Contigo -
Capítulo 51
Capítulo 51:
POV: Mónica.
Subí a mi oficina y comencé a revisar unos documentos que necesito firmar para aprobar el nuevo vino que produje en Italia.
Entonces Rodrigo entró a mi oficina sin anunciarse como si fuera suya.
“¿Me puedes decir quien fue el mixólogo que hizo el vino que quieren sacar?”
“¿Y tú me puedes decir por qué entras de esa forma”
“No fue uno de nuestros mixólogos, no sé la calidad de ese vino”
“Rodrigo ¿Le vas a poner un pero a cada cosa que haga?
“Si no estuvieras jugando con tu noviecito y tomaras tu trabajo en serio no tendría que poner un pero, no sabemos nada de ese mixólogo”
“Bueno, es un riesgo que estoy dispuesta a correr”
“El Señor Giordano y el Señor Harper siempre han sido muy quisquillosos al respecto, no van a dejar que hagas lo que quieras”
“No me retes Rodrigo, el vino se lanza porque se lanza y en lugar de preocuparte por el mixólogo, preocúpate por el informe que pedí”
“¿Qué estás buscando, acaso tu noviecito te tiene desatendida y por eso no tienes nada mejor que hacer que meter tu nariz donde no te llaman, yo podría ayudarte a solventar eso”
El tono vulgar que uso me dejó impactada por un momento, no puedo creer lo que esta insinuando.
“Debes ser muy traviesa para pasearte por toda la ciudad con un hombre comprometido”
“Disculpa ¿Qué?”
“Vamos Mónica, no te hagas la inocente, puedo enseñarte que es un hombre de verdad, sales ganando si o si, no tendrías que soportar los chismes por salir con un hombre que está comprometido con otra”
No sé en qué momento la discusión por el mixólogo que soy yo se movió a este terreno, me paro furiosa de mi lugar.
“Rodrigo te estas pasando de la raya”
El niño rico no es nada comparado conmigo lo sé de buena fuente.
“Sal de mi oficina”
Me mira de manera extraña.
“Vas a caer, no tengo prisa”
Con toda la arrogancia del mundo sale de mi oficina, pero antes me advierte:
“Ese mixólogo no va a sacar ese vino, de eso me encargo yo”
¿Este quién se cree que es?, ¿De verdad cree que puede convencer a papá y al abuelo? Ellos por supuesto que saben que yo hice el vino.
Lo que resto del día estuve con una sensación extraña por los comentarios fuera de lugar de Rodrigo, lo que me hizo estar de mal humor.
Al salir obviamente Antonio que me conoce sabe que algo no anda bien.
“¿A quien tengo que golpear?
“Golpear no, investigar, Rodrigo Hoffman”
“Algo hizo para ponerte de ese humor ¿Segura que no quieres que lo golpee?”
“Aún no”
“Bien”
“En cuanto tengas algo de él me informas”
“Ahora mismo me pongo en eso”
Subimos al auto y vamos a casa, algo en Rodrigo me da mala espina porque de la nada pasa de odiarme a insinuarse, creo que está mal de la cabeza.
Antonio al menos hizo el super ayer a penas y teníamos unas cuantas cosas para comer hoy ya puedo cocinar algo decente.
Me pongo ropa cómoda y voy directo a la cocina.
Suena el timbre y Antonio es quien abre, tengo una idea de quien puede ser ya que no esperamos a nadie y no me equivoco, Alonzo entra a la cocina y me mira con el ceño fruncido.
“¿Que estás haciendo?”, pregunta que me parece tonta porque es obvio que estoy cocinando.
“Preparando mi cena, no puedo darme el lujo de estar comprando comida”
“Mónica tienes una gran fortuna, comprar comida no te dejará en la calle, no eres asalariada”
“Nadie es rico por estar regalando el dinero, además puedo cocinar para Antonio y para mí, llevo años haciéndolo”
“¿Estás cocinando para él?”, dice con asombro y señalando a Antonio que está a su espalda sin voltear a verlo.
“Claro, no es que cocine solo para mí y lo deje muriendo de hambre”
“Estás cocinando para otro hombre, Mónica”
“Vaya que sí eres dramático”
“En lugar de invitarme a cenar en compensación por cocinar para este tipo me llamas dramático”
“Puedes quedarte si con eso dejas tu drama”
Sonríe como si no hubiese hecho un drama hace dos segundos.
“Me encantaría probar tu comida”
“No es la gran cosa”, dice Antonio y lo miro con el ceño fruncido.
“Entonces ve y compra tu comida en otro lado”
“Es mentira jefa, eres la mejor chef”, dice con una sonrisa.
“Salgan los dos de mi cocina y déjenme terminar”
Antonio no dudo en salir, pero Alonzo insistió en querer ayudar cuando yo sé que no sabe ni hervir agua, pero igual lo intenta, me rio un par de veces de él, pero aprecio su esfuerzo.
Los tres cenamos y Alonzo se niega a irse a su casa, no pienso discutir con él, además aprovecho para que me hable de Rodrigo.
Él lo conoce un poco más, pero no obtengo más que su información como empleado que no ha dejado quejas, no le comentó lo que pasó hoy en la oficina porque conociéndolo iría a hacer un escándalo.
Y no es que no piense que Rodrigo no se lo merezca, es que quiero saber a qué me enfrentó con él.
POV: Rodrigo.
No voy a decir que no tuve una vida privilegiada, tampoco es que he sido pobre, pero me ha costado llegar hasta donde estoy.
Después de graduarme en la universidad, mi papá me consiguió un trabajo en la empresa de su amigo el Señor Harper.
Trabajé muy arduo y me convertí en ejecutivo a pesar de ser muy joven.
La hija de Harper se ha dedicado a viajar, según su hermana Ester, Mónica es una niña mimada, su papá la consciente en todo y no hace más que malgastar el dinero.
No la conozco en persona, pero las fotografías que salen en las revistas con los chismes que la rodean muestran una atractiva mujer esos encantadores ojos azules llaman mucho la atención y su cabello castaño contrasta con su blanca piel, pero no tiene madera para dirigir esta empresa.
En cambio, Ester se desvive por ella no me extraña que el Señor Harper la deje al frente, él no es tonto y al parecer quiere mucho a su hijastra así que decidí enamorarla así a la larga esta empresa será mía.
Enamorar a Ester no fue difícil, ella es una mujer muy atractiva, pero algo ingenua fue fácil acercarse a ella y manipularla a mi antojo.
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