Capítulo 22:

Pasó su lengua por el borde de sus labios.

Lindsey sitio un calor que iba aumento en su cuerpo, no se resistió, envolvió sus brazos en el cuello del irresistible hombre que tenía frente a ella.

Se subió el vestido, se medió levantó y se posicionó de frente, colocó una pierna en cada lado su cintura, presionando contra su entrepierna,

Empezó a besarlo con ansias.

Kyle no podía creer lo sensual que se veía tratando de controlar sus impulsos.

“Lin, detente o no voy a aguantar a llegar a la casa, te voy a hacer el amor durísimo que hasta los guardias que nos están siguiendo van a saber que te estoy dando un buen revolcón”

Kyle bajo el vidrio separador y gruñó:

“Máximo, acelera el carro, tengo urgencia de llegar a la casa”

Máximo asiente con la cabeza y sonríe, estaba feliz por su jefe gruñón.

Lindsey acomodó la cabeza en su cuello para que no observará lo sonrojada y avergonzada que se encontraba, sitió la humedad en su entrepierna.

Al llegar a la mansión quiso bajarse sola, pero él no se lo permitió, la llevaba en sus fornidos brazos.

“Suéltame, yo puedo caminar sola”

Kyle, con una sonrisa ladina en los labios, caminaba directo a su habitación sin decir una palabra, al llegar la lanzó en la cama y se posicionó frente a ella.

“¿Por qué tomaste represalias de esa forma?”

Lo dijo con un tono tremendamente serio, que hizo que aumentara el ritmo de los latidos del corazón de ella.

“Solo me vengué de una de las tantas que me debía, hice lo que ella soñaba, tener fama y ser vista por todos, yo cumplí su sueño”

“Lin, ¿Sabes lo arriesgado que fue lo que tú y tus amigos hicieron anoche? No vuelvas hacer algo así sin que me participes, dejaron un montón de evidencias. Freed tuvo que ocuparse de cubrir sus rastros”

“Lo siento, pero ya era demasiado lo que ella hacía en mi contra y los chicos solo me ayudaron, no quiero meterlos en problemas”

Kyle da un gran suspiro, hoy entendió la guerra que enfrenta su muñequita con su familia, la ve fuerte y aguerrida, pero no puede dejar de apoyarla.

“Muñequita me preocupes por ti, esto no puede volver a pasar sin que yo sepa. Ahora pequeña coqueta, te voy a cobrar lo que hiciste en la fiesta”

Lindsey se incorporó y se levantó de mala gana al recordar a esa mujer, se paró de frente y le protestó.

“Hablado de fiesta porque no vas y buscas a Catrina que ella sí te conoce mejor que yo”

Kyle abrió los ojos de par en par.

“Por favor, ¿No me digas que estás celosa?”

Dio un paso hacia adelante.

“Pues no tengo por qué estarlo”

Le atrapó las manos y se agachó un poco hasta que sus ojos quedaron a la altura de los de ella.

“Lin, esa mujer es solo una amiga”

“¿Amiga? Amiga con derecho querrás decir”

“Es solo una simple amiga”

‘¡Amiga que sabe perfectamente lo que hacía! Está claro que no se conforma con ser su amiga’

Kyle le acarició con sus dedos la mejilla.

“Y ahora que ya hemos aclarado qué lugar ocupa esta mujer en mi vida, ¿Podemos hablar del tuyo?”

‘¿Qué?’

Retrocedió.

“¿Qué quieres decir?”, logró articular con un hilo de voz.

Kyle sonríe con picardía.

“Me refiero a ti en mi cama, debajo de mí, pronunciando mi nombre”

Lindsey, totalmente sonrojada, se dejó llevar por el hombre que le estaba dando besos calurosos en su cuello y la presionó a su cuerpo.

No tiene fuerzas, ni físicas, ni mentales para detenerlo. Kyle ligeramente le agarró el mentón y se acercó a sus labios apoderándose de ellos, su lengua ansiosa se abrió paso en su boca, explorando y saboreando su entorno.

Ella sintió un escalofrío que recorrió todo su cuerpo y un calor húmedo entre las piernas, mientras él le agarro el trasero y lo empuja hacia adelante, para que pueda apreciar el bulto duro que roza su zona débil.

Él se separó de ella para tomar aire y pegó su frente a la de ella.

“Ahora eres mía, Lin”

“Sí…”

Está desesperada por volver a sentirlo dentro de ella, que rodeo los brazos a su cuello y movió sus caderas.

Kyle no perdió oportunidad y le dio la vuelta para bajarle la cremallera de su vestido, que cayó al suelo. El insoportable ardor que sintió entre las piernas lo estaba matando.

“Voy a poseer cada centímetro de tu cuerpo”

Se inclinó y besó su cuello descubierto. El aliento fresco y la calidez de su lengua provocaron una deliciosa sacudida en ella. Echo el cuello hacia atrás y encoge los hombros para aliviar los escalofríos en su piel.

Como una pluma la levantó y la colocó sobre la cama y le quitó las sandalias con delicadeza. Él se paró al lado de la cama, con la mirada fija en ella le sonrío y empezó a desabrocharse los botones de la camisa.

Cuando por fin llegó al último botón, echo los hombros atrás y se la quitó. Se quitó los zapatos negros y los calcetines, se liberó de los pantalones, su inmensa er$cción se dejó apreciar en su bóxer.

Ella posó su vista en su perfecto tórax, bajo a su abdomen plano y marcado, fijo su mirada al llegar a su entrepierna, se le hizo agua la boca al ver ese volumen evidente que estaba luchando por librarse del encierro al que la sometían.

“¿Quieres tocarlo?”

Su mente sintió curiosidad, incapaz de controlar sus impulsos, asiente con la cabeza.

Él se acercó al borde de la cama, alcanzó su mano, suavemente la jalo para que se sentara en la punta de la cama, colocó la mano de ella sobre su bóxer, al sentir ese contacto su deseo se desbordó y soltó un g$mido de satisfacción.

Ella descaradamente posó una mano en cada lado del bóxer y lo bajo hasta llevarlo al final de sus pies, él terminó de sacarlo y lo rodó a un lado, su mirada estaba llena de lujuria, agarró con una mano su p$ne firme y con la otra mano lo acarició con la punta de sus dedos.

“Acarícialo con tu boca”, vociferó.

Lindsey agachó la cabeza y lamió su punta, al sentir un líquido vadoso, nada desagradable, más bien apetecible, como un resorte lo introdujo en su boca sintiendo sus venas rojas palpitar y empezó a danzar mientras él ronroneaba.

Kyle soltó un ronquido de placer, sumergido en una memorable sensación, la alzó por los hombros y ella voló ligeramente por el aire para aterrizar sobre unas sábanas blancas.

Él se posicionó entre su entrepierna y su er$cción, presionó su entrada, la agarró de las muñecas y llevo ambas manos a cada lado de su cabeza.

Ella se sentó en su p$ne erguido, estimuló la entrada de su intimidad y su corazón empezó a galopar en su pecho, mientras se concentraba en unos zafiros lujuriosos.

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