Cuando sus ojos se abrieron
Capítulo 719

Capítulo 719:

Sin Elliot, Avery podía seguir criando bien a los niños.

Sin él, su vida y su carrera seguirían sin problemas.

«¡Si no fuera por ti, Chelsea no habría venido incesantemente a por mí, y Tammy no se habría hecho daño por ello! ¡Tampoco habría dado a luz prematuramente! ¿Qué más me has dado que el dolor, Elliot Foster?»

Las emociones negativas enterradas en lo más profundo de su corazón explotaron por completo.

Las críticas de Avery dejaron a Elliot sin poder esconderse de su vergüenza.

«Avery…»

«¡No digas mi nombre!», le cortó ella. «¡Sal de mi casa ahora mismo! ¡No te metas en mis asuntos nunca más!

En cuanto al bebé… ¡Hablaremos de ello cuando salga del hospital!». Elliot apretó fuertemente los puños al ver cómo sus emociones se rompían por completo.

¡La razón le advertía que tenía que marcharse inmediatamente!

Si continuaba quedándose, sólo aumentaría su agravio.

Ya había tomado su decisión, y no cambiaría de opinión.

Al menos, Avery sólo lo despreciaba ahora, en lugar de tenerle miedo.

Una vez que Elliot se fue, Mike y los niños corrieron inmediatamente a la habitación de Avery.

Ella ya se había secado las lágrimas y se recompuso rápidamente.

Ahora era la madre de tres niños, así que tenía que ser más fuerte que antes.

«¿Se han peleado, Avery? ¿Fue por Chelsea Tierney? Le pregunté a Chad sobre eso…» Mike quería consolarla y decirle que no se precipitara.

Ahora que Chelsea había huido del país, era normal no poder encontrarla. No era como si nunca fuera a volver a Avonsville, ¿verdad? Mientras volviera, con las conexiones y tácticas de Elliot, era imposible que no pudieran atraparla.

«Tengo hambre. Vamos a preparar algo para comer». dijo Avery, cortando a Mike.

Mike recibió su información de Chad, que no necesariamente sabía de la decisión de Elliot.

Las cosas entre Elliot y ella eran desastrosas. No quería contárselo a la gente de su entorno, ni quería que se preocuparan.

«Claro. Todavía te estás recuperando del parto, así que no pongas cara larga… puede que no crea que recuperarse en casa es importante, pero todo el mundo dice que lo es, lo que significa que probablemente sea bastante importante». Mike trató de aliviarla y dijo: «Sé que todo lo que pasó recientemente fue un desastre, pero al menos el bebé Robert nació sin muchos problemas.

¿Qué tal si le organizamos una gran fiesta cuando le den el alta en el hospital?» Avery no quería aguarle la fiesta, así que aceptó.

«¿Fuiste tú la que echó a papá, mamá? No nos dijo nada cuando se fue. Qué maleducado», dijo Layla con disgusto mientras hinchaba las mejillas.

«No te preocupes por él. Vamos a comer», dijo Avery.

«Vale… ¿No va a venir nunca más a nuestra casa, mamá?».

Los grandes y redondos ojos de Layla brillaron mientras preguntaba con curiosidad: «¿No dijo que se iba a mudar para ayudar a cuidar a Robert?».

Mike y Hayden se giraron para mirar a Layla mientras intentaban que diera por concluido el tema.

Layla, sin embargo, obviamente no captó su señal en absoluto.

«¿Volverá cuando Robert esté aquí?»

La pregunta de Layla casi hizo que Avery perdiera el control de sus emociones.

«Robert no puede salir del hospital todavía, Layla. Me tomaré este tiempo para pensar bien en tu pregunta».

«Está bien. Pareces muy triste, mamá», dijo Layla mientras se aferraba al brazo de Avery. “¿Papá te ha hecho enfadar? No hables más con él y juega con Hayden y conmigo. Seguro que no te haremos enfadar».

Sus palabras llenaron a Avery de un inmenso placer.

«Cuando me haya recuperado, los llevaré a todos de vacaciones».

«¡Claro! Llevaremos a Robert y al Tío Mike con nosotros… ¡Iremos todos y nos divertiremos mucho!» dijo Layla entusiasmada.

A la mañana siguiente, Avery recibió una llamada del hospital.

«¿Puede venir ya al hospital, Señorita Tate? Su bebé no está muy bien». La voz del médico al teléfono era apremiante. «No sólo no ha desaparecido la erupción que desarrolló, sino que ahora ha empezado a extenderse… ahora muestra signos de insuficiencia respiratoria».

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