Amor verdadero
Capítulo 64

Capítulo 64:

Llegué a su casa y como era de esperarse, ella todavía no se levantaba de la cama porque era domingo y no tenía que trabajar.

Abrió la puerta todavía en pijama y refunfuñando por mi atrevimiento de llegar de madrugada para ella.

“¡Morelia Ortega! ¿¡Sabes qué hora es!?”

“Amiga ya sé que es tu día de descanso, pero te juro que si no fuera importante no hubiera venido”.

“¿Y Carlos? ¿No te trajo el desconsiderado?”, preguntó asomándose a la calle para ver si lo veía.

“No amiga, es de Carlos precisamente de quien quiero hablarte”

“¡Ay no me digas que ya te salió con su domingo siete tan pronto! ¿Salió igual de patán que el Adrián?”, dijo poniendo los ojos en blanco.

“No amiga, ¡Agárrate! Porque lo que te voy a decir te va a sorprender”

“Entonces calla, espera a que me tome un café para estar bien despierta, porque, así como estoy, tengo un ojo contigo y otro quiere volver a la cama”.

“¡Sí por favor! Yo también necesito un café, y si se puede unos chilaquiles bien picositos por favor, porque me duele la cabeza de tanto pensar y de la resaca tan fuerte, anoche me bebí una botella de vino yo sola y con lo mala que soy para tomar alcohol, ya te imaginas cómo me siento”

“Entonces ven, ayúdame a cocinar y después platicamos, porque este chismecito huele sabrosito”.

Mi amiga tenía un don especial para la cocina que yo nunca tuve, todo lo que ella cocinaba se veía tan fácil de preparar y le quedaba tan delicioso que yo la envidiaba por tener ese don.

“Leticia regresó”

Fue lo primero que dije cuando terminamos de desayunar porque ya estaba impaciente por contarle todo y escuchar sus teorías al respecto.

“¿Cómo que regresó? ¿A qué vino esa bruja? Espero que no vaya a querer engatusar a Carlos para que vuelva con ella”.

Me le quedé mirando y encogí los hombros, ella de inmediato entendió mi gesto.

“Por eso estoy aquí amiga, no sé qué hacer. Estoy hecha un lío y lo peor de todo, es que Adrián Morales apareció de nuevo en mi vida”.

“¿¡Adrián Morales!? ¿Se atrevió a buscarte después de lo que te hizo?”

“No, en realidad no me buscó, nos encontramos por casualidad en el cumpleaños de Valentina, tiene una relación con una mujer que tiene un hijo en el colegio de la niña”

“¡Válgame Dios!¡No lo puedo creer! Definitivamente amiga, es un amor Karmatico o una llama gemela que te está buscando. Tenemos que saber”.

“Peri no me hagas más pelotas con eso de amor Karmatico y llamas gemelas ¿Qué no solo eran almas gemelas? Ya no entiendo nada, o es mi alma gemela o no lo es, porque hoy nos besamos y te puedo decir que lo que sentí fue…”

“Espera no me lo digas, iremos a ver a mi amiga la que lee las cartas, ella te va a explicar mejor que yo y te juro, te juro que te vas a sorprender. No me tienes que decir lo que sentiste, porque te aseguro que ella te va a descifrar todo, sin necesidad de que se lo digas”.

Se metió a bañar para vestirse y en cinco minutos estaba lista, no había nadie más veloz que Peri cuando se trataba de situaciones desesperadas y que se podían resolver según ella, confiando en las predicciones del tarot, en los mensajes de los ángeles y los astros.

“¿Todavía tienes ese libro de los mensajes de los ángeles?”, me preguntó y seguro que se reprochaba por no habérselo quedado para tenerlo ahí a la mano.

“Sí y por casualidad aquí lo traigo”, le dije sacándolo de mi bolso.

“Tú me dijiste que estabas viendo horas espejo y sincronías numéricas, así que tienes que hacer memoria, cuando fue que las comenzaste a ver y cuál fue la primera que viste”.

“Las comencé a ver cuando conocí a Adrián, la primera que vi y que fue la que me persiguió durante varios días fue 4:44”

“Veamos qué significa 4:44 en el amor”.

[04,:4,4, Es hora del cambio tanto en lo interior como en lo exterior. Un significado de ver el número 444 es que estás siendo guiado espiritualmente para conocer mejor tu ser interior, El razonamiento es que una vez que desarrollamos una visión de la vida que realmente queremos, nos damos una meta. Y los números de ángeles pueden ayudarnos en ese camino]

“Mmm, eso no nos dice mucho sobre el amor, ni sobre Adrián, sino más bien que era el momento de conocerte a ti misma y de aprender de cada una de las circunstancias que te da la vida. Eso me dice que quizá si podría ser una llama gemela, está en tu vida para enseñarte una lección y no precisamente para brindarte amor de pareja”.

Lo que decía Peri me hacía mucho sentido, ahora más que nunca mi mente y mi corazón se estaban despejando y ya sabía la razón.

Llegamos a casa de la amiga de Peri, yo tenía una revolución de sentimientos, pero también una gran necesidad de saber más.

No sabía si lo que estaba haciendo era lo correcto porque todo se contraponía con mis ideologías y con todos esos pensamientos que siempre tuve acerca del tarot y esas cosas esotéricas en las que no podía creer del todo.

Entramos y todo allí me pareció absurdo y hasta estuve a punto de salir corriendo porque en verdad parecía sacado de una mala película de hechicería barata.

La mujer salió a recibirnos y no pude evitar mirarla de pies a cabeza. Era una mujer de unos cincuenta años, con el cabello blanco y vestida al estilo hippie, incluso me hizo pensar que llevaba buen tiempo sin pasar por la ducha o al menos un cepillo por sus cabellos.

“Ya sé lo que estás pensando”, me dijo mirándome a los ojos.

Le dirigí media sonrisa y pensé que, si en verdad sabía lo que estaba pensando, sabría que pensé que no se había bañado y me ruboricé.

“Xavi, necesitamos que leas las cartas a mi amiga”, dijo Peri.

“Últimamente le han sucedido cosas y necesita aclarar su mente”

Me extrañó que le llamara Xavi, era diminutivo de Xavier y ese era un nombre masculino, pero obligué a mi mente a no pensar en los motivos que habia para eso.

“Yo puedo leerle las cartas, ellas no mienten y le dirán todo lo que necesita saber para que pueda tomar decisiones, sin embargo, tú sabes que las cartas solo son una fotografía de las cosas y que al final ella con su libre albedrío, puede modificar su destino”.

Tragué saliva, porque sabía a lo que se refería con eso.

Justamente yo tenía que tomar una decisión, mi corazón la había tomado ya, pero necesitaba que mi razón, estuviera de acuerdo con él o no podría vivir en paz.

“Entiendo”

Fue lo único que pude decir.

Me pidió que me sentara y sacó un mazo de cartas españolas y comenzó a barajar. Mi mente se preguntaba si era verdad que yo estuviera considerando tomar una decisión crucial en mi vida con base en el resultado de una lectura. Me encontraba en la disyuntiva de quedarme o salir corriendo de ese lugar.

Me pidió que no cruzara las piernas ni las manos y luego de barajar las cartas me hizo partirlas en tres secciones.

“Por tu pasado, por tu presente y por lo que quieres saber”, dijo poniendo mi mano sobre cada uno de los grupos de cartas.

En ese momento sentí un escalofrío, no sabía si era por nervios, por incredulidad o porque tenía miedo de lo que me iba a decir.

Ya no sabía que pensar o qué sentir, así que simplemente, me dediqué a observar y a escuchar a la mujer.

“En tu pasado, puedo ver que recientemente cerraste un ciclo con un hombre con el que viviste muchos años, estuvieron casados o viviendo juntos, era una relación estable, pero que terminó por engaños e infidelidades”.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar