Destinada a amarte
Capítulo 142

Capítulo 142:

Pov Valeria.

“¿Y si es Superman?”, pregunta y abro mis ojos de golpe.

Katia y Tania se quedan lanzando billetes y bebiendo cocteles mientras que Jade me acompaña, mi mente está desconcertada y no sé qué esperar con mi amiga. Nos escoltan hacia otra área del inmenso lugar lleno de mujeres y hombres homosexuales para abrirnos unas cortinas.

“Hasta aquí te acompaño”, dice Jade y niego con mi cabeza.

“Disfruta Valeria”, dice y tengo unas ganas terribles de gritarle improperios por colocarme en una situación como esta mientras sonríe como si fuera una buena idea. Me empuja y cierra una puerta en mi cara resoplo maldiciendo entre mis dientes.

“Hija de…”.

“Esa sucia boquita”, suelta una voz que recorre mi columna vertebral y me congelo.

Giro sobre mis tacones y ahora mi corazón late con fuerza al ver a Vladimir sin camisa, con una capa roja en el cuello y toda su presencia junto al licor en mi sistema hacen estragos, pues comienzo a dudar de que sea mi esposo al que estoy viendo ¿Y si estoy fantaseando con él?

“Vladimir ¿Cómo…?”.

“¿Creíste que permitiría que tu amiga loca te traiga a Las Vegas a celebrar tu”, despedida de soltera” sin más? Dijiste que preferías que tu esposo  te hiciera un espectáculo y estoy para cumplir tus fantasías, cielo pervertido”, suelta y tomo una bocanada de aire.

Trago con dificultad cuando se acerca a mí tomando mi mano, estoy estupefacta por el hombre que tengo al frente de mí.

“¿Lista, Señora Novikov? Veo que te vas a casar…que hombre tan afortunado al poder tomar tu cuerpo y escuchar tus g$midos”, dice erizando mi piel.

Él me hace sentar en un asiento rojo mientras se posa imponente ante mis ojos que se abren embelesados por su cuerpo y mi centro se moja de solo verle y escucharle.

“Siempre lista y dispuesta para ti”, manifiesto junto a un jadeo al ver una sonrisa en sus comisuras que me desorienta.

Vladimir corta nuestra distancia sosteniendo mis muñecas para guiar mis manos a su torso desnudo, abro mis ojos de golpe al sentir cómo él mueve su cadera hacia delante de manera sensual. Remojo mis labios con mis latidos alterados; su piel está caliente y su abdomen duro.

“No sabía que mi esposo tenía habilidades en este tipo de… baile”, expreso desorientada por el calor del alcohol y el que me proporciona él,

“Tuve una corta clase hace un momento mientras tú bailabas con Jade”, dice y levanto mi mirada a sus ojos oceánicos.

“Es un honor ver tu primer espectáculo”.

“Lo verás y lo sentirás; no creo que pueda ser solo un baile”, declara y mi centro se aprieta excitado por su insinuación.

“Haz lo que quieras conmigo, Novikov”, pronuncio jadeante.

“No sabes lo que estás provocando con esas palabras”, dice con voz ronca bajando mis palmas un poco por su vientre.

“Enséñame”, pido recordando nuestra primera vez en la limusina; amo todas nuestras primeras veces.

Vlad toma mis palabras muy en serio, una música  se enciende en lo que parece ser una cabina y mi corazón golpea al ritmo de la canción pues Vladimir hace lo mismo, pero con sus caderas hipnotizándome”, maldición, esta es una fantasía, veo cómo él; siendo tan grande y musculoso se mueve muy bien.

Trago con dificultad y me dejo guiar por él.

Baja mis manos hasta su miembro endurecido que se aprieta contra su pantalón, separo mis labios en un jadeo y de repente, se inclina levantándome del asiento y mis piernas rodean su cintura mientras él se frota conmigo en el aire.

No puedo evitar sentir cómo mi v%gina se lubrica por la lujuria que desborda. Hago ademán de besarle, pero él se aleja negando con la cabeza.

“No se pueden besar a los bailarines, cielo…a menos que coloques unos billetes”, dice y saca un fajo de billetes haciéndome reír, él me baja hacia una silla, junta mis piernas para subirse y pasar las suyas a mis costados acorralándome con su majestuosidad.

Lleva mis manos a su trasero y lo aprieto mientras muerdo mi labio.

Sostengo el dinero y se lo coloco torpemente en la ranura de su pantalón.

“Dame tus labios, grandote”, pido y él me mira con deseo inclinándose para mí.

Sostiene mi rostro presionando sus labios a los míos introduciendo su lengua que se encuentra con la mía en una danza que me roba un jadeo por la intensidad de sus besos.

“Te daré más que mis labios”, manifiesta guiando mis manos a la cremallera de su pantalón.

“Libéralo”, demanda con ronquez erizándome la piel.

Atrapo con fuerza mi labio inferior entre mis dientes mientras que con mis dedos comienzo a desabotonar y bajar el cierre lentamente embelesada por sus océanos que me mojan de inmediato.

Termino de bajar su pantalón encontrándome con su ropa interior, pero mi atención es robada por su p$ne que se sobresale de la tela ante su grandeza y dureza.

Suelto un g!moteo al verla.

Vlad vuelve a mover sus caderas al ritmo de la música saliendo de su pantalón que cayó a sus tobillos.

“Vlad… te necesito”, pido a punto de no poder aguantar más.

“¿Qué tanto?”.

“Mucho…”, g!mo apretando en mi mano su er%cción, él cierra los ojos inflando su pecho y luego me mira con sus ojos oscurecidos del deseo.

“Eres un cielo muy tramposo”, dice en un jadeo y aprovecho de tirar hacia abajo la cinturilla de su ropa interior; liberando su p$ne que salta al frente de mi haciéndome babear.

Le miro desde abajo relamiendo mis labios para acercarla a mi boca, saco la lengua y lamo sin premura su glande brillante con el pre seminal. Escucho de inmediato cómo él jadea con ronquez de una manera muy varonil que me prende en demasía.

Entierra su mano en mi cuero cabelludo y abro mi boca lo más que puedo sosteniendo su miembro, lo empujo en el interior de mi boca cubriendo mis dientes y no dejo de mover mi lengua a su alrededor mientras chupo su tronco moviendo mi cabeza.

Sus g$midos guturales se hacen presentes, coloco mis manos en su trasero duro y redondito para hacerle un mejor oral sin ahogarme con una p$ne que quiere atravesarme la garganta.

“Maldición, cielo. Es mejor que te detengas… o acabaré en tu boca”, gruñe alejándome de su p$ne.

Pasa su pulgar por mis comisuras mientras suelto un jadeo al ver su p$ne recto brillando con mi saliva.

Vlad de repente, levanta el bordillo de mi vestido con rudeza para encontrarse con mi v%gina apretado en la tela humedecida. Lleva su mano a mi cadera mientras se inclina acariciando mi piel con sus dedos, mi respiración es en jadeos subiendo y bajando mi pecho.

Roza sus labios en los míos y de un tirón… rompe la tanga arrancándomela, se siente cómo un latigazo en mi piel, pero uno muy placentero.

Doy un salto por la impresión de su arrebato y él no me deja asimilarlo; me levanta de la silla posando sus manos en mis nalgas para ubicar mi v%gina resbaladizo a la altura de su miembro.

Y cuando nuestros se%os se rozan, él empuja entrando en mí, me aferro a sus hombros mientras g!mo por sus embestidas bestiales sosteniéndome en el aire.

Él busca mis labios comiéndose mi boca con lujuria robándome el aliento convertido en g$midos desbocados. Vlad me llena por completo, pero ahora lo siento tan dentro de mí que puedo presentir que me partirá en dos en cualquier momento.

“¡Vlad!”, grito enloquecida tomando aliento.

“Córrete, cielo”, pide gruñendo y palmea mi trasero con fuerza para no detenerse con las p$netraciones fulminantes.

Él nos lleva a una de las paredes del lugar empujando mi espalda en ella y baja una de mis piernas temblorosas para alzar la otra, pasando su brazo por debajo de mi rodilla doblada, me mantiene abierta para volver a entrar en mí de solo un embate.

La posición es tan intensa que me hace sentir cada centímetro de él.

“¡Maldición!”, g!mo besando su cuello y los lóbulos de sus orejas.

“Esa boquita sucia”, gruñe y baja con una de sus manos a mi escote liberando mis pechos para atrapar uno en su boca, ahora sí teniéndome como un despojo lujurioso.

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