Cuando sus ojos se abrieron -
Capítulo 528
Capítulo 528:
Media hora después, el vicepresidente del Grupo Sterling irrumpió en el despacho de Ben.
«Te he buscado por todas partes, Chad. Sabía que estarías aquí».
El vicepresidente se desplomó junto a Chad.
Al notar que el vicepresidente chorreaba sudor, Chad preguntó: «¿Qué ha pasado? Me haces pensar que la empresa está en algún tipo de problema».
El vicepresidente se sirvió un vaso de agua y luego dijo: «¿Sabían ustedes dos que Avery Tate estaba aquí? ¿Por qué no me lo han dicho?». Se bebió todo el vaso de agua de un trago. “Déjeme decirle que cuando fui al despacho del Señor Foster hace un momento… ¡Ah! ¡Sólo de pensarlo me dan ganas de enterrarme en un agujero! ¿Qué demonios fue eso? Tengo la sensación de que me van a despedir».
Ben y Chad se quedaron en shock.
«No me digas que…» Ben empezó a decir, pero no terminó el resto de su frase.
El vicepresidente asintió furioso y dijo: «Lo peor de todo es que no fui el único que lo vio. Estaba con todo un equipo de gente… todos ellos también lo vieron… sinceramente, más vale que empaque mis cosas y me vaya…»
Enterró la cara entre las manos en señal de agonía.
Todo el mundo sabía que el presidente del Grupo Sterling, Elliot Foster, se mantenía alejado de las mujeres.
Nunca había traído a una mujer a la empresa, y mucho menos había hecho algo con una mujer en su propia oficina.
Sin embargo, ¡Todo cambio a partir de hoy!
Ni en sueños pensó el vicepresidente que se encontraría con algo así.
Elliot se preocupaba mucho por su intimidad, y probablemente estaba reflexionando sobre cómo hacerle desaparecer en el aire.
Ben y Chad miraron al vicepresidente con ojos comprensivos. Querían compartir sus opiniones, pero en lugar de eso acabaron estallando en carcajadas sin querer.
«¡Dejen de reírse! ¡Estoy destrozado ahora mismo! No hay que dar una patada a un hombre mientras está en el suelo». Dijo el vicepresidente abatido mientras comprobaba su teléfono para ver si había recibido alguna llamada o mensaje nuevo.
Tenía el presentimiento de que Elliot no iba a ser amable con él.
«No seas tan pesimista. Creo que estarás bien». Ben tomó un sorbo de agua para calmarse. “Si yo fuera tú, volvería a su despacho media hora después y le felicitaría».
«El Señor Foster no se enfadará», dijo Chad. «Hoy está de buen humor.
Aunque hayas cometido un gran error, puede que te perdone».
«¿Estás seguro?», murmuró el vicepresidente. «Cuando se dio cuenta de que había entrado antes, ¡Su expresión era realmente severa! Estaba furioso».
«Ejem… en ese momento… ¿Qué estaban haciendo?»
«Déjame pensar… cuando entré, todo lo que vi fue algo blanco… Oh, creo que era la espalda de la Señorita Tate…» El vicepresidente hizo lo posible por recordar lo que vio, luego tomó aire y dijo: «La Señorita Tate estaba encima…»
Ben parecía haberse atragantado con algo.
«No puedo ayudarte en eso». Sacudió la cabeza y luego dijo: «Sinceramente, no esperaba que eso fuera lo que vio».
Chad también estaba mortificado. Apenas podía entender las cosas.
«Ya que ninguno de ustedes puede ayudarme, ¡Entonces me iré a enfrentar mi perdición!»
El vicepresidente se puso de pie en la miseria y planeó ir a pedirle perdón a Elliot.
«¡Oye! ¡Deberías ir más tarde! ¿Y si aún no han terminado?» Dijo Ben mientras lo retenía.
«¿Eh?» El vicepresidente parecía perplejo mientras decía: «¿Cómo iban a seguir después de que yo los sorprendiera? No es posible. La Señorita Tate realmente gritó».
Ben soltó su agarre sobre él.
Se acabó.
«Te sugiero que pidas perdón a Avery Tate», dijo.
«Así es», estuvo de acuerdo Chad. «Mientras ella te perdone, el Señor Foster también lo haría».
«¡Está bien! Iré a buscar a la Señorita Tate ahora mismo». El vicepresidente apretó los puños y salió de la habitación.
Las puertas del despacho del presidente estaban abiertas de par en par.
El vicepresidente fingió pasar por allí y se asomó ‘accidentalmente’ a la habitación.
Todo lo que vio fue a Elliot trabajando detrás de su escritorio con una expresión seria en su rostro.
No había ni rastro de Avery en el despacho.
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