Cuando sus ojos se abrieron
Capítulo 82

Capítulo 82: 

Si pudiera volver el tiempo atrás, Elliot no cambiaría nada.

No era perfecto.

La aparición de Avery en su vida fue lo que le hizo decidirse a intentar criticar, examinar y corregir su propio comportamiento.

Si no fuera por sus constantes peleas y malentendidos, sus sentimientos por ella no estarían tan arraigados en su corazón.

Tammy alcanzó a Avery fuera del restaurante y la agarró del brazo.

«¡No puedo creer que estés casada con Elliot Foster, Avery! ¡Es una noticia enorme!» exclamó Tammy mientras la cabeza le daba vueltas por la emoción de los acontecimientos de la noche.

Avery, por su parte, sentía como si tuviera un nudo atascado en la garganta.

«Tú misma lo has visto. Sólo está jugando conmigo».

«Jun dijo que sólo quería ayudarte pero que le daba mucha vergüenza», dijo Tammy.

Ella no creía que las cosas estuvieran tan mal como para justificar tal reacción de Avery.

«¡Volvamos adentro, Avery! Deberíamos dejar que se explique…»

Avery se sacudió el agarre de Tammy. Su tono era decidido y frío cuando dijo: «¡Adelante! Quiero estar sola». Llamó a un taxi y se fue.

Cuando Tammy se giró para regresar al restaurante, Elliot salía del edificio.

Daba pasos rápidos como si hubiera decidido perseguir a Avery.

Tammy señaló la dirección por la que se había ido Avery y dijo: «Ha cogido un taxi y se ha ido por ahí».

Elliot asintió en señal de agradecimiento y se apresuró hacia el aparcamiento.

Jun salió justo después de que Elliot se fuera.

Se acercó a Tammy con ojos llenos de acusación y le dijo: «¡Eres una espía!».

Las mejillas de Tammy se sonrojaron, pero levantó la barbilla y dijo: «¿Desde cuándo te conozco? Por supuesto, estaría del lado de mi mejor amiga».

«¡Sospecho que saliste conmigo sólo para buscar información!» se burló Jun.

«¡Exactamente!» Dijo Tammy sin remordimientos. «Ahora que he conseguido la información que necesitaba, ¡Podemos seguir con esto si quieres, o terminar las cosas si no quieres! De todos modos, no nos conocemos desde hace mucho tiempo. Deberíamos ir por caminos separados ahora que las cosas no son tan serias».

Jun respiró con dificultad. Quería hablar, pero tenía miedo de decir lo que no debía.

No estaba dispuesto a dejar ir a Tammy, pero no quería que ella viera lo desesperado que estaba por ella.

«¡No pienses en romper conmigo antes de que Elliot y Avery arreglen las cosas!

Tienes que asegurarte de que se reconcilien», propuso Jun. «¡Tú empezaste este lío!»

«¿Qué tiene que ver esto conmigo? ¡Yo no fui la que le mintió!» Tammy se negó.

«¿No has visto que hoy se ha maquillado? Ella nunca se había arreglado cuando nos encontrábamos. Estoy seguro de que todo esto lo hizo por Elliot», teorizó Jun. «¡Estarán bien si mantienes la boca cerrada!»

Tammy estuvo a punto de dejarse convencer por su ridícula lógica.

«Elliot la trata muy bien. ¿No se emociona si un hombre está dispuesto a soltar todo ese dinero para ayudar a pagar su deuda?» preguntó Jun.

Tammy asintió y dijo: «Supongo, pero Avery no es una persona poco razonable. Estoy segura de que tiene sus propias razones para estar así de enfadada. Yo sigo estando de su lado». Jun levantó la mano y se sujetó la cabeza.

Tammy se agarró a su brazo y dijo: «¡Como mi novio, deberías estar de mi lado! Son como un lobo y una oveja. ¿Por qué deberías sentirte mal por un lobo grande y malo?» Jun se quedó sin palabras.

«Tengo hambre. Vamos a comer». dijo Tammy, y luego tiró de él para que entrara en el restaurante.

Avery había cogido el taxi para ir a casa de su madre.

No tenía otro sitio al que ir.

Cuando Laura vio el rostro pálido y la expresión aturdida de su hija, la hizo entrar inmediatamente y la sentó en el sofá.

«¿Qué te pasa? ¿Te has peleado con Elliot?».

Si no fuera por Elliot, Avery seguiría en la Mansión Foster por muy mal humor que tuviera, y no aquí en su casa.

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