Destinos entrelazados – Mi bebé es hijo del CEO
Capítulo 97

Capítulo 97:

«Supongo que fue tranquilo. Por si acaso, es mejor preguntarle a él.»

«¿Dónde está él ahora?»

» En la habitación.»

» ¿Estás en la habitación junto a la suya?» continuó Eva.

» No sé, creo que no. Él debe estar en alguna suite elegante,» mintió Sofía.

» Está bien, dime el nombre del hotel donde están alojados.»

» ¿Por qué?» preguntó Sofía, desconfiada.

» Por nada, solo tengo curiosidad.»

Sofía se asustó con la revelación de la mujer. Esto ya estaba yendo demasiado lejos.

» No sé el nombre del hotel, está escrito en japonés,» respondió lo primero que le vino a la mente, esperando que esa respuesta fuera convincente.

» Pregunta en recepción y aprovecha para averiguar el número de la habitación donde está Ethan.»

» Necesito colgar ahora,» dijo rápidamente Sofía.

» Harás lo que te estoy pidiendo, ¿verdad?»

» Veré eso más tarde, ahora realmente necesito descansar.»

» Está bien, esperaré un mensaje tuyo, por favor, sé rápida. No tardes mucho en responder.»

Al colgar el teléfono, Sofía se dio cuenta de en qué se había metido. Esa mujer parecía una psicópata. ¿Qué tipo de novia era esa y qué grado de celos eran esos? Con miedo de ser presionada, decidió colgar el teléfono, así no se arriesgaría a que Eva llamara de nuevo. Luego pensaría en una excusa. Aunque entendía que la mujer estaba insegura, vigilar a Ethan y proporcionarle información sería muy arriesgado. Esa era una situación en la que no quería involucrarse.

Al regresar a la habitación, Sofía estaba nerviosa, sintiéndose acorralada por los pensamientos y dudas. Golpeó la puerta y esperó a que Ethan abriera. Al hacerlo, lo vio solo en calzoncillos.

» ¿Dónde estabas?» preguntó él.

» Fui a buscar una habitación para mí,» respondió ella, intentando mantener la calma.

Sofía respondió, entrando en la habitación.

» Eres muy terca, ¿sabías?» comentó él.

» No te preocupes, no lo logré, todas estaban ocupadas,» respondió ella, decepcionada.

» ¿Qué pasa? Pareces nerviosa,» preguntó él.

» ¿Mi presencia aquí es realmente importante, o me trajiste solo por capricho?» lo cuestionó.

» No soy un hombre caprichoso, Sofía, no pienses demasiado en eso. Tu presencia es realmente necesaria.»

» Entonces intentemos hacer de estos tres días lo más profesionales posible, por favor,» pidió ella, con cara de súplica.

» Ya te dije que no haré nada.»

» ¿Entonces por qué estás en calzoncillos en medio de la habitación?» lo interrogó, provocando que de los labios de Ethan surgiera una de las sonrisas más hermosas que Sofía había visto en su vida.

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