Derribando las barreras de mi CEO -
Capítulo 55
Capítulo 55:
Luego de la celebración, una pareja se encontraba en un apartamento, teniendo se%o salvaje, ellos se llamaban amigos con derechos, delante de los demás aparentaban ser indiferentes, pero cuando alguno de los dos quería ser utilizado en la cama, el otro acudía a su encuentro.
Al día siguiente Kyle sintió que abren la puerta, él cubrió rápidamente a su esposa, una figura pequeña entro.
“¡Hola, papá! ¿Por qué no han bajado a desayunar con nosotros?”
Una vocecita balbucea con seguridad.
Dos cabecitas se asomaban por la puerta.
Lindsey al escuchar a Lucas abrió los ojos del tiro y se intimidó separándose de Kyle.
“¡Hijos! ¿Cómo durmieron en sus nuevas habitaciones? Papá y mamá están cansados, recuerde que ayer nos casamos para vivir todos juntos como familia”, pronunció Kyle.
No sabía cómo entablar una conversación con su hijo y más al tenerlos a los tres frente a ellos desnudos en la cama.
“Yo dormí bien, gracias, papá, me gustó mi habitación de princesa Sofía”, contestó Luna risueña detrás de la puerta.
“¡Mamá! ¿Estás enferma? ¿Por qué te cubres con esa sábana?”, intervino Leno, se le hacía extraño que su mamá siga todavía en la cama.
En ese momento estaba llegando Sussan, había dejado a los niños en la sala de juegos y no se había percatado cuando ellos salieron del salón.
Agarró a los tres y sacándolos de allí, ojeó a su hijo con pena.
“Vamos niños, dejaremos que sus padres arreglen y luego irán a la sala de juego con ustedes”
“Hijos ya me reúno con ustedes, vayan con la abuela”
Ella estaba avergonzada por cómo los descubrieron sus hijos, en el futuro tomaría precauciones para no amanecer más sin ropa.
En otro lado de la ciudad, lsa se despertaba llevándose las manos a la cabeza, sentía que iba a explotar, echo un vistazo a su alrededor, parpadeo varias veces al no acordarse como llego a esa cama, noto que está desnuda y colocándose una almohada en la cara gritó.
“Esto no me puede estar pasando a mí, como pude acostarme con ese idiota, es para matarte lsa”
Ella no era una experta con la bebida, animada por sus nuevos amigos tomó varias copas de vino, cada uno de ellos fueron desapareciendo de su vista.
Cuando se dio cuenta de que se encontraba sola y mareada se despidió de Antonella y decidió marcharse a la mansión de Lindsey.
Dexter al ver su estado se ofreció a llevarla, él aprovecho de besarla en el carro antes de ponerse en marcha, los besos fueron subiendo de tono y ella se dejó meter mano, él estaba tan excitado y deseaba a esa mujer que tomó rumbo a su departamento.
Allí creció una guerra se%ual entre ellos.
“Buenos días, hermosa, es hora de desayunar”
Dexter entraba a la habitación con una bandeja de comida y la colocó en la mesita al lado de su cama.
“¡Tú te aprovechaste de mi borrachera! ¡Esto no debió pasar!”, vociferó enojada, aferrándose a la sabana.
Dexter frunció el ceño, parecía que lsa estaba haciendo una tormenta sin aclarar las cosas.
“¡Isa! Escúchame, yo no te obligue, lo que pasó anoche, tú también lo deseabas y te confieso que me dejaste embobado con lo sensual y ardiente que eres en la cama. Sé que me lance sobre ti como un lobo hambriento y estoy feliz que hayas sido una Caperucita mimosa”
Isa se ruborizó toda, en su mente estaban apareciendo destellos de la noche apasionada donde ese hombre le provocó los más locos org%smos.
Como un resorte se levantó con la sábana cubriendo su cuerpo, recogió su ropa íntima y su vestido que estaba sobre un mueble y corrió hacia el baño.
Minutos después apareció.
“Dexter tienes razón, fue una noche maravillosa”
Buscó su cartera y antes de darle la espalda continuó.
“Y lo que paso entre nosotros fue solo se%o, nada va a cambiar”
Sin esperar respuesta salió de esa habitación, bajó las escaleras y abrió la puerta principal para encontrarse con una mujer que chillo.
“¿Quién eres tú z%rra? ¿Por qué estás en el apartamento de mi hombre?
Dexter siguió los pasos de lsa, cuando vio a Helen, se posicionó detrás de Isa y rodeo sus brazos en su cintura.
“¡Helen! ¿Qué hace aquí? ¡Lárgate de mi casa! Ella es la mujer que quiero y ocupa un lugar en mi corazón. Ya no sé qué hacer contigo para que me dejes en paz”
Hace tres años él corto toda relación con ella, no puede negar que la amó y que en su momento los consumía el fuego que emanaba de sus cuerpos.
Él dejó sus amistades y ella lo utilizó a su antojo, pero se cansó de lo absorbente y tóxica que Helen se había convertido, estaban comprometidos y después tanto meditar el término con su noviazgo de años.
Isa notó la decepción en su voz, se imaginó cómo se sentía al verse acosado por esa mujer, sus manos las apoyo en los brazos que envolvían su cuerpo, suspiró varias veces para decir:
“¡Señorita! Dese su puesto de mujer, su tiempo con mi hombre claudicó, no se siga rebajado a un hombre que no la desea, ahora su corazón no le pertenece a usted, sino a mí, ¿Qué más humillación quieres para que abra los ojos? Le aconsejo que busque a alguien que la valore”
“Mira Z%rrita, a mí tú no me das consejo, Dexter es mío y ninguna mujer me lo va a arrebatar”
Helen no ha asimilado que él ya no le pertenece y le ha espantado todas sus conquistas, ha llegado al punto de hacerle berrinches en las reuniones con clientes.
Enfurecida se arrojó sobre Isa.
Dexter la jalo y se colocó en medio de las dos, Isa sabía de defensa personal lo apartó, cuando Helen le fue a dar una cachetada, ella atrapó su mano y se la retorció.
“Suéltame maldita, me estás lastimando”
El dolor que le está provocando la hizo retorcerse.
“Deja de fastidiar a mi hombre o verás lo que soy capaz de hacer”
Furiosa la soltó, con rapidez la agarró por los cabellos, dando pasos acelerados la arrastra fuera del apartamento y con fuerza la avienta haciéndola caer de trasero en el suelo.
Helen empezó a llorar con coraje.
“¡Dexter! ¿Has visto como me ha lastimado esta salvaje? Como me has cambiado por este animal”
“¡Ya me cansé de ti!, por respeto a tu padre, quien me brindó su apoyo en el comienzo de mi carrera, no te denuncie por acosos y deje pasar las cosas, pero todo tiene un límite, pronto sabrás de mí”
Él apretó la mandíbula ya estaba cansado de esa maldita mujer.
Helen casi se desmaya, apretó el puño indignada, ahora siente que ha perdido la batalla.
Él nunca se había atrevido a amenazarla.
“¡Dexter, yo te amo! Te he pedido perdón por comportarme como una tonta, pero tú eres el culpable que yo sea así”
Helen sollozaba dando lastima.
Dexter, cansado de lo mismo, sacó su teléfono y llamó a unos de los guardias de seguridad para que sacaran a la mujer del edificio.
Luego tomó a lsa por el brazo con delicadeza y la hizo pasar a su departamento.
Ellos conversaron un rato de lo sucedido y luego Isa se marchó a la mansión.
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