Atrapada con un doctor
Capítulo 296

Capítulo 296:

Arvin suspiró y entró en el despacho con Lily. Se sentaron en el sofá, Arvin dijo: «Abuela, no te preocupes por nosotros, seguro que traeré a Angela de vuelta».

Lily dijo: «Para ser sincera, has tomado una decisión muy estúpida. Angela es tu mujer, Rosa es sólo tu ex novia, ¿Por qué no pudiste salvar primero a Angela? Si yo fuera Angela y te viera con tu ex novia en brazos saliendo hacía afuera, tampoco te lo hubiera perdonado.»

«Lo sé, abuela. Pero eso fue porque el estado de Rosa era crítico” dijo Arvin.

Angela se había enfadado con él un par de veces por culpa de Rosa.

Arvin se dio cuenta de que ya no debía preocuparse por Rosa, porque a partir de ahora no le debía nada.

Lily suspiró pesadamente.

Comprendía la situación a la que se enfrentaba Arvin en aquel momento; él sólo hacía lo que haría un buen médico.

Era su deber hacerlo sin importar de quién se tratará.

Sin embargo, también podía entender por qué Angela tenía el corazón roto. La preocupación de su marido por su ex novia, naturalmente la haría sentir celosa y enfadada.

«En cualquier caso, tienes que recuperar a Angela. Ella dijo que iba a divorciarse de ti. Será mejor que se te ocurra una manera de compensarla para hacer que se quede. Lo que necesites que haga. Sólo dilo».

Arvin sonrió y asintió: «Bien, gracias, abuela».

Habría ido a recuperar a Angela, aunque su abuela no se lo hubiera pedido.

Se había acostumbrado a vivir con Angela. Nunca permitiría que se fuera.

…

Angela estaba jugando con la hija de Mandy en Jardín Xinhe.

La niña se cansó y Angela la llevó a dormir.

Cuando encendió el móvil para consultar el microblog, apareció una noticia:

[Adam Geng y Nita Zhen habían sido detenidos. Randal también había sido detenido]

Mandy le puso delante un plato de sopa de pollo y le dijo.

«Angela, querida, debes de tener hambre. Apenas has comido nada. Ven a tomar un poco de sopa, ¿Bien?».

Habían pasado dos días desde que Angela regresó; se limitó a recluirse en su habitación sin mencionar nada, a pesar de que Mandy no dejaba de preguntarle por lo sucedido.

Angela apagó el teléfono y se volteó hacia Mandy: «Bien».

Angela tomó un poco de sopa y le dijo a Mandy.

«Me iré al País C. Puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras, te he transferido la propiedad».

Supuso que no volvería, así que ya no necesitaba la casa.

Mandy se sorprendió al oír eso.

«¿Qué pasa? ¿Ha pasado algo? ¿Cómo has podido darme tu casa? Debes de estar enferma, deja que te lleve al hospital».

Angela negó con la cabeza, luego volvió a su habitación y sacó un bloc de papel.

Mandy les echó un vistazo, para su asombro, eran papeles de divorcio.

«Angela, ¿Te has vuelto loca? ¿Por qué vas a divorciarte del Señor Gu? Te quiere tanto, ¿Qué demonios ha pasado?».

No podía soportar la idea de compartir a su hombre con nadie más.

Angela había tomado la decisión de marcharse finalmente, pero antes… tenía que hacer una visita.

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