Destinos entrelazados – Mi bebé es hijo del CEO
Capítulo 96

Capítulo 96:

«No necesitas avergonzarte, creo que nos conocemos lo suficiente como para compartir la misma cama.»

«Eres un hombre comprometido, no deberías tener este tipo de comportamiento,» lo reprendió.

«¿De verdad vas a empezar con este tema?» rodó los ojos.

«Te dije que no quiero este tipo de contacto entre nosotros. Vine aquí solo para trabajar, no debemos tener otro tipo de relación que no sea profesional.»

«Solo vamos a compartir la cama, ¿qué tipo de pensamientos perversos están pasando por tu cabeza, Sofía?» Se acercó a ella. «¿Tienes segundas intenciones acaso?» provocó, susurrando en su oído.

«Detente,» se alejó, con las manos temblando. «No sé qué es más peligroso, estar sola en mi habitación o estar en tu compañía.»

Él rió a carcajadas, alejándose de nuevo. Entrando al baño, Ethan dejó la última frase en el aire.

«Paga para ver, apuesto a que estar conmigo es mucho mejor,» cerró la puerta del baño.

Sofía, respirando profundamente y dándose cuenta de que había caído en la primera trampa, se sentó en la cama, tratando de pensar qué hacer. Tomó el teléfono celular y llamó para avisar a Kate que ya había llegado. Al revisar su teléfono, encontró un mensaje de Eva.

«Espero que todo salga bien en el viaje, por favor, mantenme informada.»

Eso solo podía ser una pesadilla. Tragando saliva, Sofía respondió que apenas habían llegado y que si algo extraño sucedía, lo diría. Sabía que eso no era nada bueno, y aunque estaba en otro país, sentía que en cualquier momento su mundo podría derrumbarse. Sin pensarlo demasiado, se levantó, decidida a salir de esa habitación. No podía quedarse en el mismo ambiente que él, salvo para trabajar.

Dirigiéndose al mostrador de recepción, buscó a alguien que hablara inglés y pidió que le asignaran otra habitación, pero su búsqueda fue en vano. Como era diciembre, todas las habitaciones estaban ocupadas debido al flujo de turistas en esa época.

«Esto solo puede ser una pesadilla.» Antes de regresar a la habitación, su teléfono sonó. Al mirar la pantalla, se estremeció al ver que era Eva Thompson. Dudó si contestar o no, pero decidió hacer lo correcto; tal vez la mujer sospecharía si no respondía.

«Hola,» dijo, tratando de mantener la calma.

«Hola, Sofía, lamento mucho llamarte en este momento.»

«Está bien, ¿ha pasado algo?» preguntó, queriendo terminar esa llamada lo más rápido posible.

«No, solo quiero saber cómo fue el vuelo.»

Sofía rodó los ojos. Eso solo podía ser una broma. ¿Por qué había dado su contacto a esa mujer? Ahora no tendría paz. ¿Ethan se metía en problemas y ella debía pagar por sus errores?

«Fue tranquilo, ahora voy a descansar un poco, porque esta noche tengo una reunión con algunos empresarios.»

«¿Y Ethan?» preguntó.

«¿Qué pasa con él?»

«¿Dónde está él? ¿Cómo fue su viaje?»

«¿No debería hacerle estas preguntas a su propio novio?»

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