líder del equipo de élite. Así que ahora, puedes unirte oficialmente al ejército».

«¿Han sido confirmados los demás miembros del equipo de élite?». pregunté, mirándole con curiosidad.

Las cosas no fueron iguales después de entrar en el bosque prohibido. Warren estaba gravemente herido e inconsciente en un hospital. ¿Significaba eso que habría menos de seis miembros?

Rufus frunció los labios y me guiñó un ojo, manteniéndome deliberadamente en vilo. «Lo sabrás cuando vayas al ejército».

A pesar de su críptica respuesta, sonreí. Estaba contenta porque ahora vería a Rufus más a menudo. El futuro parecía prometedor.

«Mañana haré que alguien te ayude a empaquetar tus cosas», añadió Rufus.

«Oh, está bien. Puedo hacerlo yo sola». Hice un gesto despectivo con la mano.

No quería que las cosas cambiaran sólo porque mi relación con Rufus se hubiera hecho pública. Además, una tarea trivial como hacer la maleta era algo de lo que podía encargarme fácilmente. En cuanto a Maya, a veces dejaba que me ayudara.

«De acuerdo entonces. Ten cuidado». Al ser rechazado, Rufus frunció ligeramente el ceño, pero no me obligó.

«Relájate, Rufus. No voy a un campo de batalla ni nada de eso, sólo voy a llevar mi equipaje». Le di un puñetazo juguetón en el brazo, divertida por su preocupación. «¡Si sigues así, me vas a malcriar!».

Rufus era tan protector conmigo que a menudo quería hacerlo todo por mí. Ni siquiera quería que cargara con cosas pesadas.

A menudo sentía que me mimaba demasiado.

«Quiero que confíes en mí», dijo de repente Rufus con seriedad. Luego cambió bruscamente de tema. «Pero lo importante es tu felicidad».

Mi mirada se suavizó y me puse de puntillas para besarle. «Aquí tienes tu recompensa».

Rufus me rodeó la cintura con los brazos y me miró con ternura. «Oh, hay una cosa más que necesitaba decirte. Cuando te unas al ejército, mi padre planea entregarte a Alpha Leonard para que te entrene».

¿Qué?

Parpadeé sorprendida. «¿Leonard? ¿Por qué? Esto es tan repentino».

«Porque puedes ser portador de una línea de sangre licántropa», respondió Rufus sin rodeos.

Se me abrieron los ojos como platos. ¿El linaje licántropo? Nunca había notado nada raro en mí, aparte de que a veces me sumergía demasiado en la lucha.

«¿Eso significa que mi padre también es licántropo?». pregunté expectante. Si era el caso, ¡eso reduciría la búsqueda!

Rufus sacudió la cabeza con pesar. «No necesariamente. El linaje licántropo es el linaje de élite de la raza de los hombres lobo. Es una posibilidad entre un millón. Tal vez naciste con la línea de sangre, o tal vez se despertó en ti más tarde».

«Ah, vale». Me encogí de hombros con indiferencia, pero no pude evitar sentirme un poco decepcionada.

«Ahora sólo se sabe que mi padre, el alfa Leonard, yo y tú tenemos esta línea de sangre en todo el imperio. Leonard tiene más experiencia que yo. Una vez fue considerado el guerrero más fuerte del imperio, así que será mejor entrenador que yo», explicó Rufus.

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