Capítulo 65: (FIN)

Y menos un sobre con el que estaba en la mesa bastante familiar, que le hizo sacar una media sonrisa. Se acercó y lo tomó sacando los papeles que estaban en su interior.

Dorian regresó a la habitación minutos más tardes, había indicaciones de que le subieran la cena, no quería dejar mucho tiempo a Elena sola. Si ella había perdido memoria debía estar confundida y asustada.

Cuál fue su sorpresa cuando entró a la habitación y le encontró sentada en la cama, con las piernas cruzadas y agitando los papeles en sus manos unos papeles que reconoció rápidamente cuando giró su cabeza hacia la mesa y no los encontró allí.

Lo menos que parecía ella era confundida y asustada, más bien, había un brillo inusual en sus ojos.

“Elena”, eso lo asustó pensando que ella podría malinterpretar aquello, después de todos eran los papeles de divorcio que ella misma había preparado.

La mujer alzó la mirada con el rostro con una expresión tranquila.

“¿Cómo te sentiste?”, fue la pregunta que le hizo ella.

“¿A qué te refieres?”, Dorian cerró la puerta de atrás de él y se recostó contra ella al sentir sus rodillas temblar ligeramente.

“¿Te acuerdas aquella vez cuando te despertaste en el hospital y dijiste que no me recordabas? Aún sí era una mentira para mí fue completamente real. Primero pensé que podías haber muerto y después…”, no pudo continuar.

“En serio, no era mi intención te sintieras así yo solo quería empezar desde cero, no sabía cómo hacerlo…”, después de eso se quedó unos segundos en shock.

Ella negó con la cabeza y se mantuvo unos segundos en silencio.

“Hay una cosa que todavía no sabes. Ese mismo día, si León no me hubiera llamado y avisado, yo hubiera firmado estos papeles y me hubiera ido de esta casa. Sí solo se hubiera tardado 5 minutos más no estaría yo aquí”, dijo y agitó los papeles de al lado de su rostro

Realmente había tomado la decisión de divorciarme de ti, ya no podía más aguantar estar encerrado entre cuatro paredes y solo recibir indiferencia. Eso puede destruir a una persona y me estaba destruyendo.

“Sé que esto no va a cambiar la situación, pero realmente no tenía la intención hacerte sentir así. Aunque puede bastante tarde yo solo quería intentar que los dos podamos comenzar desde el inicio, aún estamos casados”, Dorian apretó sus manos a cada lado de su cuerpo y se fue acercando lentamente hacia ella hasta detenerse delante.

“Nosotros no podemos volver a lo que éramos antes, ni cuando casi nos ignoráramos durante esos tres años, ni el poco tiempo que pasamos después del accidente. No somos los mismos”, ella solo alzó la mirada y lo enfocó.

“Elena no quiero perderte, puede que no haya tomado las mejores decisiones, sin embargo, todo esto lo hice para poder estar a tu lado”, Dorian agarró de los hombros intentando controlar su fuerza para no hacerle daño.

“Eso ya lo sé, por eso dices que ya no mejor que no podemos hacer lo que éramos antes”, Dorian apretó los labios frustrados, la forma en que ella hablaba era como si no le importara que se fueran a separar.

“Si tengo que renunciar a todo para estar a tu lado estoy dispuesto a hacerlo él. Elena me enamoré de ti desde el primer momento que te vi, no sé, solo apareciste delante de mí y decidí que eras la mujer te quería que estuviera a mi lado, no importara lo que pasara”, Dorian no se daría por vencido

“Incluso logré quitar a mi hermano del camino ponerme en contra de mi padre, no te lo estoy diciendo para para que lo tomes como chantaje emocional.  Solo quiero que sepas que eres mi prioridad y no solo tú, ahora también lo que crece dentro de ti”, Elena podía escuchar incluso desesperación la voz de su esposo.

El cuerpo de él temblaba ligeramente como si tuvieras realmente miedo de que ya desapareciera de delante de su persona. Elena se levantó aún con las manos de Dorian sobre sus hombros y sonrió ligeramente.

“Por todas esas razones digo que no podemos ser lo mismo que antes”, pudo sentir la atención de él, pero aunque quería seguir vengándose del todo lo que le había hecho pasar eso no formaba parte de su personalidad.

Así que agarró los extremos de los papeles entre sus manos y comenzó a rasgarlos hasta soltarlos y dejarlos caer en el piso como algo inservible. Los azules ojos de Dorian se quedaron mirando los destrozos entre sus pies y su boca se abrió de la impresión.

“Ya te lo dije, no podemos ser como antes, pero podemos comenzar desde cero. Esa vez tiene que ser bueno para los dos, más bien para los tres, no dejaré que juegues y hagas de mi lo que te da la gana”, acarició por encima de su por el momento plano vientre

“Como tú desees, escucharé cada uno de tus pedidos. Si debo cambiar algo solo dime, lo haré, solo quédate mi lado. Eres lo más importante para mí. Te amo Elena”, Dorian la estrechó fuertemente contra su pecho y la apretó.

Ella también envolvió sus brazos alrededor del cuerpo de su esposo dejándose embriagar por su olor y calidez y ahora con un peso menos sobre sus hombros. A pesar de que aún les quedaba un gran camino por delante una sonrisa apareció en sus labios si estaban juntos podían afrontarlo.

“Yo también te amo Dorian, mi esposo”.

Tiempo más tarde…

“Bueno, aquí concluye la reunión”, Dorian dio por concluida la sesión levantándose de la mesa rodeada de las personas entre ellas incluida Klaus, su hermano.

Todos fueron saliendo de la habitación poco a poco que solo se quedaron los dos junto con Leo que recogía el resto de los papeles de la mesa.

“Te dejo encargado del resto el resto del proyecto. Has estado haciendo un buen trabajo los últimos meses así que creo que te lo puedes hacer bien”, le dijo Dorian revisando los últimos datos que tenía.

“No me hables como si fueras mi jefe”, Klaus hizo una mueca de desprecio.

“Tengo parte de las acciones de la empresa. Así que sé cuáles son mis responsabilidades”, ese había sido el acuerdo entre ellos en aquella situación donde había sido falta salvar a Elena.

“En ese caso no tengo que dar más detalles”, había sido un comienzo difícil pero ahora se encontraban los dos allí, su relación tampoco había mejorado tanto, pero tenía que reconocer que Klaus eficiente en su trabajo ya había sido un buen aporte para las empresas.

Gracias a eso ahora tenía un poco más de tiempo libre para ir a su casa y no estar detrás de un escritorio.

“Bueno yo me voy ahora”, miró su reloj dándose cuenta que pronto sería su cita.

“¿Ya viste a tu madre ayer?”, la pregunta de Klaus lo tomó por sorpresa

Dorian asintió, debido a todos los traumas psicológicos que tenía su madre después del encarcelamiento de Markus de su sanción a varios años de prisión, y todo lo que le había hecho pasar todos estos años, ella había entrado en una depresión en la había tenido que hacer internada.

No era lo que le hubiera gustado a Dorian pero por el momento era necesario. Con los medicamentos de tratamiento poco a poco iría mejorando y solo el tiempo determinaría cuando ella pudiera liberarse las ataduras del pasado.

León llevó a Dorian en el auto a la entrada del hospital.

“Espérame aquí, no nos demoraremos mucho”.

“Se nota bastante emocionado”, León le dijo sin trabas.

En los últimos días su jefe había estado sonriendo mucho más que antes y más relajado, a pesar de todo lo que habían pasado. Tanto él como su esposa estaban trabajando duro en su relación.

“Bueno, qué te puedo decir. Las cosas con mi esposa están mejor que antes, en la cama, aunque tenemos que hacerlo con cuidado mejor imposible, y siento que cada día nos estamos acercando más. Además, hoy voy a saber el se%o de mis hijos así que saca tus propias conclusiones”, dice Dorian.

Después del primer ultrasonido habían logrado saber que Elena estaba embarazada de gemelos, así que el premio era doble.

León es una ceja. Sí claro con esa descripción cómo no.

“Yo los espero aquí afuera, buena suerte, y espero que también me informe el resultado pronto así puedo irme preparando para para los regalos”, dijo León.

“Claro que sí. El padrino de los padrinos de mis hijos tiene que lucirse. Después de todos necesitaremos ayuda con dos bestiecitas corriendo por la casa”, le dijo Dorian.

León no podía quejarse de verdad. Dorian lo había sorprendido cuando lo había hecho la propuesta, pero de que le había gustado, le había gustado. Después de tantos años juntos era una forma de mostrarle lo importante que era su amistad a pesar de ser jefe y empleado.

Dorian entró al hospital revisando el mensaje que Elena le había mandado de que estaba frente a la sala de ginecología.

Al doblar la esquina de segundo piso la encontró ahí sentada, tenía un moño grande en su cabeza tenía un vestido blanco suelto que escondía gran parte de su pequeña barriga, aunque había notado que estaba bastante grande para el tiempo que tenía.

“¿Te encuentras bien?”, le dijo acercándose en que inclinarse para darle un beso en los labios. Ya había pasado la etapa de los vómitos y los malestares, pero de vez en cuando ella sufrió mareos.

“Sí, no te preocupes. El chofer que me trajo me acompañó hasta aquí”, responde.

“Me hubiera gustado irte a buscar personalmente y solo dejar de lado la aburrida reunión a última hora”, se sentó a su lado donde Elena recostó su cabeza sobre su hombro.

Estaba algo cansada ya que en la noche no habían hecho precisamente dormir. Debido a eso sentía que su estómago estaba algo revuelto esa mañana.

“No te preocupes sé que estás ocupado y al final estás aquí, qué es lo importante”, Dorian le acarició la mejilla con una leve sonrisa.

Aquello realmente se sentía bien. Varios minutos después fueron demandados a llamar a la sala de ultrasonido y tras el examen la doctora lo miró los dos.

“¿Y bien ya tienen los nombres?”, pregunta.

Dorian asintió.

“Si tenemos el nombre para si son varones o hembras ¿Por qué? ¿Hay algún problema?”, el Ceo se tensó.

“¿Qué es lo que prefieren?”, la doctora parecía estarse burlando de ellos con una sonrisa en sus labios.

“Pues el se%o no fue muy importante. Solo que estén sanos”, ambos padres se miraron.

“Pues en este caso ya que no tienen preferencia por ninguno, les anuncio que tienes la opción de elegir un nombre de cada tipo. Felicidades, usted trae mellizos una niña y un niño y ambos están sanos”, comenta la doctora.

Los dos pestañaron algo confundido hasta que la mujer habló.

Dorian y Elena se tomaron unos segundos para procesar aquello y antes que pudiera reaccionar, Elena ya estaba entre los brazos de su esposo que le dejaba besos en sus mejillas. Estaba sumamente contento y ella también. Mejor noticia que esa no pudieron recibir.

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FIN

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