Cuando sus ojos se abrieron
Capítulo 718

Capítulo 718:

Mientras el odio se filtraba por los ojos de Avery, no pudo contener la voz. Mike y los dos niños se giraron simultáneamente para mirar en su dirección.

Elliot tiró inmediatamente de Avery hacia su dormitorio.

«¿Qué ha pasado?

¿Por qué se están peleando otra vez?» Mike murmuró en voz baja mientras sacaba su teléfono y enviaba un mensaje a Chad.

Chad: [Vigila a los niños. No te preocupes por nada más].

Mike: [No me extraña que no quisieras venir esta noche. ¿Ha decidido tu jefe dejar marchar a Chelsea Tierney?].

Chad: [Cuidado con lo que dices. Tiene sus razones, no importa lo que decida hacer].

Mike: [¡Maldita sea! ¡No debería haberte enseñado las pruebas!]

Chad: [Chelsea no está en el país ahora mismo. ¿Cómo esperas que la encontremos?

Encuéntrala tú mismo ya que eres tan increíble].

Mike: [Ya veo. Si ese es el caso, entonces Avery no se enfadará].

En el dormitorio del primer piso, Elliot cerró la puerta, luego miró profundamente a Avery y dijo: “¿Has conocido a alguien con una enfermedad mental, Avery?». Sus palabras hicieron que las cejas de Avery se fruncieran con fuerza.

«¿Estás tratando de decir que Chelsea tiene una enfermedad mental?»

«No, sólo estoy preguntando si has conocido a alguien así». Elliot vio que se había calmado y la llevó a sentarse en la cama.

Avery reflexionó durante unos segundos, luego asintió con la cabeza y dijo: «Lo he hecho, pero ¿Por qué me preguntas por eso?».

«Si alguien tuviera una enfermedad mental, cometiera un asesinato y se librara de la persecución legal, ¿Lo odiarías?». Elliot se puso al lado de Avery. Sus profundos ojos estaban fijos en ella, por lo que no se le escapó ni la más mínima emoción.

«Depende de a quién hayan asesinado.

No los odiaré si fue una persona mala. Si mataron…»

«¿Y si matará a su propia familia?» preguntó Elliot, interrumpiéndola.

Avery se quedó sin aliento. Levantó las cejas y dijo: «Es una pregunta extraña, Elliot. Si esta persona ya tiene una enfermedad mental, entonces cada una de sus acciones está fuera de su control. ¿Qué esperas que te diga, pidiéndome que juzgue a un enfermo desde el punto de vista de una persona normal?

No sé cómo responder a eso, porque nunca me he encontrado con algo así».

«Ya veo». Su respuesta fue inesperada. Sus ojos se oscurecieron mientras decía: «Enfermo o no, matar a la propia familia es imperdonable».

«¿Qué estás tratando de decir?» Avery lo fulminó con la mirada. «Sólo quiero saber qué pasó cuando fuiste a buscar a Chelsea hoy».

«Su hermano dijo que sufría una enfermedad mental». Los puños de Elliot se cerraron ligeramente.

No tenía valor para arriesgarse.

La reacción de Avery no le dio otra opción que soportar la amenaza de Charlie.

Si ella supiera que una vez estuvo enfermo y asesino a su propio padre, ¿Tendría miedo?

¿Se llevaría a los niños y lo dejaría atrás?

«Sólo porque su hermano diga que tiene una enfermedad mental, ¿Significa que es verdad? ¿Realmente confías tanto en ellos? Sólo lo aceptas porque no quieres ir en contra de Chelsea, ¿verdad?» Avery se emocionó y las lágrimas se agolparon en sus ojos. «¡Cada vez que empiezo a creerte, siempre me decepcionas! ¡Ya he perdido la cuenta del número de veces que ha sucedido!»

Ya estaba harta de esta tortura emocional.

Si dejaba de confiar en él, ya no dependería de él ni tendría expectativas. De esta manera, ya no se sentiría decepcionada.

La manzana de adán de Elliot se balanceó en su garganta, mientras la pena y el dolor se reflejaban en sus ojos.

«Aparte de esto, te daré todo lo que quieras, Avery».

«¡No me importa nada más que esto!» Avery le miró con ojos decididos y dijo con rotundidad: «¿Qué crees que puedes darme, Elliot Foster? Si ni siquiera puedes hacer bien esta cosa, ¿Qué más puedes hacer por mí?».

Sus palabras se clavaron en el corazón de Elliot como un cuchillo afilado.

¿Qué más podía hacer por ella? No pudo encontrar una respuesta.

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