Contigo -
Capítulo 34
Capítulo 34:
POV: Mónica.
Si las miradas mataran, Nicol seguramente ya nos habría matado a Nataly y a mí.
Poco a poco los invitados se fueron yendo los últimos fueron los papás de Alonzo cuando Nataly se despidió de mí, me abrazó.
“Sabes que te considero una hija, me hubiese encantado qué fueras mi nuera”, dijo con una mirada maternal.
“No todo sucede como lo planeamos, yo igualmente te considero como mi familia”
“Lo sé cariño”
Los papás de Alonzo se fueron y papá me pidió que lo acompañará a su despacho”
“Sé que estás agotada”, dijo una vez tomé asiento frente a él.
“No importa – dije con una sonrisa.
“En una semana serás mi vicepresidenta, estoy muy orgulloso de ti cariño”
“Gracias papá, supe que Ester es tu mano derecha”
“Lo es, ella quería aprender el manejo de la empresa, pero solo puede ayudarme en la parte administrativa, le di el puesto de asistente de administración, nuestro administrador dice que tiene talento”
“Ya veo, por cierto, mañana usaré el helicóptero”
“¿En serio?”
“Sí, quiero ir a la hacienda, estuve trabajando en un nuevo vino en Italia con el abuelo y quiero probar hacer algo nuevo aquí también”
“Me encanta tu entusiasmo, pero deberías descansar princesa, además en la ciudad tenemos un laboratorio, puedes trabajar desde aquí”
“Me gusta tener los productos con los que trabajo a la mano y ver la calidad de ellos desde la producción de la materia prima”
“Está bien cariño, como tú quieras”, dijo con una sonrisa llena de orgullo.
“Estoy tan feliz que estés de regreso”
“Yo también estoy feliz papá”
“Algún enamorado qué valga la pena”
“Papá… En este momento no tengo cabeza para eso”
“Sigues enamorada de Alonzo”
“Papá sabes muy bien que después de él tuve otras relaciones sentimentales, además él está comprometido”
“Lo sé, pero a ninguno de tus otros novios lo presentaste con tu familia y lo de su compromiso es algo que está por verse”
No quise indagar en eso último.
“No voy a volver a presentar un novio hasta que no sea el adecuado, aprendí bien esa lección”
“Me alegra que no te cerraras al amor”
No sé si no me cerré porque no volví a sentir por nadie lo mismo que sentí por Alonzo.
POV: Alonzo.
Cuando Mónica me dejó en aquel restaurante quedé helado, no podía creer que la estaba perdiendo, ella realmente me había terminado.
La llamé insistentemente ella no podía dejarme, yo no la quería perder, nunca le fallé, tal vez Isabel me besó un par de veces, pero le aclaré qué yo estaba enamorado de Mónica y ella lo entendió.
No pensé que la forma cariñosa de tratarme qué tenía Isabel me iba a traer tantos problemas, maldición.
Mónica no atendió ninguna de mis llamadas, me enojé, incluso pensé que estaba usando ese mensaje de Isabel como excusa para dejarme.
Seguramente ya tenía a otro, solo se me venía a la mente el tal Federico ella se ha acercado mucho a él pasan mucho tiempo juntos, pasé de estar preocupado a muy molesto.
Fui a un bar y para mi sorpresa me encontré con Miguel, hablamos de toda la situación con Mónica y de mi teoría, pero la opinión de mi amigo me dejo en shock.
“La verdad Alonzo, eres un idiota y siempre lo has sido, Mónica no es tonta, ella no te dejó porque tuviera otro, de hecho, cualquiera en su lugar te hubiera dejado hace mucho, pero ella confiaba en ti, en que no le serias infiel”
“Y nunca lo fui viejo”
“Pero no pusiste límites con Isabel, igual que no los pusiste con Rita, la diferencia con esta última fue que Mónica estaba ahí para ponerla en su sitio con elegancia. No tuvo que reclamarle, su sola presencia fue suficiente para demostrarle a Rita quien era ella y el lugar que cada una tenía para ti, pero con Isabel fue diferente, ella no estaba ahí, he tratado a Mónica desde que es tu novia, a ella no le gustan los problemas y te aseguro que no peleará ni creará problemas por tu atención, no creo que ella deba hacerlo. A decir verdad, más de uno está dispuesto a darle la atención que tu no le das, has venido a Los Ángeles ¿Qué?, ¿Unos cuantos días?, ¡Ella viajo para verte muchas veces así solo tuviera un par de horas a tu lado! Ella lo dio todo y tu como un idiota no lo viste, ella se cansó y lo entiendo”
Miguel le dio un trago a su bebida.
“Pero el colmo es que ella ya te había dicho que le molestaba Isabel y su actitud contigo, y en lugar de alejarla, seguiste siendo su amigo como si lo que Mónica te dijo no te importara, no le pusiste un límite y permites qué te bese con la excusa de estar borracha o te hable de manera cariñosa justificando qué esa es su personalidad”
“Yo le pedí a ella que se alejara de Federico viejo, e igual no lo hizo, no todo es mi culpa”
“¿Viste a Federico besarla? Porque Mónica si vio a Isabel besarte”
“Se fueron de vacaciones juntos”
“Tengo entendido que se fue con todos sus amigos a unas vacaciones qué planificó irse contigo, pero tú la plantaste”
“Tú no entiendes”
“No, tú eres el que no ve, qué esa chica hizo todo por ti, pero tú no le diste nada, creíste que la tenías asegurada, pero no viejo, ella es una mujer hermosa, van a haber muchos qué si van a apreciarla como se lo merece, como tú no lo hiciste”
“Eres mi amigo”
“Por eso soy sincero, esa chica es especial y lo sabias, por eso te olvidaste de ser el casanova para que ella creyera en ti, dijiste que ella lo valía, pero no la apreciaste cuando la tuviste”
“Lo arruiné, maldición, ella no me va a perdonar”, dije sosteniendo mi cabeza con las manos.
“Sí, lo arruinaste viejo, ahora solo te toca afrontar las consecuencias”
Intente verla en todo lo que resto del verano, pero ella me evitaba, quería disculparme, al menos quería terminar bien las cosas con ella, se merece ser feliz, aunque sea con otro y eso me parta el alma.
Mamá me dijo el día y la hora en el que ella se iba. Aproveché esa oportunidad sería la última que tenía.
Me disculpe, ella se me metió en el alma y la piel, creí que siempre sería mía y aquí estoy despidiéndome de ella abrazándola por última vez, le pedí un último beso y me dejó, será la última vez que pruebe sus dulces labios.
Una vez subió al avión, me subí al auto y salí de la pista, fuera del aeropuerto esperé que su avión despegara.
Ahí iba el amor de mi vida y yo no supe cuidarla ni valorarla, golpeé el volante, estaba tan furioso conmigo mismo.
Estuve solo por más de un año con la esperanza de que Mónica volviera, frecuenté todos los públicos a los que ella pudiera asistir, pero nunca la vi.
Viaje a Milán con la esperanza de verla, fui a su universidad y esperé afuera a que saliera, pero al verla tan sonriente como si nada con sus amigos me hizo desistir de acercarme, al parecer ella continuo su vida.
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